Mensaje del 18 de Mayo de 2004

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos ustedes porque están aquí, algunos viéndome y otros creyendo que realmente estoy sentado en este lugar desde hace tantos años que ya de esta mecedora hubo que cambiar tres cuerinas”.

Tengan siempre en cuenta que “Yo soy el camino, la verdad y la vida y quien me sigue no anda en tinieblas”.

Quiero vivir con ustedes, dentro de ustedes, para ustedes, no un día o dos, sino por toda una eternidad, desde el comienzo de los tiempos siempre los amé y los sigo amando y es Mi trabajo, es Mi tarea y ustedes háganme un lugarcito en vuestro corazón para que Yo pueda ponerme allí y estar siempre porque a veces golpeo las puertas y…, golpeo y golpeo y…, y no me abren y algunos creen que sí, que me abren porque tal vez dicen una oración o dos, pero lo fundamental va por otro lado. Es decir, ustedes son Mis creaturas, están creados a imagen y semejanza, entonces son Mis hijos y herederos de Mi Gloria, no es que Yo quiera ser vuestro papá, vuestro amigo, vuestro hermano, vuestro compañero porque si, es que los he creado Mis queridos y no podría ser diferente, que padre no haría lo que hago Yo y mucho más en Mi lugar que Yo soy la Misericordia, que es el amor obrando, la Misericordia que todo lo debe entender, todo lo debe comprender, todo lo debe amar y todo lo debe perdonar.

Por eso, nunca teman abrir vuestro corazón, no, no teman porque Mi amor alcanza para todo, Yo sé de vuestros dolores, Yo sé de todo lo qsue les pasa y también sé y me acuerdo muy bien que he dicho que nadie viene a este lugar, que es el Santuario más grande de América, todo el que viene a este lugar no se va como vino, tarde o temprano, Yo diría más temprano que tarde verá en su vida la invasión maravillosa de Mi amor, no es que Yo quiera adueñarme porque si, es porque los amo, y ustedes ¿no me van a dar permiso para entrar en ustedes?, si Mi tarea es amar, desde siempre y para siempre están en Mi y Yo también quiero estar en ustedes y todos aquellos que encuentren en el camino que están desprovistos de fuerzas o cansados por la vida y por todo, díganle, díganles a todos que, que Yo los estoy esperando, que pueden confiar en Mi pero no por un día o dos sino para siempre.

Tengan en cuenta que todo lo que ustedes me han ofrecido y me han pedido en este día, tengan confianza en Mi y Yo se los concederé, cuando se pide algo hay que hacerse la idea de que Yo ya se los he concedido, no piensen en otra cosa, confíen ¿eh?, confíen siempre.

Amén.