Mensaje del 25 de Abril de 2004

Habla Artemio:

…tanto como 25 de Abril de 2004.

Dice Jesús:

Desde hace dos mil años, Yo vengo diciendo que “soy el camino, la verdad y la vida y quien me sigue a Mi no anda en tinieblas”.

Sí, entonces ante todo el panorama tan desalentador que presentaste, como una forma de hacer tomar conciencia, porque el mundo es mucho más que esto porque hay muchas cosas buenas, pero lo malo es la mayor parte.

Ahora, normalmente la gente espera que aquellos que tienen la dirección espiritual de un lugar, de un país o del mundo tengan la suficiente valentía de amar como corresponde a los hombres y darles a todos el alimento que es necesario para vivir de otra forma, parece que no abundan los que dan alimento porque vos aquí recibís llamados o comunicaciones de muchos lugares del mundo, sin embargo en esos lugares también hay personas que podrían orientar, dirigir, sanar, etc.

Entonces, no les parezca extraño cuando Yo a ustedes les digo: pequeño resto , al pequeño resto se lo trata de una forma y se confía plenamente en ese pequeño resto para hacer montones de cosas, de cualquier manera el pequeño resto es mucho más grande que lo que ustedes creen ¿no es cierto?, porque todo aquél que pasó por este lugar Yo lo considero de alguna forma integrando el pequeño resto, no todos por supuesto, porque algunos les llega más Mi palabra y a otros les llega menos.

Pero, Yo analizo por ejemplo en este día domingo todas las Homilías dadas en todos los países del mundo, por supuesto que hay montones de cosas buenas y por supuesto que para muchos llega la palabra pero también veo muy alarmado, muy angustiado y también perplejo porque aquellos que deberían mostrar “el camino, la verdad y la vida” no lo hacen, algunos…, no sé si por falta de capacidad o que pero siempre es posible decir algo y otros se pierden en una retórica que no sirve para nada y si no cayera sobre todos Mi Misericordia naturalmente seguramente no caería por las palabras que oyen de aquellos que deberían ser el paño de lágrimas de todos.

Algunos dirán que exagero, otros dirán que no se puede uno meter tanto en la vida de los hombres, no, Yo no estoy pidiendo eso pero cualquier palabra dicha realmente con amor llega a los corazones, no sé si a todos pero a una mayoría, o para qué el hombre va al cine, al teatro, a los más diversos lugares donde puede divertirse un poco, cualquier lugar, o mira televisión, o…, bueno, ¿para qué?, siempre está como a la expectativa de encontrar alguna palabra que alimente su corazón hambriento de algo que sea diferente a esa vida cotidiana gris y oscura, que es justamente la vida de todas las personas que están lejos del amor y por supuesto al decir amor digo: “el camino, la verdad y la vida”.

Por eso ustedes no enciendan vuestra lámpara para ponerla debajo de la cama o de la mesa, sino enciéndanla, ya la tienen encendida, para ponerla a la vista de todos, es decir sean testigos y fieles portadores de Mi palabra. Para que eso ocurra tiene que mostrarse el ser humano accesible, es decir, cuando los hombres se sienten perdidos, cuando los hombres consideran que su vida es un callejón sin salida, ni siquiera un callejón, un pequeño sendero, entonces sean dóciles para que el Espíritu Santo los ponga en ese pequeño sendero de muchos para aportarles algo o mucho totalmente nuevo, que no es nuevo, es tan viejo como el hombre pero para muchos es totalmente nuevo.

Ayer dijo ese señor: aquí tienen la foto de esta chica que ahora le pide esto y esto y le adelanto que ella lo hace muy confiada porque a usted le debe la vida, vos dijiste: ¿tanto?, ella cree eso por lo menos, y vos te pusiste a pensar y no la ubicabas pero, está muy bien, hay que sembrar como decía vuestra vecina Allende de los Andes: cuando siembres hazte olvidar, hazte olvidar, harás como aquél que canta al atardecer arrojando la semilla en el surco, hazte olvidar, hazte olvidar, porque de esa forma, sigue diciendo ella, y ahora Yo: aunque los más encarnizados enemigos se acercan a recoger la semilla y la llevan a su corazón, ¿por qué?, porque las sombras de la tarde ya han cubierto todo de oscuridad y los hombres son un poco reacios a reconocer cuando los demás le dan algo bueno.

Por eso, hay que arrojar la semilla y hacerse olvidar, esto es lo que Yo tengo en cuenta y confío que hizo, hace y hará el pequeño resto , si Yo tuviera muchos ejemplos de personas consagradas que al menos se acercan a esto lo diría, pero veo tan pocos, tan pocos que me llena de espanto.

Mis queridos la locura del amor, son muy pocos los que la entienden, por eso en este día ya que fue cubierto por las sombras de la noche, sigan sembrando, no importa si están quietos en un lugar o distrayéndose con algo, lo importante es estar disponible, entonces Yo haré el resto.

Amén.