Mensaje del 21 de Abril de 2004

Habla Artemio:

Hoy es 21 de Abril de 2004.

Dice Jesús:

Todo lo que dije ayer necesita por supuesto una ampliación y ver los detalles pero tampoco esperen que Yo les de normas precisas, tienen que invocar el Espíritu Santo para que Él, para que el Espíritu Santo les diga todas las cosas como deben hacerlas.

Yo necesito que todos los hombres reciban Mi Misericordia, Mi Madre está ansiosa para que pidan el auxilio del Espíritu Santo a través de ella para que les de todo lo necesario de Luz para que entiendan Mi Misericordia. Se los dije tantas veces pero conviene repetirlo, solamente puede llegar a recibir Mi Misericordia y a entender Mi Misericordia todo aquél que tenga una humildad muy grande, que sea simple, sencillo, que esté en el mundo pero que el mundo no le contagie de todas las cosas, además en el ofrecimiento que hicieron en la Novena de la Misericordia allí se ve claramente hasta que punto necesitan donarse plenamente a Mi para que Yo disponga de ustedes.

Recién decías: “y renovarás la faz de la Tierra”, eso es lo que necesitan, lo que necesitan todos los hombres, que haya ejemplos, palabras, acciones, de todo, que sirvan para fomentar la esperanza de un mundo nuevo y también dar la fuerza para ir transformando ese mundo y hacerlo un mundo nuevo. Es tan simple llevar nuestro corazón hasta un nivel de humildad donde es como algo que tiene una apertura total y en consecuencia, esa apertura le permite que toda Mi Gracia le inunde, lo demás se da por añadidura, quien no tiene esa humildad es inútil que insista porque no es un lugar propicio para que el Espíritu Santo anide en él y le esté indicando todo.

Pídanle a Mi Madre, es decir por su intercesión que les conceda la gracia de que cada día entiendan más, comprendan más y se abandonen más al Señor, para que realmente vuestra vida sea valiosa, siempre la vida es valiosa pero cuando uno está al servicio del Señor siempre se torna más valiosa, mucho más valioso.

No olviden de, no olviden de explicar, fomentar, dirigir todo lo referente a lo que entendemos por la Comunión de los Santos, porque es una forma y una manera de vivir llena del Señor.

Les amo como siempre, estoy muy cerca de ustedes y les doy Mi bendición especialísima en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.