Mensaje del 03 de Abril de 2004

Habla Artemio:

La Madre Teresa de Calcuta, el Cardenal Pironio, el Padre Gabriel Guillén, Emiliano Tardiff, Santa Faustina, Santa Teresita, la Virgen María, hay algunos familiares, el Padre Pío, bueno y muchos más, San Pío de Pietralcina.

Hoy es tanto como 03 de Abril, te escuchamos Señor.

Dice Jesús:

“Bienaventurados aquellos que ven y creen, pero más bienaventurados aún aquellos que no ven y creen”, porque en el mundo hay distintos hombres: aquellos que no son Tomás y aquellos como Tomás, que necesitan poner los dedos en las llagas para entender, para comprender.

Estamos próximos al Domingo de Ramos, donde se da Mi entrada triunfal a Jerusalén con cánticos hermosos y todos arrojaban a Mi paso haciendo una verdadera alfombra ramas de los árboles, de todo tipo, sobre todo las que hay en ese lugar: palmeras, olivos y cualquiera arrancaba flores de donde podía para ponerlas como alfombra, pero Yo estaba triste porque, estaba triste porque era el comienzo del fin, pero también el comienzo de todo porque este Domingo es el anticipo de Mi muerte pero también hay que pensar que el próximo Domingo se festejará Mi Resurrección y como lo dice San Pablo: “si Jesús no hubiera resucitado vana sería nuestra fe”.

Y si bien estos días son un poco tristes, pero ustedes nunca olviden que Yo he resucitado, que estoy vivo entre ustedes, que resucité una vez y nunca más moriré, todas estas conmemoraciones son una forma de recordar momentos de Mi vida, pero lo que tienen que pensar ustedes es que estoy viviendo entre ustedes porque Yo he resucitado, estoy viviendo en cada hombre que sufre, en cada niño que llora, en cada mujer que prepara el alimento para su familia, estoy en todos y en cada uno, siempre allí dispuesto a servirme en lo que sea necesario.

Si bien tendrán un poco de tristeza por estos días que vendrán pero que no sea tanta porque Yo he resucitado y estoy entre ustedes.

Les amo de corazón, los consagro a todos los presentes y a todos los que los presentes aman al Inmaculado Corazón de Mi Mamá, confíen en que la llama de amor que sale del Corazón de Mi Mamá los queme con su amor para que tengan todo lo que necesitan para ser felices, estoy siempre a vuestro lado.

Amén.

Habla Artemio:

Tu eres el alfarero, que entre tus manos me has transformado… (se corta la grabación) ….