Mensaje del 03 de Marzo de 2004

Habla Artemio:

Bueno, hoy es 03 de Marzo de 2004.

Así como hace tantos años, también hoy esperamos la venida de Jesús y de su Madre y de todos los Santos y de familiares…, Jesús ya está con nosotros.

Dice Jesús:

“Bienaventurados aquellos que me ven y creen, bienaventurados aquellos que no ven y creen; bienaventurados todos los que escuchan Mi palabra, porque adelantan los días del Reino y me facilitan la tarea para llegar a todos los hombres; dichosos aquellos que me facilitan la tarea y se ponen a Mi disposición para todo”.

El tema que siempre es bueno tratar es el tema de Mi Misericordia, porque los hombres andan por el mundo, viven, nacen, crecen, tienen hijos, se mueren y muchos de ellos no han entendido nunca qué es Mi Misericordia.

No saber sobre Mi Misericordia es lo mismo que tener enterrado un tesoro en la casa y no saber, es lo mismo que caminar y no saber donde se va, es lo mismo que andar por el mundo totalmente desnudo y sin ningún tipo de protección de nadie, sin embargo el hombre vive y muere en su congoja porque no quiere adentrarse en el problema y en la solución, en la vivencia de la Misericordia.

Todos hablan de la Misericordia pero es un concepto vacío de contenido porque nombran nada más pero no creen porque no conocen, no creen porque tampoco nadie les dijo, no creen porque el corazón está endurecido y muchos motivos más, pero si el hombre quiere vivir feliz, tendrá que por fin escuchar Mi palabra.

Si Yo hace unos años ya a Santa Faustina le di Mensajes sobre la Misericordia y tuvieron tan poca divulgación, esto lo dije ya, tuvieron tan poca divulgación, cualquiera se da cuenta hasta que punto parecería que no conviene hablar de la Misericordia, claro es más cómodo una vida donde dos por dos es cuatro, cinco y cinco diez y la Misericordia que es el camino de lo esencial va por otro lado.

Todos los sacrificios que hacen por día, todos los dolores que tienen, todas las alegrías, todas las cosas que les pasa en las veinticuatro horas ofrézcanla para que el Mensaje de la Misericordia llegue realmente al hombre. Todo lo que les pasa en el día, cualquier cosa, mala o buena, medianamente mala, medianamente buena, pero digan al final del día: Señor, todo esto que yo viví en este día te lo ofrezco para que los hombres conozcan tu Misericordia, especialmente los Ministros de la palabra, para que puedan dar esta buena noticia a todos.

No se olviden de ofrecer todo lo del día, para que los hombres conozcan Mi Misericordia y además los sacrificios pasados, las cosas que a lo mejor les dolió mucho, todo, todo será bien recibido por Mí, incluso también pueden ofrecer los méritos de los Santos, pueden ofrecer los méritos de los hombres que obran bien y no ofrecen su obrar bien, o bien las personas que vivieron antes y uno puede ofrecer de ellos todo lo que vivieron, lo bueno o malo, primero para estar en la Luz y luego para hacer que la Misericordia se extienda totalmente.

No se olviden de estas cosas, porque ustedes pueden contribuir plenamente a la extensión del Reino.

Amén.

Habla Artemio:

Tu eres el alfarero que entre tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años, mas te venero…

Se corta la grabación…………………