Mensaje del 24 de Febrero de 2004

Dice Jesús:

Todo el día parece que, que es mejor que el día anterior, lo fundamental es que todos los días estoy con ustedes a lo largo del día y especialmente en esta hora, que vengo a traer Mis palabras como hace tantos años a todos los hombres del mundo y especialmente para ustedes, por supuesto que a todos les amo profundamente pero quiero resaltar y recalcar que estos hermanos que están presentes que han venido de lejos, muchos vinieron de lejos ya lo sé, pero estos hermanos son muy amados por Mí, especialmente este hombre que tenés a tu izquierda, este Santo hombre que se llama: José Amador Aguirre, Sacerdote del Señor, desde siempre y para siempre, ser privilegiado por su mente, ser privilegiado porque siempre ha sido un gran fiel testigo de Mi Palabra.

El cree que a lo mejor algún tiempo no habló tanto pero él no debe ignorar que mientras el hablaba poco el brillo de su ser llegaba muy lejos, porque en él se daba plenamente aquello que llamamos la Comunión de los Santos, entonces… ustedes dirán ¿qué es lo que ocurre cuando hay una pausa?, es que no puedo ir tan rápido porque estoy dictando en arameo. Pero en este caso la pausa la hice para contemplar así de cerca a este hombre, también a quienes lo acompañan porque he puesto siempre en el Mis complacencias.

Siempre he puesto en el Mis complacencias porque de día, de noche, trasnoche y de madrugada su brillo como Sacerdote llegó muy lejos, porque Mi Misericordia quiso que llegara lejos y su palabra, aunque él no la dijera la escuchaban montones, su voz, aunque muchos no la oyeran estaba en tantísimos lugares, su mensaje que es realmente genuino, cristiano, profundo, místico, fue tomado por Mi misericordia y fue llevado a todos los confines de la Tierra, entiendan que Mi Misericordia funciona de esta manera. Todo aquél que me sirve de corazón Yo tomo esa disponibilidad constante y hago que tenga un efecto multiplicador en el tiempo y en el espacio.

Cuando los hombres entiendan un poquito más de lo que es Mi Misericordia entonces van a entender más también que es esto de no respetar ni espacio, ni tiempo. Es que Mis queridos el hombre sufre tanto que Yo tengo que multiplicar el efecto de aquellos hombres que aman tanto al ser humano para que por una maravillosa acción de la Misericordia hasta puedan escucharse aquellos que no hablan o hablan de vez en cuando, pero que su corazón y su mente están siempre disponibles para decir: Señor, aquí estoy.

Por eso digo que tengo en el puesto todas Mis complacencias, no digo que a los demás no los amo, por favor Mis queridos, a todos los amo mucho, pero a ustedes se los estoy diciendo todos los días, permitan que hoy haga una especial alabanza a este hombre, que para Mi ya tengo ubicado en los altares, ya se lo dije y lo repito.

Y ahora Mis queridos, cuando termine Yo de hablar, el Padre José Amado Aguirre levantará su brazo en Mi nombre para bendecirlos a todos y ustedes tomen conciencia de que muy pocas veces se recibe la bendición de alguien tan grande.

Amén.

Habla Artemio:

Bueno, para no desobedecer ¿viste? el Señor se apuró y ya son las 08:05 hs.

Yo les digo solamente esto, miren esta casa, este lugar, estas cosas y todos ustedes que con tanto amor vienen, piensen que si el Señor así lo dispone muy pronto, muy pronto, ya no tendremos que refugiarnos ni en las piezas, ni en los pasillos, ni el hall, ni en la cocina para poder escuchar la palabra, porque vamos a tener nuestro propio espacio grande, no lujoso, cómodo, cómodo, porque la Madre hasta se ha ocupado de diseñar los asientos para que nadie se de la espalda, hasta eso, todo lo ha tenido en cuenta, todo. Y a mi me los ha mostrado el Señor, están tapizado de un color verdecito, que no sé que es lo que querrá decir, bueno algún día lo sabremos.

Por eso, tengamos mucha confianza y muy pronto podremos estar sentados sin darnos la espalda ¿mmm? y por qué no escuchando la Misa del Padre Aguirre, que seguramente será para que todos se enriquezcan de una forma increíble, porque esto es así y va a ser así ¿eh?, porque como dice el Señor siempre: “nadie puede detener a los pueblos y a los hombres cuando el Señor le dio la fuerza para caminar”, nadie.

Y por supuesto que esto continúa y continuará siempre hasta que el Señor diga lo contrario, de la única forma que puede continuar que es en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Bueno muchas gracias ¿eh? a todos, que los que tienen que ir más lejos el Señor, como los que van cerca, los acompañe mucho y como siempre nosotros decimos aquellos que van sobre un automóvil y están en le camino tienen que tener del Señor doble protección porque siempre hay algún peligro en ciernes ¿no?, por supuesto que la preocupación es para todos no solamente aquellos que se van
lejos sino para todos.

Sepan siempre que nos amamos muchos todos, nos amamos mucho y continuamos todo esto y que todos tus sueños se cumplan querida, todo lo mejor para vos ¿eh?, yo estoy seguro que sí, confiá ¿eh?, todo va a ir muy bien, el Señor lo quiere.

… y vuelven a beber los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen lava pañales y los tiende en el romero, los pajaritos… (se corta la grabación) …, se le han picado las manos… (se corta la grabación) ….

Bueno, muy bien y mientras vamos a comer un poco decimos: caminando voy a Jerusalén, caminando voy a Jerusalén, caminando voy a Jerusalén, caminando voy, caminando voy a Jerusalén. Aplaudiendo voy a Jerusalén, aplaudiendo voy a Jerusalén, aplaudiendo voy a Jerusalén… (se corta la grabación) …, con María voy a Jerusalén, con María voy a Jerusalén, con María voy, con María voy a Jerusalén. Y ahora: caminando voy… (se corta la grabación) ….