Mensaje del 19 de Febrero de 2004

Habla Artemio:

… ¿eh?, Don Paredes y la mamá, papá y mamá ¿eh?, que lindo, han venido a verte hoy ¿eh?, que preciosura…, la camisa acuadrito tiene tu papá y el pantalón color crema y lleva mocasines ¿mmm?, ¿te acordas el pantaloncito crema que tenía?, tu mamá tiene un vestido oscuro ¿eh?, no le veo que tiene en los pies, pobres, pero están contentos ¿eh?, S. no te preocupes por ellos porque están contentos, están en paz, son felices, los dos tienen puesto una mano sobre el hombro, una de cada lado ¿mmm?, bueno yo no te quiero hacer daño, solamente decirte que te pongas contentas porque están ellos ahí, tus papas fueron dos santos S. ¿eh?, realmente. Bueno, hay muchos familiares, bueno, nos estamos abusando Señor del tiempo de los demás ¿eh?.

Hoy es 19 de Febrero.

Dice el Señor:

“Bienaventurados aquellos que me ven y creen, bienaventurados también aquellos que no me ven, sin embargo creen que estoy aquí para amarles, servirles, para decirles una vez más: déjenme entrar en vuestro corazón”.

Déjenme entrar en vuestro corazón porque los veo medio solitarios y Yo sé, tienen familiares, tienen tantos cerca pero, el corazón del hombre siempre está bastante solo, y sí, es un poco como una ley natural ¿no? la soledad del corazón y partiendo de la base siempre que el hombre no puede pretender que se le comprenda totalmente.

Esos sonidos un poco extraños que oyen ustedes es el idioma arameo antiguo que Yo hablaba con los Discípulos y le doy el trabajo a Artemio que mientras habla tiene que andar traduciendo, pero Yo hago la traducción por supuesto, ustedes saben muy bien como a los seres humanos nos gusta hablar el idioma madre ¿no?, por eso generalmente cuando Artemio o los que sean hablan en lenguas Yo uso el arameo antiguo, por supuesto que a veces lo mezclo con palabras de: griego, hebreo, también algo de árabe ¿mmm?, según.

Bien, les decía que haciéndome eco de las palabras pronunciadas antes quiero estar en vuestro corazón ¿eh?, ¿y por qué?, y por una razón tan simple, una razón tan, tan simple, porque los amo ¿mmm?, así como Mi Padre y el Espíritu Santo y así es, ese es el oficio de la Trinidad y mientras el hombre no se nutra de todo ese amor no entiende nada, mientras el hombre no tenga el amor suficiente, se le escapa todo lo esencial, se le sale como agua de las manos.

Entonces, nútranse de ese amor del que hablaban antes, porque de esa forma entenderán todo, dejen hablar en vuestro ser a Mi Espíritu Comunicador, al Espíritu Santo, porque Él les dirá siempre todo lo que deben hacer, les aconsejará en cada momento, les sugerirá las cosas hasta las que ustedes ni pueden creer, todo, porque Mis queridos ustedes no pueden hacer cosas malas si dejan que Mi Espíritu les esté comunicando siempre todo.

Ahora, acostúmbrense antes de tomar cualquier medida, cualquier
determinación, cualquier cosa ¿mmm?: ¿qué dice en mí el Espíritu Creador, ¿qué es lo que dice?, acostúmbrense a vivir siempre bajo la mirada del Señor y acostúmbrense siempre…, acostúmbrense siempre a hacer todo lo que el Espíritu les diga, van a estar de cómodos en la vida, van a andar tan bien y van a ver que son seres de Luz, van a ver que a vuestro lado todo se transforma, todo florece, todo es lindo.

Mis queridos, el hombre no, no tiene, no debe tener otro oficio que el amor para todo, así transforma su vida a los que tiene cerca y la vida de los que no tiene tan cerca, pero viste que no, algunos no se convencen de eso, no, no quieren convencerse de eso pero, ¿puede el ser humano estar mejor que cuando ama?, pero Yo no me refiero solamente a los hombres sino a todo ¿mmm?, los objetos que..., que parece que no tienen vida pero, tienen vida o bien las plantas, los animales, todo ¿eh?.

No será hora Mis queridos de agradecer un poco ¿eh?, hasta del simple lápiz que toman diariamente para escribir, o el reloj que miran para saber el horario, o el calzado que tienen porque saben que eso les comunica con la madre tierra ¿eh?.

No es difícil, cuando el hombre termina probando lo que es vivir bajo la mirada del Señor constante, en continua presencia de Él y cuando el hombre por fin se decide a llevar a cabo el mandamiento que les di, todo se transforma, todo es diferente, todo tiene un sabor que no…, no puede compararse con nada.

Los amo Mis queridos, los amo mucho, tal vez hoy la reunión se extendió demasiado, después seguimos vos y Yo conversando ¿eh?.

Les amo ¿eh?, les amo, no dejen pasar este día sin abrir vuestro corazón y así Yo puedo estar en él para siempre.

Amén.