Mensaje del 16 de Febrero de 2004

Habla Artemio:

Hoy es 16 de Febrero de 2004.

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos los que ven y creen y también bienaventurados, aquellos que no ven y creen.”

Todos tienen que entender que el hombre sobre la Tierra, a través de los años le va de una manera, más cerca o más lejos de Mí, pero siempre Yo trato de influir en su vida para que me den un lugar en el corazón, aunque algunos por ahí dicen amarme pero, no me dejan entrar en su corazón, me tienen un poquito como en la puerta, siempre esperando.

Por eso, hoy quiero entrar en vuestro corazón, estas palabras no están dirigidas solamente a los que están presentes aquí sino a todos los hombres de los cinco continentes, para todos entonces estas palabras, que las mismas sean un consuelo, que las mismas sean la forma de estar conmigo siempre.

Yo les amo a todos y jamás querría el mal para nadie, por eso cuando vean mal sobre la Tierra piensen: quién habrá influido para que algo malo ocurriera, pero nunca piensen que un Padre puede ponerle piedras en el camino o hacerle daño, porque nunca eso puede ocurrir.

Yo arriba, Yo abajo, a la derecha y a la izquierda, delante y detrás, siempre con ustedes, en las buenas y en las malas, en las duras y en las maduras, siempre, es por eso que les pido que no abandonen nunca las devociones a Mi Madre y a Mí, porque eso cada día los acercará más a la Divinidad y cada día tendrán con más seguridad la eternidad de amor y de Luz que les espera a cada uno.

(Se escucha un niño, juega con cosas que golpea en el piso) …, estén en paz con todos, nunca deseen el mal a nadie, no guarden rencor, ni odio ni nada malo con ninguna persona porque todos son hermanos e hijos del mismo Padre que está en los Cielos… (se escucha un niño, juega con cosas que golpea en el piso)… ese niño que no entiende todavía, pero esos ruiditos que hace es una forma de oración que tienen las criaturas que todavía no entienden pero están más cerca del Señor que muchos.

Por eso Mis queridos, en este día, ha descendido sobre ustedes, no solamente la sanación para ustedes sino para todas las generaciones anteriores y futuras, que eso les de una seguridad de que el Señor está con ustedes y además de eso, que el Señor les protege y les da siempre todo lo mejor.

Quiero vivir en vuestros corazones, quiero estar dentro de él, por eso ábranme vuestro corazón que quiero entrar en él junto con Mi Mamá, para no abandonarlos jamás.

Amén.