Mensaje del 10 de Febrero de 2004

Habla Artemio:

Hoy es lunes 11 ¿no?, martes 10…, ¿martes 10?, bueno después de tanto… martes 10, como desde hace casi diez años que Jesús está aquí con nosotros.

Dice Jesús:

Hoy estuve tantas veces que no voy a ser tan largo pero sí tengo que dar Mi Mensaje de este día para toda la humanidad.

Recién dijiste sobre Mi recomendación de una fe adulta, me acuerdo que en una oportunidad Yo les dije hace ya unos años: tengan cuidado porque el río está creciendo, se está saliendo de su cauce, no sea cosa que la correntada los sorprenda en medio del río, hace mucho les dije eso. El río en este caso es el Espíritu Santo que está invadiendo todo pero en un comienzo no se notaba tanto, ahora se nota de una forma increíble, increíble para muchos y normal para otros.
Entonces, que cada uno en su lugar sea auténtico con lo que piensa, con lo que dice, con lo que siente, es decir hay que obrar como si cada día fuera el último día, sabiendo que como estos días ya dijeron, siguiendo la Escritura: “morir de cien años es morirse joven”, ya lo decía Isaías eso, cuántos siglos antes de Cristo y no había ningún remedio de los que hay actualmente.

Entonces, pensando que si cada día es el último día, pero no en un sentido negativo para 44amargarse no, no, no, sino pensando en que si tengo algo bueno para dar bueno lo doy, si tengo algo que hacer bueno lo hago, incluso si en algo puedo cansarme no me canso; es decir una vida más, como dije al principio: auténtica, y además no es cuestión de hacer tantas cosas sino hacer muy bien lo que uno hace, una pequeña cosa hecha muy bien en el día alcanza, hay montones de cosas que se van apilando en el día por supuesto pero…, pero vivir de esa forma, como si uno estuviera satisfecho al terminar el día del balance que hace de lo que pasó en el día.

Y… ¿que es lo más importante en el día para hacer? ¿mmm?, lo más importante del día es amar, amar a los que tenemos cerca, a nuestra familia, a todos los que tenemos cerca, cerca del corazón y si tenemos tiempo más allá también.
Entonces, eso es lo fundamental, cuando uno puede cerrar el balance del día habiendo amado lo suficiente, bien, entonces ya uno puede dormirse en paz a la noche y si a eso le agregan otras cosas que uno quiso hacer entonces mejor todavía, pero no es mucho lo que Yo les digo para tener una vida intensa y buena y de acuerdo a como Dios quiere, no, es poquito.

¿Qué es lo poquito?, lo poquito que les pido es que amen intensamente, ustedes dirán: pero ¿a cada momento?, piensen en un árbol, que da su sombra espontáneamente, sin decir una palabra y en su ramaje se cobijan los pájaros, los rayos del sol se detienen para no herir la tierra, muchos a su sombra pueden disfrutar de la vida… (se dio vuelta la cinta) …, vivir tan espontáneamente a veces sin decir una palabra pero habiendo dado lo mejor de nosotros mismos como el árbol que cobijó en sus ramas a los pájaros, detuvo el viento, sombreó el lugar para que el sol no hiriera la tierra, cuántos encontraron frescura en su sombra y llega la noche y el árbol no dice nada pero cuántos dicen del árbol, aunque no lo digan pero lo dicen: cuanto bien nos hizo, yo pude descansar a su sombra, el viento se detuvo en sus ramajes, yo pude cantar mejor dirá el pájaro en medio de sus hojas y así….

Sean como los árboles, sean como los árboles.

Amén.