Mensaje del 26 de Enero de 2004

Habla Artemio:

Hoy es tanto como 26, 26 de Enero de 2004.

Dice Jesús:

Estuve revisando mucho todo lo que te dije para ese libro que están haciendo en Buenos Aires y pienso que, le falta todavía como una especie de broche final y además decirle a este Santo varón que vos estás viendo, que si en algún lugar quiere resumir alguna cosa que tiene totalmente Mi permiso, porque él no va a querer resumir para no tocar las cosas que Yo dije ¿no?.

Es importante todo esto porque ustedes habrán visto ya que Mi objetivo es que cada día sean más tolerantes, más buenos, más humildes, más comprensivos, más hermanos de todos, entonces se debe tratar a los demás de una forma diferente, me refiero a los hermanos separados o a las religiones orientales, a todos. No pueden permanecer todavía con formas y sistemas de tantos siglos atrás ¿mmm?, entonces de este libro que está haciendo Gustavo tiene justamente la finalidad de ser un poco…, un sacudoncito. ¿Para qué?, para que vean que a lo largo de la historia se sepultaron montones de cosas buenas e hicieron prevalecer otras, no, bueno ellos tenían muchos siglos menos de historia, pero no sé si en este momento lo harían igual ¿eh? así que.

Entonces, Mi idea es que rescaten en todo caso de la historia de esos primeros siglos de Cristianismo un montón de cosas muy buenas ¿eh?, por supuesto que todo ese conjunto de noticias que llegan al hombre por los Documentos encontrados y por tantas cosas más; además por una razón muy simple, porque vos en un “viaje” estuviste hablando largamente con el máximo exponente de la Escuela Valentiniana, entonces que esto sirva para que…, es decir no sean tan dogmáticos, no sean tan ortodoxos y aprendan que hay montones de verdades donde a veces se desechan todas las cosas y no puede ser eso ¿mmm?.

Entonces, ese libro: Cristo, el Señor se manifiesta en Posse , les va a dar a muchos la idea clarísima de que Mi forma de ver las cosas es de apertura. Es decir, busquemos con los demás aquello en lo cual podemos coincidir, no en aquello que podemos disentir.

Bueno, algunas de estas cosas quiero agregarlas al final, después lo vamos a hacer, pero es decir tolerancia, bondad, humildad, por supuesto que en ciertas cosas no podemos ver que todo vale noo, pero ser un poquito elásticos en otras, entonces ustedes se van a dar cuenta hasta qué punto. Bueno tomemos por ejemplo, tu actitud con esas personas de otra religión que te visitaron, ¿que vieron ellos?, vieron tolerancia, vieron un tremendo respeto y vieron sobre todo un profundo afecto, entonces eso los enganchó, los enganchó hasta el extremo de ni acordarse de la Virgen y después tenerla en su casa venerándola. Pero ¿cuál fue tu planteo en un momento determinado, que no voy a revelar qué?, a ver dijiste vos en que podemos coincidir para hacer esto, la base es el Credo, porque ahí está reunido todas las creencias del católico ¿no?, entonces buscaron las palabras que coincidían y vieron que todas eran menos una que, al fin y al cabo quería decir lo mismo.

Es decir, esto es un pequeño ejemplo, muy simple, muy chiquitito, pero es la base de lo que puede hacerse con todos los seres humanos, en vez de buscar en qué disentimos, buscar en qué coincidimos, entonces con esa buena voluntad se va a dar por añadidura todo lo otro, no hay cosa más torpe y sin sentido que discutir teológicamente, no sirve para nada y no se llega a nada. Entonces eso tan simple como ocurrió aquí a vos te da la pauta de que es justamente la forma que tenés de hacer las cosas es la forma que Yo te estoy indicando y que da pleno resultado. Si uno dice: Mis queridos, no piensan como Yo pero no importa porque ustedes están en otro camino pero vamos hacia el mismo lugar ¿no?, eso conmueve al otro, al que esté delante, para ver que no hay ningún prejuicio sobre su forma de hacer, de actuar, etc., y eso es el comienzo, no sé si de la conversión pero sí de una vida distinta donde puede haber unión sin necesidad de la uniformidad.

Por eso, quiero agregar algunas cosas, ya oportunamente te digo cuando pero que haga ver esto que dije hoy, por supuesto que pondrán el grito en el Cielo, porque en todos los tiempos, para defenderme a Mí hasta lo hicieron con herejías, entonces qué me van a decir ¿mmm?. A Mí siempre me hicieron un flaco favor pero Yo tengo cifradas muchas esperanzas en este libro, muchas esperanzas; además, después de la aparición de esas documentaciones tan importantes, casi nadie se atrevió a escribir sobre eso y aquí no solamente que uno se atreve sino que Yo lo sugiero como necesario.

Entonces, tiemblen no muchos, porque no sé si están bien parados.

Los amo Mis queridos y ese ofrecimiento que hicieron de vuestras vidas, esa dación, lo acepto con mucho gusto y me ocuparé de ustedes muy especialmente siempre, no solamente hoy sino siempre, para ustedes y para siete generaciones más.

Amén.