Mensaje del 21 de Enero de 2004
Habla Artemio:
Dice mi mamá, hoy 21 de Enero de 2004, aniversario de su paso a la otra vida.
Habla mi mamá:
Sí, fue a las nueve y cinco de ese día y fue muy rápido, no sé si alguna vez conté, creo que no como fue esto, en realidad yo no tenía ninguna gana de irme ¿no? como le pasa a todos, pero sí, es cierto, cuando uno está ahí, en ese momento tiene un poco de temor, aunque no hay tanto tiempo para pensar esto ¿no?, no hay tanto tiempo, pero se tiene un poco de temor.
Ahora, ni bien cerré los ojos, cuando vos querías ponerme una pastilla debajo de la lengua y yo te hice con la cabeza que no porque ya no podía más abrir la boca, vos insistías pero ya no podía más abrir la boca, entonces no hay ninguna duda de que cuando uno está en ese momento siente dejar todo lo que tiene pero, te lo cuento esto porque puede servirles a alguno de ustedes, a todos por supuesto, para que no le tengan miedo a nada.
Yo hacía ya mucho que había recibido la visita de la Virgen Niña que me atendía siempre, San Miguel Arcángel que durante los últimos años siempre estuvo al lado de mi cama haciendo como guardia, además por ahí andaba mi mamá también, porque mi mamá no sé pero…, por supuesto que una madre quiere a todos sus hijos pero a mi me quería mucho ¿no? y…, pero otros Santos me visitaron también en esos días antes de mi muerte. Yo tenía una gran devoción por Santa Rita de Casia, porque no sé si te acordas que ella me sanó de la cadera cuando tenía cincuenta y algún años, que si hubiera escuchado a los médicos me hubiera tenido que operar y me hubiera quedado en una silla de ruedas. Me quedó viste ese ruido al caminar que hacía: track, track, track, pero al fin y al cabo no era nada ¿no? un ruido que uno tenía.
Y en esos días antes, prácticamente ya me habían dicho todo, ahora es importante que diga una cosa, vos recién dijiste que…, que como si uno se tuviera que preparar para eso, sí, sí, claro, sí, sí, pero más que preparar en ese momento yo pienso que hay que vivir toda una vida de una manera ¿no? y ese momento es un momento más de la vida que uno vivió de una manera.
Es decir, salvo que sea por cosas muy graves que uno tenga que arrepentirse en ese momento pero, sino es un momento más que antecede, es decir que viene antes de la muerte pero, no es el momento de arreglar grandes cosas, para algunos puede ser pero no es mi caso porque…, y bueno vos sabés muy bien como viví siempre, vos sabés muy bien todo lo que tuve que pasar siempre, pero no lo digo con dolor ni mucho menos sino con, es decir si estoy hablando con ustedes que están en el mundo todavía tengo que referirme a algo porque sino parecería que está descolgado el asunto ¿no?.
¿Saben que es lo realmente valioso en la vida de uno?, cuando se va acercando el no tener que reprocharse nada y si uno hubiera hecho alguna cosa que no es buena, es ir a ofrecérsela al Señor como una manera de…, bueno de poner todo al día; es decir no sé si hacer o no hacer cosas malas porque a veces uno las hace sin darse cuenta o las hace porque está enojado o lo que sea, pero lo fundamental es poner siempre como si cada día fuera el último día, en el sentido de que: bueno, hice lo que pude, porque el Señor no le pide a nadie que haga más de lo que puede hacer, que eso quede bien claro, puede estar muriéndose alguien a tres cuadras de aquí pero si no está en uno el salvarlo eso no es para nosotros, escapa a nosotros, entonces uno no puede cargar sobre sí todo ¿no?, no.
Decía que…, ¿saben que es lo que pasa cuando llega ese momento?, uno sigue pensando mucho en todos aquellos que ama, sean familiares o no, porque a veces hasta uno puede amar mucho más a gente que no es familiar ¿mmm? y tengan en cuenta siempre esto ,que lo que uno debe hacer es siempre parecerse a aquellos que hacen las cosas justas, porque ahí está el principal problema de todo. El Evangelio lo dice ¿no?, que el “justo es Santo” entonces de acuerdo a las posibilidades de cada uno darle a cada uno lo que corresponde, lo que uno puede, porque esto tiene que quedar claro, nunca el Señor pide más que lo que nosotros podemos dar, nunca.
Ahora, pero esto no quiere decir que si nosotros tenemos una forma de amar a los demás no tenemos que pensar que y ¿si pudiera amarle más?, si pudiera estar más cerca de alguien…;es decir, acostúmbrense a vivir de esta manera, nunca tengan vergüenza de hacer las cosas buenas, tampoco tengan vergüenza de reconocer cuando hicieron algo malo, pero nunca tengan vergüenza de nadie, lo que es es, háganlo porque es la forma, es la forma, porque cuando uno después pasa a este lado ¿mmm? puede que lamente no haber amado todo lo que debió amar.
Es decir muchas veces uno no se dio cuenta en la vida pero muchos hay que se dan cuenta y no lo hacen, no lo hacen por egoísmo, no lo hace por tantas cosas ¿no? pero lo importante es que de parte de uno ¿no? uno puede quedarse tranquilo, no importa si la otra parte responde bien o responde mal, no, ese no es el problema, el asunto fundamental está en que uno tiene que hacer las cosas bien, como reaccionan los otros es problema de ellos y no hay que preocuparse, en nada, en nada.
Ahora, yo tenía una forma de ser en que normalmente los demás no se daban cuenta cuando yo hacía las cosas y yo me di cuenta después de este lado, que había seguido muy bien el consejo en el Evangelio: “de que tu mano derecha no debe saber lo que hace tu izquierda”, y si vos pensas un poco te vas a dar cuenta que yo siempre obré de esa manera. Es decir, no lo digo como si fuera una gran condición o virtud, lo digo porque de este lado las cosas se pueden decir ¿no?, de todo, ahí también pero se pueden decir más, entonces, cuando se puede hacer el bien no hay que pensarlo dos veces, se hace y si ese bien que se hace no se comenta con nadie mejor todavía.
Ahora, sí está aquello de que cuando uno ve que lo que deseaba se hizo entonces puede decir: gracias Señor, sí está bien, pero en mi forma de ser no lo hacía públicamente, yo lo hacía en privado y por supuesto como yo no oía bien y me sacaba el audífono antes de acostarme entonces yo hablaba, aunque prácticamente en voz baja pero quien es sordo, un poco sordo, no se da cuenta si dice las palabras un poquito más fuerte, por eso de que vos escuchabas desde tu cama, pero eras tan prudente que tratabas de no saber las cosas que yo decía, en eso siempre fuiste muy prudente y además cuando Rosa, mi hija Rosa, tu hermana, también por la noche tenía largas conversaciones con el Señor por, pidiendo por este, el otro, el otro también habla un poquito fuerte y vos oías pero cuando veías que no, que no correspondía dejabas de escuchar y hacías otra cosa en la cama para que no…, en una palabra, para no entrar en la vida privada de los demás.
Ahora, yo de alguna forma algo sabía porque la Virgen me lo dijo, los Santos también, San Miguel Arcángel que siempre me hizo guardia ¿no?, me dijeron todo lo que iba a pasar con vos y yo por supuesto me preocupaba ¿eh?, pero después dije: si son cosas del Señor no tengo por qué preocuparme porque el Señor va a hacer lo que corresponde.
Ahora, esto digamos antes y cuando cerré los ojos ¿qué pasó?, pasó que de repente me sentí como si estuviera en esas plataformas que uno se pone arriba y sin caminar lo llevan lejos y me fui, digamos fui entrando en un mundo totalmente desconocido, hermoso y mirá vos, por un momento uno parecería que se olvida de todo lo anterior, porque es tanto las cosas que ve y además hay muchos rostros también que mirar de personas que están allí y el ser humano busca siempre como a alguien conocido ¿no? como para decir: no estoy solo en este lugar, entonces vi mucha gente conocida, ahora y también de repente me di cuenta de que muchas personas que habían pasado por la vida de uno a través del tiempo estaban allí y muy agradecidos, muy agradecidos.
Yo me acuerdo que cuando estaban los juntadores de maíz que venían del Norte, esto vos no sabes absolutamente nada, pero yo hacía una especie de, tenía como una forma de sacerdocio, es decir como no había nadie que ayudara a esa gente a nacer o a morir o a vivir ¿mmm?, porque cuántos chicos traje al mundo con estas manos y al principio tenía un poco de temor pero…, pero después no, era fácil, solamente una vez me preocupé un poco por un ombligo que corté y no había desinfectado bien la tijera y…, pero él no era, porque yo enseguida decía cuando una mujer tenía que tener familia: un fuentón de agua caliente ¿mmm? mientras yo empezaba a atender a la mujer que iba a tener familia o a los enfermos que había o lo que sea, porque yo le supe poner ventosas en las espaldas a algunos, a otros los untaba con grasa de gallina negra, bueno el problema no era si era negra o de otro color pero la grasa de gallina sirve para aflojar el catarro en los bronquios ¿mmm? , después había también la untura blanca, también sirve pero la grasa de gallina sobre todo en los chicos, también en los grandes, después un pañito caliente y al día siguiente ya estaban bien. No había ningún remedio para dar, nada, absolutamente nada, ni siquiera de yuyos, entonces yo siempre la grasa de gallina, el hundo sin sal que era la parte de la panza del chancho que está cubierta por una membrana que se ponía, se enrollada y se colgaba y se dejaba ahí madurar entonces aunque tuviera olor rancio esta grasa era muy útil para el pecho, la espalda, la garganta, para la torcedura, para lo que fuera.
Es decir, yo usaba todo ese tipo de cosas pero sobre todo decía: mirá no importa lo que uses, pero yo lo uso en nombre del Señor y entonces esto será bueno o no pero va a producir lo que yo le diga al Señor que produzca.
Por eso, digo esto porque muchas de las personas que encontré del otro lado o mejor dicho de este lado, fueron… (se dio vuelta la cinta) …
Habla Artemio:
Sigue mi mamá, el día 21 de Enero de 2004.
Habla mi mamá:
Estaba diciendo que cuando entré las personas que había, porque esto tienen que saber todos ¿eh?, cuando uno ayuda a alguien, cuando leen en el Evangelio que: “ningún vaso de agua darán si no es agradecido por el Señor”, no crea que así nomás eso, es en serio, y yo nunca hacía en voz alta las cosas pero todo lo hacía así ¿mmm? y yo pienso que un poco por miedo al principio cuando era jovencita y estaba sola o con los chicos chicos pero, en general era como una forma de…, sí, mi mamá me había enseñado mucho de eso pero era algo que nacía de mí el… de alguna forma ayudar, siempre ayudar y entonces cuando uno tiene eso en la mente el Señor aprovecha eso de ayudar y entonces como recién dije que la grasa de gallina, que la untura blanca también pero ya se compraba en la farmacia eso, o bien el hundo sin sal, o bien tantas otras macanitas que usaba pero era como una forma de convencer al enfermo de que eso servía, pero yo no sé si servía realmente eso o la intención que tenía uno de ayudarle a que se sanara.
Bueno…, ahora si yo me pongo a pensar toda la vida la pasé así, bueno tuve a todos mis hijos con mucho amor los tuve y los crié ¿no? pero, es decir, mi matrimonio no fue un matrimonio ideal, no, ni mucho menos, no hace falta que yo lo diga y sin ofender a mi marido pero y yo ponía como el ochenta y cinco, el noventa y él el diez ¿no?, pero en ningún problema, yo lo hice con mucho gusto y pensé que era la única forma.
Entonces, cuando uno en la vida se organiza así no es que se confunda lo que tiene que hacer sino que uno cree que todo depende de uno las soluciones de las cosas, uno mirando siempre al Cielo para decirle: Señor, esto va por acá o no va por acá, pero uno considera que tiene mucha fuerza para hacer todas las cosas y es hermoso eso y no es fuerza de uno sino es fuerza que el Señor le da; ustedes dirán: ¿por qué la Pepa cuenta todo esto?, no, la Pepa cuenta todo esto porque puede servirles a ustedes para muchas cosas, si van a tener todo lo que yo tengo mas vale que puede servirles.
Bueno, entonces encontré mucho de esa gente acá, ahora encontré más de esas personas que de los parientes ¡che! y no voy a hablar más de eso porque ahí nomás queda ¿no?, pero… sí, es así.
Entonces ¿que pasó después?, después así como si fuera sobre por una plataforma larga me sentí como desnuda y, es decir pero no desnuda como cuando uno se va a bañar, no, sino desnuda donde yo veía toda mi vida y el Señor, la Virgen, los Santos que siempre me habían acompañado, estaban todos ahí como mirando también, ahora ¿sabes que me gustó mucho?, de que yo me miraba la vida y veía que los otros también me la miraban y no tenía nada para avergonzarme; vos dirás: pero ¿será?, no, no tenía nada para avergonzarme ni para reprocharme tampoco. Yo no creía que era así, yo pensé que tenía tantos defectos y tantas cosas, por supuesto que los tenía pero el asunto es que en ese momento no tenía nada que reprocharme, nada de que avergonzarme, por supuesto que no estaba solamente yo ahí sino otras personas que había, también habían muerto hacía poquito.
Y…, pero cada uno en ese momento mira su propia persona, mira todo lo de uno y no mira lo de los otros, por eso en la vida hagan siempre lo que les parece bien y de los otros no se preocupen, porque acá cuando uno llega tiene que dar cuenta, una forma de decir, uno queda así como si uno se ve todo y los demás ven todo ¿mmm?, pero no las otras personas que llegan con uno sino todos aquellos, entonces uno se da cuenta hasta que punto los que estaban de este lado le fueron ayudando en la vida ¿no?.
Y hay algo importante que debes saber para que sepan los demás, y ¿que es?, de que yo gozaba en ese momento muchas cosas buenas que vos de grande después hiciste y yo pensaba: pero ¿cómo?, esto no lo hice yo y sin embargo estoy gozándolo y a su vez pensaba que muchas cosas de la que había hecho yo la estabas gozando vos.
Esa imagen que está allí de la Virgen, la Inmaculada fue testigo de prácticamente el cien por cien de toda mi vida ¿eh?, eso quiere decir que…, es decir por la Madre estaba siempre yo pensando: estoy aquí y Jesús me está mirando todo lo que hago, entonces cuida bien esa imagen ¿eh?, no importa, no importa una imagen no es nada más que una imagen, pero delante de esa imagen pasó casi toda mi vida. ¿Qué significa?, pasé casi toda la vida ante la Virgen María, mi mamá.
Entonces.. ¿y allí que pasó cuando yo me miraba todo como si fuera una radiografía de todas las cosas? y la mente parecería que, la cabeza aparece todo, todo, todo, todo, todas las cosas que se hicieron, todo, todo, y como ahí la memoria no falla ya uno ve todo, todo, todo y también ve todo aquello que no paga porque uno no es culpable.
Ahora, el Señor no es ningún hombre duro ni mucho menos que está ahí esperando para señalar los defectos, tiene una cara el Señor en ese momento más buena que nunca, como para que uno se sienta cómodo ¿no? y Él mira lo que ya sabe de uno, los demás también los Santos, los Ángeles y todo y están contentos, se nota, estaban en ese momento contentos por todo lo que yo había vivido y por todo lo que ibas a vivir vos y lo que estás viviendo. Es decir, tenía como un adelanto de gracia por las cosas que ibas a ser vos, y por qué me refiero a esto, porque vos tuviste ocasión de llegar a más personas, yo pude llegar a montones de personas que tenía cerca pero vos llegaste a muchas más personas.
Entonces, yo de antemano y que esto sirva para que todos sepan ¿no?, que las cosas que van a hacer aquellas personas que educamos y educamos bien, ya sirven incluso para nosotros si morimos antes ¿mmm?.
En una palabra gente, yo les digo esto, la vida parece larga en la Tierra pero es tan cortita en comparación de esto, ahora aquí como se vive de otra forma ¿no?, no parece nunca largo porque todo es muy bueno, pero quiero decirles que si todos los hombres se preocuparan un poquito nomás de que les espera una eternidad muchos vivirían de otra manera. Y yo les digo más, saben cual es la cosa que…, porque si yo hablo de la justicia a veces uno no sabe bien que le corresponde a cada uno, si hablo de muchas otras virtudes no sé hasta que punto se hasta donde puede llegar, pero hay algo que es realmente dañino, malo, ¿y saben que es?, todo lo que proviene de la lengua mal usada; es decir la lengua a veces dice lo que antes pensó la mente, siempre, pero tengan en cuenta esto que es algo tan, tan grave todo lo que ocasiona, todo lo que produce la lengua mal usada.
Es decir, el pensamiento mal usado, pensando mal, es decir siempre hay que pensar bien aunque uno se equivoque y luego siempre hay que hablar bien aunque uno se equivoque, uno sí puede hacer algún comentario por supuesto pero, es muy duro aquello ¿no?, porque Jesús se da cuenta que si Él dijo: “ámense unos a otros como Yo los he amé” entonces lo fundamental está, lo principal, lo que corresponde está en como uno quiere a los otros y cuando uno no habla bien de los otros entonces está en falta y en falta grande. ¿Saben por qué?, porque de este lado se ven las consecuencias de las cosas malas que uno hizo con la lengua al hablar de otros, yo les diría que es más grave y pesado todo lo que se hace en contra de los otros con la lengua que otro tipo de obras, otras virtudes, etc., porque hay algunos que no entienden que es ser humilde, o que es ser bueno, o que es ser cariñoso o que es ser… bueno, que se yo, cualquier cosa, pero normalmente todos saben que cuando están hablando mal de alguien están haciendo daño.
Ese cuento de la gallina, que dice este hijo mío que está aquí, es tan oportuno ese cuento porque dice tanto de esto, sobre el no pensar ni hablar bien de los demás.
Acuérdense de esto y díganselo a las personas. No hablen mal de nadie y tampoco piensen mal, porque bueno, si ustedes miden con esa medida, con esa vara, así lo van a medir a ustedes también ¿no? y además es una cosa que no sirve, hay que buscar que la mente esté en cosas mejores, no en eso, siempre hay algo para hacer, algo para decir que sea mejor, porque necesariamente cuando uno piensa en otro tiene que pensar mal.
Bueno, digo yo todo esto porque, ya voy a terminar porque estoy hablando mucho, pero es para que, otro día voy a decir más cosas, pero eso sobre todo les quise relatar un poco la llegada ¿no? porque…, miren todo es mas simple ¿eh?, mas sencillo de lo que uno cree, uno está acostumbrado en la Tierra que siempre para llegar delante de alguien hay que hacer trámites, hay que hacer esto, hay que hacer cola, no, acá inmediatamente todo ¿mmm? y después viene todo lo demás.
Alguno cree, lo resumo en pocas palabras, ¿alguno cree que ahí Jesús pronuncia grandes palabras?, no, no, no, ahí hay una cosa muy sencilla, sin preguntar todos están preguntando lo que vos decís siempre: a ver esta persona ¿cómo amó?, ¿cuánto amó?, ¿cuánto amó?, ¿cuánto amó? ¿eh?, no lo dicen pero lo dicen con la mente y allá todo se entiende, acá se entiende todo con la mente ¿no?, lo digo a veces allá porque estoy sentada en este sillón que me senté tanto cuando estaba aquí en la Tierra, aunque no tanto porque después lo guardé en la pieza porque no quería que se estropeara y seguramente pensaba que alguna vez lo iba a usar Jesús ¿no? y a mi me dolía cuando esa chica se sentaba y ponía los pies arriba del sillón este, y yo decía: pero ¿cómo?, no puede ser, que poca educación y ya seguramente pensaba que este sillón lo iba a usar Jesús ¿no? porque, y después para que no le pusiera más los pies arriba yo lo metí en la pieza, me privé yo también del sillón pero ella no ponía más los pies arriba.
Bueno, entonces y después vieron lo que pasa cuando uno llega a un hotel que es como si le llevan y le ayudan a llevar el equipaje ¿no?, entonces parecería que todos aquellos, parecería eso, que todos aquellos que uno ayudó, que uno amó con todo acá, donde estoy ahora, es como si le acompañaran ¿no? los que están de este lado y uno también ve la cara de los otros que todavía no están acá pero, uno ayudó.
Miren che, hay algo que es serio y que hay que pensarlo y todo gira alrededor del amor a los hermanos, es decir a todas las personas, todo gira alrededor de eso, en la medida en que cada uno organice su vida con eso tiene todo resuelto, no es tan fácil pero no tan difícil tampoco ¿eh?, no, no es difícil, no.
Entonces, yo les digo, todos, todos me acompañaron y aquellos que dicen que en la casa del Padre hay muchas casas, mansiones, moradas, bueno es como si me llevaran a mi lugar, pero ¿eso que quiere decir?, sí, fui a un lugar pero, es decir en base a todo como yo había vivido, en esa proporción, en esa cantidad o de esa manera iba a ver todo en adelante, entonces ahí uno de repente, no es que se olvide de todo lo que vivió en la Tierra, no, pero es como si hubiera llegado a un lugar maravilloso donde uno empieza a contar, es decir contar: uno, dos, tres, así, empieza uno a contar todas las cosas que hizo bien ¿no? y ustedes no se dan una idea, muchas cosas que uno cree que son normales de hacer sin embargo no, son cosas que uno hace bien.
Bueno, entonces allí uno empieza ya a disfrutar, a gozar del Señor y uno no sabe cuanto goza el otro, por lo menos al principio, uno goza lo que tiene entre manos de uno, lo que le toca en base a lo que hizo y entonces ahí sí uno empieza a acordarse de la familia, de todos y ya es automático, parece cosa mira, uno empieza a acordarse de aquellos que no llevan tan buen vida viste y ya como si quisiera decirle al Señor: mirá, te estoy recomendando a este, al otro, al otro ¿no?, ese mismo hábito que uno tomó en la Tierra de amar a los otros sigue de este lado ¿eh?, sigue y ya empieza como de acá se ve todo, todo, todo, todo ¿eh?, no deja que uno se escape nada, entonces como uno ve todo quiere ayudar, quiere ayudar a las personas y te digo más, hay algo importante, aunque uno no conozca a las personas o las conozca poco pero uno se preocupa mucho de aquellos que ayudan a los que uno amó mucho en la Tierra ¿eh?, eso es importante también saberlo, porque sino estas cosas si uno no las cuenta nadie las sabe ¿no?.
Bueno, ahora para terminar quiero darles la seguridad yo a ustedes que sigo paso a paso toda la vida de cada uno de ustedes ¿eh? y sobre todo lo que están más cerca de ti y te puedo decir que podes estar contentos con los que tenés cerca porque te quieren muy bien y pueden tener todos sus cositas como yo también las tuve ¿no? pero todos te aman mucho ¿eh? así que quedate tranquilo, por supuesto a todas esas personas yo las cuido, las presento siempre delante del Señor, es decir me ocupo mucho de todos ¿eh?. ¿Saben por qué?, acá tenemos una forma de ser nosotros, como vemos todo no hace falta que nos estén recordando: este necesito esto, este necesito lo otro, si me lo piden que interceda mejor ¿no es cierto?, pero sino uno ve todo por donde van las cosas.
Bueno…, estoy como decía siempre yo: parece que se llenó la bolsa, basta por hoy ¿eh?, basta por hoy, pero quiero decirles que los quiero mucho a todos ¿eh? y quiero decirles que todos aquellos que te aman a vos yo los protejo muy especialmente, y ¿por qué?, y bueno, saquen las consecuencias ustedes, si vos sos hijo mío y yo soy tu mamá entonces es lógico que yo cuide y ame mucho a aquellos que te quieren a vos y te aman a vos ¿no?, pero eso no quiere decir que no ame a los otros también pero por supuesto como Jesús tiene cosas a veces predilectas que quiere o no, yo también por supuesto, por supuesto.
Bueno, será hasta otro día ¿eh?, yo vengo siempre pero hoy hablé mucho, el Señor quiso que hablara, yo, el dijo que hablara, hoy hablé mucho. Me gusta todo como está, como tienen, todo está muy bien arreglado, todo está muy lindo y cuando vean cosas lindas aquí abajo, piensen: es un poquitito de todo lo hermoso que voy a ver después ¿eh?.
Bueno, me voy ¿eh?, me voy ¿saben?, bah estoy pero ya no me van a ver ahora aquí sentada en este sillón ¿eh?. Bueno ¿eh?, los amo mucho a todos ¿saben?, bueno.
Amén.
Habla Artemio:
Hoy es 21 de Enero, continua la segunda parte del Mensaje de hoy.
Dice Jesús:
Me gusta que disfrutes contando las cosas que pasaron en el día y porque al disfrutarlas es como si me estuvieras diciendo a Mí: Señor, alegrémonos porque se extiende tu palabra, y tampoco hay que hacerse problemas por si a veces uno disfruta un poco mucho de las cosas o nunca puede borrar la naturaleza humana, Yo que soy el Hijo de Dios y Dios mismo no puedo, ni quiero.
Bueno ya que antes de dar el Mensaje de esto noche, de este día, quiero aclarar que podes decir: Estela y porque no Gladis, porque en realidad, esta niña, hija Mía, debería llamarse Blanca, entonces vos la llamas Estela porque quiere decir: estrella y la estrella de la mañana tiene blancura. Esto ¿para qué lo digo?, para que todos vean que nada es porque sí, de cada uno de ustedes y de todos pero especialmente de los que amo, conozco el antes, el durante y el después de todo, entonces cuando ocurren cosas como estas busquen la vuelta a ver por donde viene.
Nada es porque sí y ustedes piensan que lo que leyeron en la palabra, al estar vuestros nombres escritos en el Cielo quiere decir que la Trinidad está siempre auxiliándolos a través de todos los medios que son los Santos que invocan, las personas que los aman y todos aquellos que se adhieren de alguna forma a ustedes. Es decir, que pueden tener la seguridad total y completa que tienen constantemente y no por este momento o este día y mañana, sino por este momento, este día, mañana y toda una eternidad, es decir, cuando a veces las cosas parecería que no condicen con la Providencia, tal vez convenga pensar: ¿no seremos un obstáculo para la Providencia?, pero tengan la seguridad que cuántos quisieran conocer todo lo de ustedes así como los conozco Yo, Mi Madre y los Santos y todos aquellos que los aman.
Entonces, digo esto para que en la vida, se manejen siempre… (se dio vuelta la cinta) … bases y estos principios, para que digan con total confianza y también esperanza, que es un salto al vacío, que digan que: el Señor es mi guía, el Señor es responsable de mi vida, si estoy con el Señor nada me puede faltar y todo esto ¿a cambio de qué?, a cambio de nada.
Mis queridos, no solo para ustedes sino entiéndanlo y díganselo a los demás, díganselo lo que es el amor de la Trinidad en la vida del hombre y esa vida el hombre tiene que vivirla así espontáneamente, pensando que a cada día le basta su propio afán y si bien uno piensa en mañana pero solamente el mañana lo conozco Yo y entréguenmelo a Mí el mañana. Ustedes pueden creer que tienen mayor seguridad y suerte que el mañana de ustedes me pertenece, me pertenezca, todos queremos saber que pasa mañana, pero Yo les digo: cada día le basta a cada día su propio afán, esfuerzo.
Acostúmbrense a pensar sí, pero a dejar el mañana totalmente en Mis manos, son Mis hijos, creados a imagen y semejanza, que esto quiere decir son pequeños diocesitos o diositos, sacerdotes, reyes y profetas, con todas esas dignidades Mis queridos ¿qué les puede faltar?, sabiendo que son Mis hijos y herederos de Mi Gloria.
Claro, no es una herencia tan pequeña que Yo sepa, heredar la Gloria del Señor es la máxima aspiración que puede tener el hombre, todo lo demás es paja.
Sepan que los amo tiernamente, sepan que lo que hoy leyeron en la sagrada Escritura no corresponde a ustedes en lo referente a que no tengo donde reclinar Mi cabeza, porque estoy dentro de ustedes desde hace mucho.
Tengan en cuenta también en este día todo lo que dijo Mi hija, porque aclara muchas cosas, de la vida futura, acaso no leyeron en la palabra hoy que: “muchos profetas y sabios quisieran ver y oír lo que ustedes ven y oyen”, únicos en el mundo, únicos, únicos y se los digo porque se que no será motivo para engreírse sino para dar gracias.
Amén.
Mensaje del 21 de Enero de 2004
Y…, pero cada uno en ese momento mira su propia persona, mira todo lo de uno y no mira lo de los otros, por eso en la vida hagan siempre lo que les parece bien y de los otros no se preocupen, porque acá cuando uno llega tiene que dar cuenta, una forma de decir.