Mensaje del 14 de Enero de 2004

Habla Artemio:

Segunda parte del Mensaje de este día 14.

Estoy en la escalinata del Hospital Garraham de Buenos Aires, entro sin que nadie me impida el acceso, tomo por la izquierda…, camino…, llego a una sala adonde hay niños, los niños no reparan en que yo llegué ahí, el Señor me dice que los bendiga, porque hay muchos que están en un estado grave, a pesar de que los niños se mueven, van y vienen, están graves algunos, otros no tanto, pero el Señor hace que las bendiciones lleguen a todos.

De repente estoy en otra sala pero aquí están acostados…, el Señor me dice que los bendiga a todos.

Bien, ahora de repente estoy en el Hospital Muñiz y de repente entro en la sala donde están los enfermos de SIDA, me acerco a uno de ellos…, no me ve…, le hago la señal en la frente. Empiezo a recorrer las camas…, nadie me ve, sigo haciendo señales en la frente a cada uno, llego a una cama y hay uno que está muerto, entonces le paso las manos por los ojos y se los cierro…;después entro en una sala enorme donde hay cualquier cantidad de internados, el Señor quiere que los bendiga a todos.

Desde un rinconcito, una Virgen de la Medalla Milagrosa, me sonríe desde su pequeña estatua, bien.

De repente ahora estoy en la Estación de Ómnibus, de Retiro, me hace ver el Señor todos los ómnibus que esperan para partir y llevar a personas, muchos de vacaciones y otros no, entonces voy caminando y tocando los ómnibus. Nadie repara en mí…, choco con una mujer, que no sabe con quien chocó, quedan muchos ómnibus todavía, el Señor me dice que los bendiga a todos, para que donde van estén en paz y bien.

Ahora de repente estoy…, playas, se oye el ruido del mar, hay mucha gente que se está bañando, el Señor me muestra el interior de esas personas, salvo algunos los demás están mal, me hace detener sobre todo al lado de un señorita que está muy quemada por el sol y está sola. Yo voy descalzo por la arena y siento la arena caliente, el Señor me pide que bendiga el mar y todos los que se bañan en todas las playas que moja el Océano Atlántico.

Ahora estoy en la Isla Martín García…, me lleva a la casa de un señor anciano que es el padre del jefe de correo, me pide que le de la absolución, yo no digo nada y obedezco.

Estoy ahora en una canoa en las Islas del Tigre…, estoy cerca de una casa de isleños donde el hombre está golpeando a su señora, entonces yo levanto la mano y digo: nunca más. Ahora veo un niño muy negrito, con unos ojos muy profundos pero ese niño me mira, notó que estoy, yo le toco la cabeza.

Y ya no estoy más allí sino que estoy en el Puerto de Buenos Aires, hay muchos barcos con distintas banderas entonces me elevo a unos diez metros para ver a todos los barcos y la bendición para todos ellos, pero al dar la bendición veo que de la mano salen como todos rayos que inciden en cada barco.

Ahora voy, en la ciudad esta de la Boca que está abandonada, debajo de un puente hay dos linyeras muy viejos, no me ven, me siento con ellos…, no hablo, sale de mi una Luz que los envuelve a los dos y los dos caen en un profundo sueño.

Ahora estoy entrando al Hospital… (se dio vuelta la cinta) …, aquí me ven, me tocan, me tiran la ropa, me piden ¿que les traje?, yo no tengo nada para darles, el Señor hace que me eleve sobre una mesa y desde ahí me hace expulsar el demonio de todo ese Hospital neuro psiquiátrico, que tiene cinco mil cuatrocientos dieciocho internos, en esta parte que son varones. Limpieza del maligno en todo esto.

Estoy en Lanús Oeste, en el Colegio donde está la Hermana Rufina, veo a otras religiosas, pero el Señor no quiere que las nombre. La Hermana Rufina me mira…, viene a saludarme, pero se da cuenta que nadie me ve, solamente ella, se siente un poco turbada, yo le digo: no se preocupe que es por un rato nomás…, la Hermana guarda silencio, se dio cuenta de todo.

Me voy de ahí…, entré en el departamento que tiene Héctor Morel en Once pero él no está, me pide el Señor que bendiga todo y que cierre la ventanita que él se olvidó abierta.

Me lleva hasta de C. y H., me pide que le toque las rodillas a H., que le toque el cuerpo, la columna, para que se sane o al menos que no le duela tanto, no se han dado cuenta de mi presencia.

Ahora, me voy al departamento de María de los Ángeles M., cerca de la plaza Vicente López, en la calle Arenales, por supuesto que no hay nadie, pero la bendición general para todo, para todos los muebles que hay en las dos piezas, paso a la sala de estar que es grande, paso a la sala de estar, doy la bendición, voy a la cocina, al baño.

Salgo de ahí, debe ser como el octavo piso…, paso frente del Obelisco…, me asomo por esa ventanita que tiene arriba el Obelisco y de ahí se ve casi toda la ciudad, la bendición para todos.

Estoy en el Cementerio de la Recoleta, todas las tumbas son verdaderos mausoleos, mármoles blancos, rosados, negros, hay muchos de los que aquí están que aún están en las tinieblas; de mi cuerpo sale mucha Luz que se desparrama por todos los lugares donde yo puedo ver, hay algunos coches que pasan por las avenidas del Cementerio, también a ellos les alcanza la Luz.

Dice Jesús:

Te he dado una muestra de lo que puede hacer Mi Misericordia en un momento, es decir todos aquellos, que están disponibles plenamente Mi Misericordia los usa para llevar Mi presencia, Mi palabra a todo lo Mío, a los más diversos lugares.
El dolor de cabeza que tenías era un anticipo de todo lo que pasó, porque normalmente nunca te duele a vos la cabeza, entonces tenés que entender lo que podés entender en cuanto a que antes de entrar en ese espacio, de pasar de un lugar a otro sin tiempo y estar en tantos lugares, entonces eso ocasiona un estado de descompensación entre el mundo en que te movés siempre y en ese mundo que en apariencia tiene espacio pero no lo tiene. No me pidas que te explique por qué en la playa estabas descalzo y en segundos lugares estabas vestido de otra forma, aunque no varió mucho, pero en la playa no desentonabas con el resto aunque no te veían, pero vos te hubieras sentido como incómodo en todos los otros lugares.

En un momento en el Hospital Muñiz se te cruzó por la mente involuntariamente cuando le cerraste los ojos al muerto que no te quedara nada en la mano, pasó así como un pensamiento fugaz nada más. Las iniciales de ese muerto son J. W. V.

Bueno esto que hiciste esta noche en un instante, Yo te lo hago hacer desde siempre pero nunca tomaste conciencia total, algún poquito que te pareció que era fruto de la imaginación nada más, pero últimamente en estos años sí te hice ver muchas cosas pero muchas no te las hago ver, muchas sí, muchas no. Incluso todo esto está fuera del tiempo y del espacio porque vos te movés hacia atrás en la historia, que puede ser reciente porque vos ves a tus familiares o no reciente que puede llegar muy lejos atrás en la historia ¿mmm?, o bien adelantarte, pero adelantarte no me gusta todavía hacértelo hacer eso, porque quiero que lo hagas teniendo más claridad para ver lo que verías y además está el problema de que se meterían en tu mente muchas ideas que todavía no conviene que las tengas porque son cosas que para los demás no han pasado todavía.

Además, como te has dado cuenta en esto vos te ves a vos haciendo las cosas que haces, todos aquellos que escuchan esto que estoy diciendo no traten de nombrar nada, ¿por qué?, porque le pondrían nombres de cosas que ya pasan y como esto no pasó nunca entonces hay que ponerle nombres nuevos a todo esto así que nadie pone nombres a nada porque no, no tiene nombre todavía. Puede sí decirse que está fuera del espacio y fuera del tiempo.

Hasta ahora lo único que vos podes sufrir es el cansancio, no te puedo explicar todavía porqué tenés cansancio, no, pero no es tanto, es un poco, dentro de un pequeño tiempo ya no vas a tener más cansancio, porque tus noches ahora son terribles, Yo comprendo, Yo comprendo. No hay una noche ni…, es decir si, normalmente es siempre, pero sobre todo cuando estas en la cama vas a tantos lugares que no, y alguien dirá, pero tantas idas y venidas, tantas vueltas y revueltas ¿son de alguna utilidad?, y sí, porque Yo te estoy usando en el buen sentido de la palabra, para llevar Mi bendición, que es la vida, que es el sol, que es el amor, que es la alegría, que es la felicidad, a tantísimos lugares, como una forma de hacer llegar Mi Misericordia.

Cuando Yo dije que el comienzo del Tercer Milenio y en adelante iban a pasar estas cosas, la extensión del Reino entonces los que oían pensaban: ¿cómo, de qué manera?, bueno no la entienden por supuesto y más aún todavía, no te dieron permiso para hacer las obras, en todas las obras pero, pero, pero, pero, pero, ya en la futura Iglesia ya se dan Misas y hay montones de personas que son especialmente cuidadas en todos los edificios que vos creés que algún día se harán, pero para Mí ya están hechas y le estoy brindando a esa gente beneficios de todo tipo y por supuesto, todos los días hay varias Misas en la Iglesia.

Es importante que diga todo esto para que todos aquellos que creen que dominan la situación y que uno anda necesitando de su permiso para hacer esto, lo otro, vayan teniéndolo en cuenta que la Misericordia del Señor lo hace, ojalá den permiso, no den permiso, autoricen o no autoricen, ¿por qué?, porque el Señor quiere que sea así y punto ¿no?.

Los hombres son a veces tontos, más que de costumbre porque creen que me van a Mí a poner barreras para hacer tantas cosas no, no, no. Se demoran en dar permiso y que se demoren, mirá si va a ser problema para Mí, mirá si va a ser problema para Mí.

Vieras los campos que bien cultivados que están, todos los mini emprendimientos, hasta a veces paseo Yo a la orilla de esos lagos artificiales que están programados pero que Yo ya le di realidad, los hice reales, ya están.

Cuándo se está…, les doy un ejemplo, dentro de los emprendimientos está la cría de truchas y otros peces, pues bien en este momento Yo estoy viendo las truchas como nadan, son más mansas porque no tiene tanta profundidad las aguas porque son para…, es decir hecho a propósito para vender ¿no?.

Estoy viendo las truchas por las dudas alguno le interese conocer algún detalle ¿mmm?, y… ¿de que otro emprendimiento te gustaría saber algo?, bueno, sí, el cultivo del algodón, ¿y quién dijo que en este lugar no viene el algodón?, si aquí viene, no es tanto pero lo suficiente como para decir: aquí se cultiva el algodón y se puede sacar también algún valor de eso.

Te muestro también si querés donde está las vacas, donde están las vacas para dar leche, todavía no hay ningún tambo acá moderno, se hace a mano, por una razón muy simple, para que ocupen más tiempo las manos de algunos que necesiten invertir en tiempo.

Es por eso Mis queridos que me causa mucha gracia, ¡uf!, me causa una gracia aquellos que me quieren poner límites a Mí, que me hacen esperar para darme el permiso para hacer cosas, que ¡ahhh!, que papel que hacen, pero como ellos no saben Mi Misericordia alcanza también para ellos, no hay ningún problema, porque ellos no saben, son como enanos de la mente, con perdón de los enanos.

Bueno Mis queridos, quise decir algo de todo lo que pasa, otro día voy a continuar, pero todos aquellos que creen y tienen soberbia y orgullo porque dominan campos de la ciencia, de esto, de lo otro, bueno, Yo les digo: sigan nomás, anden con muletas que Yo voy en avión para significar que voy rápido, ¿o que se creen algunos, que a Mi me van a poner barreras para auxiliar a los que necesitan auxilio? ¿mmm?, me resulta hasta cómico, barreras a Mí.

¿Estoy hablando de una forma desafiante?, no, estoy informando nada más, estoy informando, sobre todo para aquellas cabezas duras que creen que a Mí me ponen límites de tiempo cuando hay necesidades terribles que hay que solucionar.

Hoy te hice ver algunas de las cosas, otro día te voy a mostrar otras ¿eh?, te parece bien, sí señor. Entonces, a no preocuparse porque todavía ni tienen la tierra pero Yo ya la tengo asignada desde hace tanto tiempo y pagada y todo y estoy haciendo las cosas, estoy beneficiando a los que tienen que beneficiarse, o qué creen, que en el Tercer Milenio voy a dejar que se vaya al paso de la tortuga, con todo el respeto a la tortuga, se creen que voy a dejar eso no, no, no, Yo hago las cosas a Mi manera, les guste o no les guste y cuando estén de este lado y vean todo se van a agarrar la cabeza.

Por hoy es suficiente, otro día seguiremos hablando, pero me gustaría que otro día Mi Mamá te cuente muchas cosas, ahora basta ¿eh?.

Amén.