Mensaje del 26 de Marzo de 2003

Habla Artemio:

… y todos los demás, todos, (corrí el libro porque sino la Madre Teresa estaba incómoda).

Dice Jesús:

"Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue Mi no anda en tinieblas".

Te he mostrado, bueno lo que viste y las formas diferentes que tienen de hacer la guerra, aquellos que tienen y aquellos que usan lo poco que pueden. Yo no busco las razones de nadie, no me interesan las razones, me interesan cada uno de los hombres que están allí y ni me importa su nacionalidad, no me importa nada de nada, pero en tu lugar ¿a quien mirarías más?, porque todos esos que están en las trincheras, los últimos que viste porque no quiero hacer nombres, evidentemente son los que están en la cuneta de la vida, porque nada tienen, nada pueden, nada esperan, qué más le da a ellos, si la vida o la muerte, si permanecer o morir, qué más da, ¿acaso no es una muerte cotidiana el no poder tomar agua ni alimentarse lo suficiente?, el que está crecido bueno, pero el que no lo está y tiene que crecer, ¿qué futuro tiene? Por eso digo, están en la cuneta de la vida, están, simplemente ¿para qué están?

Mi mirada va más allá de sus nacionalidades, va más allá de todo, por eso no lo dije antes pero lo digo ahora, me parece óptimo el hecho de bautizar a todos los que mueren, parece para algunos que uno está vulnerando la libertad de ellos pero no es así porque ya han muerto, ya no pueden elegir ni optar, por eso no se vulnera ninguna libertad. Ahora Yo dije: ya no pueden elegir, ¿pudieron alguna vez?, esos niños que nacieron desnutridos, viven desnutridos, se crían desnutridos, si antes no los hizo morir el hambre o la guerra.

Yo pregunto a todos los hombres de los cinco continentes: ¿hay algo de menos valor que la vida?, para todos, sobre todo ¿todos lo que hacen la guerra?, la vida no se cotiza en los mercados, ni en las bolsas ni en ningún lugar, la vida es algo para muchos accidental, viven porque viven y como dicen en vuestro folklore: "para la mayoría de los que están allí la vida es una herida absurda". ¿Qué tienen que esperar para mañana cuando salga el sol?, ¿qué?, se han dado cuenta que hasta aquellos pequeños placeres que tienen ustedes cotidianos quienes reparan en ellos, como el bañarse sin mirar cuán, qué cantidad de agua usan, el comer algo o rechazarlo porque no tienen ganas, para algunos sería un verdadero milagro no bañarse... tomar agua; no digo otra cosa.

Al menos cuando ven que cae el agua y lava vuestros cuerpos piensen por lo menos: gotas de esta agua harían revivir a algún niño en algún lugar del planeta y yo dejo que corra y corra y corra, bueno los occidentales ya tienen metido en la cabeza que si no se bañan no pueden vivir. Yo no digo que sea malo bañarse, solamente estoy diciendo que algunos no tienen agua para tomar; alguno tal vez diga, en una forma un poco irónica: que extraño que el Señor se ocupe de los temas cotidianos mientras que en todas las apariciones su Madre y El a lo mejor hablaron de otros temas y a veces parecían de bueyes perdidos, noo Mis queridos, ocurre que en otras oportunidades lo que Yo dije tuvo tantas censuras y cuando llegó a los hombres ya estaba casi desnaturalizado lo que Yo dije y aquí tienen la suerte ustedes de tener el original y escuchando la voz Mía, que bien lo saben ya escuchando de nuevo esos aparatos que ustedes tienen pueden escuchar Mi voz y la de Artemio, porque se distinguen muy bien una de otra, Yo dictándole y él repitiendo. Y ustedes dirán: ¿por qué en vez de hablar no hago algo?, porque Mi Padre y Yo y… es decir la Trinidad creó al hombre libre y por lo tanto le deja usar su libertad para que haga lo que quiera, qué preferirían: autómatas guiados como si fueran títeres con hilitos.

Claro saquen también conclusiones nadie puede cosechar tomates cuando sembró berenjenas, claro el problema fundamental es que es si uno está conciente de lo que está haciendo, porque Yo no creo, sinceramente no creo que el que aprieta un artefacto para que un misil destruya, no creo que sienta placer, además están tan lejos los objetivos, los blancos que no saben dónde va a caer, Yo sí veo todo, sé donde caen. Vos decís que no estás bien de salud desde hace un tiempo, es cierto, bueno Yo soy el culpable de eso porque te llevo a tantos lugares, te hago ver tantas cosas, a veces sentís todo el estómago revuelto, es que cuando se ve tanta sangre sin que uno lo quiera se revuelve el estómago y todo esto del organismo no funciona bien, por eso durante toda la guerra vas a estar así, vas a estar de esta manera, de día, de noche y de trasnoche, siempre, no hay otra alternativa. Acuérdense de los vivos pero también acuérdense de aquellos que van a morir, para que aquellos que van a morir puedan tener una eternidad en la Luz del Padre, no creen que es justo que aquél que nunca tuvo nada, no tiene ni tendrá, que toda su vida ha sido una miseria total, en todos los ordenes, ¿no creen que merece una oración para que cuando cierren los ojos para siempre gocen de la felicidad del Padre por toda una eternidad?, es lo menos que podemos pedir.

Amén.