Mensaje del 15 de Marzo de 2003

Habla Artemio:

Te damos gracias Señor porque eres bueno, porque eres Santo Señor, porque grande es tu Misericordia, te adoramos Señor porque sos nuestro padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero en este peregrinaje hacia la Jerusalén celestial. Grande eres Señor, grande te manifiestas ante nosotros Señor, grande es tu Misericordia que alcanza para todos, para todas las cosas teniendo en cuenta todo lo que va a pasar. Señor no mezquines tu Misericordia, no mezquines Señor; con todos los países del mundo; con cada uno de los hombres que habitan en el mundo, no mezquines tu Misericordia Señor; con cada uno de nosotros, con nuestras dolencias, preocupaciones, problemas y todas nuestras necesidades, no mezquines tu Misericordia Señor; por todos aquellos que amamos Señor, no mezquines tu Misericordia; por todos aquellos que no nos aman a nosotros y quieren nuestro mal, no mezquines tu Misericordia; por cada uno y por todos aquellos que tienen en sus manos la resolución de los grandes problemas, no mezquines tu Misericordia Señor. Ven Señor Jesús, ven, ven Señor Jesús.

Dice Jesús:

Toda la humanidad está sufriendo dolores de parto y digo así porque todos aquellos que se preocupan por sus semejantes en su cuerpo y en su alma están sintiendo… (se dio vuelta la cinta) … el impacto de todo lo grave que podría pasar. Bienaventurados aquellos que a pesar de todo siguen confiando; bienaventurados aquellos que sin tener ningún motivo para confiar se abandonan en las manos de la Providencia; bienaventurados aquellos que sin tener nada de donde tomarse, piensan que Yo cosecho donde no siembro. Les repito, que la humanidad está sufriendo dolores de parto y ustedes dirán: pero los dolores de parto significan que va a haber un nacimiento, por eso justamente digo Yo: dolores de parto.

Estén siempre velando, oren para no entrar en tentación, estén siempre velando para no entrar en tentación. Todo vuestro esfuerzo, vuestros deseos, vuestra expresión de deseos es tenida en cuenta, tengan confianza y esperen el amanecer de un nuevo día porque es hora el amanecer de un nuevo día. Yo sé que detrás de estas palabras muchos leen entre líneas y tienen derecho, pero es mucho más de lo que leen, mucho, mucho más. Estén siempre velando y orando y tomen conciencia de que si ustedes tienen esperanza habrá un nuevo amanecer.

Amén.