• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 08 de Marzo de 2003

El mundo está como conteniendo la respiración por temor a todo lo que puede pasar, ahora Yo no mido el tiempo como lo miden ustedes, es decir de este lado se está siempre en un continuo presente, entonces uno sabe perfectamente que cosas van a pasar, es decir como los hombres van a usar su libertad.

Mensaje del 08 de Marzo de 2003

Habla Artemio:

… no solamente el Señor sino todos los Santos (corre la Biblia porque ese es el lugar de la Madre Teresa). Bien…

Eso que no pueden tener los ojos abiertos es por el gran resplandor que hay porque está como Jesús de la Misericordia, entonces es tanto el fuego que sale de sus ojos, de su corazón que uno tiene que entornar los párpados porque hiere la vista ¿no?, además todos están sintiendo un calor muy grande, piensen que ese calor que sale de Nuestro Señor, el Hijo de Dios y Dios mismo, piensen que está penetrando en ustedes, en todas las personas que ustedes aman, en todas las personas que ustedes quieren, está penetrando en esas fotos que tienen en las manos y que ustedes trajeron para que se sanan, piensen en todos los que quieran y el Señor va a llegar hasta ellos con su calor, es decir con su gracia y su Misericordia.

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos aquellos que dejan sus tareas y vienen a este lugar, a este santuario a estar un rato en Mi compañía”.

Demás está decirles que todos vuestros pedidos, todas vuestras preocupaciones, vuestros deseos, vuestras angustias, vuestras tribulaciones, todo, son tenidas especialmente en cuenta por Mi y por Mi Mamá y por todos los Santos que están aquí, todos interceden delante de Mi Papá continuamente, me refiero a Mi Papá del cielo, no a Mi padre adoptivo que es San José, que también está presente.

El mundo está como conteniendo la respiración por temor a todo lo que puede pasar, ahora Yo no mido el tiempo como lo miden ustedes, es decir de este lado se está siempre en un continuo presente, entonces uno sabe perfectamente que cosas van a pasar, es decir como los hombres van a usar su libertad. ¿Y cuál debe ser la posición de un cristiano en un momento así?, bueno la misma posición que les pidió Jesús a los discípulos cuando estaban en el huerto de los Olivos y les dijo: “oren y manténganse despiertos, oren”.

Pero el cristiano tiene que mirar todas estas cosas, si bien por supuesto les causa dolor pensando que tanta gente puede morir, que los niños, que los viejos, que todo ¿no?, pero… es decir hay que vivir cada día como si fuera el último día o como si faltaran un millón de días todavía, porque todos los hombres son peregrinos hacia la Jerusalén celestial ¿mmm?, todos son peregrinos, están en el camino, algunos con más años, otros con menos años, eso no es indicio de nada. Porque nadie sabe ni el día ni la hora, pero tomen las cosas así como peregrinos hacia la Jerusalén celestial, más allá de todas las cosas que pueden pasar, o de todas las amenazas, o todos los miedos o todas las cosas que ocurran, las guerras son más allá de las guerras, pase esto o no pase esto.

El cristiano tiene que vivir siempre dentro de una posición del hombre que tiene esa seguridad plena en el momento que sigue, no sé que va a pasar en el momento que sigue pero tengo que tener la seguridad plena que si estoy con ustedes, es decir si ustedes piensan: Dios está conmigo, entonces ninguna cosa mala puede ocurrir ¿no?, porque todo está no programado pero el Señor va a sacar de cada cosa el partido necesario para que vuestro camino de peregrinos no se interrumpa a través del tiempo y del espacio.

Oren y velen en los momentos difíciles, no es cuestión de desgranar cincuenta o cien rosarios diarios sino esa actitud permanente de estar en presencia del Señor, que nos está viendo todo lo que hacemos y cual es nuestra preocupación por nuestros hermanos, estén aquí o en el otro extremo del mundo, así que no… no teman, no teman. Yo he superado la muerte, y todos los dramas y problemas de los hombres y de las cosas, así que no debe haber temor en ustedes, de ninguna naturaleza, al contrario una confianza plena en que las dolencias que tienen o los problemas que los aquejan, etc, están en Mis manos y si todavía no las han puesto en Mis manos póngalas, para que Yo realmente solucione todas las cosas.

Porque es cierto que el hombre tiene libertad para obrar y hacer o no hacer pero también es cierto que ustedes pueden decir: Señor tomá mi libertad, yo te la regalo, hacé conmigo lo que quieras; entonces ese ser humano tiene que pensar: bueno tendré que cuidarme de los hombres porque hay muchos bastardos por ahí para dispuestos a hacer daño, pero, pero estoy convencido de que en sus manos las cosas serán buenas siempre. No me van a decir que no se sienten protegidos cuando están en Mis manos o en las manos de Mi Mamá, entonces hay que tomar todas las cosas así simple y espontáneamente, mañana… mañana es otro día, cuando el sol aparezca, como dije tantas veces, le dirá a todo: “hágase de nuevo” ¿mmm?, mientras tanto tenemos esta noche por delante, no dejemos que se escape, llenémosla de todo lo que nos parece bueno y hermoso, de todo.

Es decir cuando alguien le dice si tiene miedo de morirse… dice que sí, pero lo que tiene miedo es dejar a aquellos que ama y también tiene miedo de que aquellos que le aman a uno, queden solos. Bueno, pero si están conmigo, ese miedo deben perderlo, perderlo totalmente, si viven en un continuo presente, con esa espontaneidad natural del que sabe que sus cosas están en manos del Señor y en ningún lugar pueden estar mejor. Que uno tiene que preocuparse… más vale, porque Yo necesito vuestras manos, vuestros ojos, vuestra mente, vuestro corazón, vuestras piernas, vuestros pies para hacer montones de cosas, pero acuérdense siempre que si Yo estoy en la vida de ustedes todo es diferente.

Además pidan continuamente la presencia en ustedes del Espíritu Santo, porque Yo les comunico a través de Él todas las cosas que son necesarias para vivir bien y en paz. Que este miembro de la familia, que el otro, que el otro, que el otro, que no… que son un poco ariscos, los que son un poco orgullos, que tienen esto, que tienen lo otro, tomen todo y ofrézcanmelo para que Yo me encargue de sus defectos, de sus cosas ¿eh?, eso es muy importante, tremendamente importante abandonarse en las manos del Señor en todo, porque de esa manera se puede vivir una vida preciosa, sin ningún sobresalto, sin ningún tumulto, sin ningún problema que no se pueda solucionar, todo es solucionable y mucho más si el Señor está con nosotros.

Por eso Mis queridos, los necesito para amar a todos, los necesito para que me presten vuestras manos, vuestros pies, vuestro corazón, vuestra mente, es decir me presenten todo vuestro ser, porque Yo quiero hacer con él muchas cosas buenas y no hay nada mejor al final del día que pensar: he vivido este día habiéndole ofrecido al Señor todo, ¿y mañana?, y bueno cuando mañana me levantaré, tendré alguna expresión: “Jesús ten piedad de mi”, como poniendo de nuevo todo en sus manos para que Él se apiade de nosotros, y nos de, nos de todo aquello que necesitamos. Necesitamos mucho ya lo sé, pero el Señor no se achica nunca, Él sabe todo lo que necesitamos, pero le gusta que se lo pidamos; siempre en el Evangelio se ve como a Jesús le gusta que le pidan las cosas, entonces no seamos reacios en pedirle y además pedirle que venga a nuestro corazón a amarnos, porque en el momento que Jesús llega a nuestro corazón vamos a notar que hay un amor tan diferente en nuestra vida, que las cosas se hacen tan distintas, tan maravillosamente distintas.

Lleven a todos los lugares dónde van Mi palabra, no hace falta ponerse en un lugar y empezar a decir: porque Jesús, por… no, no, no, si quieren pueden hacerlo, pero Yo lo que les pido es que con vuestra propia persona, con vuestro propio ejemplo, con vuestro carácter, con vuestra forma de tratar a todos vean que ustedes son de Jesús y si alguna vez se te escapan los pájaros y no procedes lo suficientemente bien, pues bien se pide: perdón Señor por no haber hecho las cosas lo suficientemente bien.

Pero vuelvo a retomar todo, no a lamentarme: ¡uy! si lo hubiera hecho bien, no, no, no, perdón Señor y ya lo sigo haciendo bien; no traté a este hermano con el suficiente afecto, bueno lo voy a tener en cuenta cuando lo encuentre otra vez, me voy a desarmar como para darle el doble por lo que no le di el otro día. Y así en todo, con los enemigos ¿cómo obraremos?, y bueno no es cuestión de andar arrodillarse ante cualquiera, pero pensemos que son también Mis hijos y que Yo he muerto en la cruz por todos y entonces ofrézcanmelo también a Mi, incluso a aquellos más malvados y terribles que realmente son un verdadero azote para los hombres, pues bien ofrézcanmelo a Mi. Acaso no leyeron hoy en la palabra que: “los sanos no necesitan médicos, los enfermos si”, y de alguna forma u otra todos están enfermos, algunos por falta de cosas materiales, y muchos por falta del amor necesario para poder edificar una vida.

Acuérdense Mis queridos de dejar un lugarcito en vuestro corazón para que Yo pueda entrar en él, tengo tantas ganas de amarlos y de hacerles sentir todo Mi amor, bueno ya lo están sintiendo porque ese calorcito que les corre por el cuerpo en este momento, soy Yo que estoy paseando por ustedes, estoy paseando por ustedes y entonces ¿eh?, ese calorcito que sienten no es nada más ni nada menos que Mi Misericordia envolviéndolos a ustedes, envolviéndolos ¿para que?, para que todo salga bien.

Al volver a sus casas, piensen: mi Dios y mi Señor está conmigo ¿a quién debo temer?; mi Dios y mi Señor está conmigo ¿de qué me tengo que preocupar?; mi Dios y mi Señor están conmigo y es lo máximo que puedo aspirar.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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