Mensaje del 17 de Febrero de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 17 de Febrero de 2003.

Y Señor, como hace ya ocho años, siempre estás aquí con nosotros, está todo el día pero a esta hora sobre todo, un poquito más temprano, un poco más tarde das tu Mensaje Señor, no solamente para nosotros sino para todos los hombres de la Tierra, que una vez pasados por Internet todos los hombres de la Tierra pueden leerlo en todos los idiomas.

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quién me sigue a Mi no anda en tinieblas”.
Que nadie se considere poquito, que nadie se considere malo, que nadie se considere que está en falta en algo, que nadie piense las deudas que tiene con el Señor porque Yo ya las he pagado, que nadie esté triste por su pasado, que nadie se preocupe por aquellas cosas que ya fueron porque Yo las vi, las perdoné y lo sané todo. Antes de que ustedes hicieran las cosas Yo ya sabía que iban hacer, por eso ya les perdoné de ante mano todas las cosas que iban hacer.

Estén alegres, estén reconfortados, estén bien, porque han venido a verme, Yo estoy en todos lados pero aquí Mi presencia es también física como la de Mi Mamá y de todos los Santos, entonces el aire que ustedes están respirando es el aire que Yo respiro, el calor que ustedes sienten es el mismo calor que Yo estoy sintiendo y ese perfume extraño que parece que no huele a nada en especial, ese perfume que sale de Mi piel, que es como si fuera la naturaleza misma. Es decir, han venido de lejos para estar aquí conmigo, piensen que cada giro que dio cada neumático y todo lo que gira en el vehículo fue una bendición al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y también de la Virgen María.

Piensen, que al venir a este lugar, entran en el proyecto Mío, en el proyecto del Señor y en consecuencia, la vida sigue dura por supuesto, como a todo el mundo, pero no es lo mismo, nada que ver, no es lo mismo cuando uno está tomado de la mano del Señor y de la Madre y va por el mundo que cuando va solo. Entonces habrá luchas, problemas y todas las cosas pero será una lucha diferente, una lucha distinta ¿por qué?, porque Yo estoy con ustedes y ustedes están conmigo, ¿acaso no me dijeron recién que están enamorados de Mí?, ¿acaso no se notó como quieren a Mi Mamá?, entonces cuando regresen a vuestros hogares, piensen: hemos respirado el mismo aire que respira el Señor, y la Virgen y los Santos y los Ángeles ¿mmm? y eso tiene que alentarlos, alentarlos para seguir luchando, para llevar confianza a los enfermos, para decir con orgullo: yo soy de Jesús y de María.

Mis queridos, les agradezco vuestra presencia, tengan la seguridad que todo aquello que me han pedido se les concederá, porque Yo los amo, así como los amé siempre y los voy a amar para siempre. Yo soy un Dios de amor, que no encuentra sentido si no es en el amor, entonces…, entonces piensen esta noche al dormirse, piensen que Yo estoy ahí, lo mismo que Mi Mamá, Mi Mamá los hace chiquititos y los pone en sus brazos y les canta el arrorró, diciéndole a cada uno que cada uno es un pedazo de su corazón.

Por eso Mis queridos, es por eso Mis queridos que tienen que volver a vuestros hogares en paz, pensando: yo soy de Jesús y de María y en consecuencia nada me puede faltar. Acuérdense siempre de eso, si no pueden rezar porque no hay tanto tiempo o no hay a veces tantas ganas, pero sí digan una jaculatoria: Jesús en vos confío, o Inmaculado Corazón de María ¿eh?, no hay más tiempo para otra cosa, cuando están por ahí lejos que nadie los escucha, digan fuerte: Señor mío y Dios mío, estoy tan orgulloso de ser tu hijo, porque se que me quisiste desde siempre y me queres por toda una eternidad, por toda una eternidad.

Amén.