Mensaje del 11 de Diciembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 11 de Diciembre de 2003.

Recibimos el Mensaje de Jesús como hace casi diez años ya, todos los días, que después a través de Internet podrán leer todos los hombres del mundo, como hace tanto tiempo lo hacen.

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos los que están en Mi presencia, porque si están aquí tienen fe y si tienen fe Yo oiré lo que me piden y además colmaré de bendiciones, no solamente a los que están aquí sino a todos los que ustedes aman. Bienaventurados los que ven, me ven y creen, bienaventurados los que no me ven y creen”.

Ahora, daré un Mensaje relativamente breve, pero después nos extenderemos más ¿eh?, como hicimos ayer.

Yo estaba mirando recién vuestra mente cuando pensaban ustedes en todos los que aman y den gracias que los tienen ¿eh?, siempre los hombres enumeran lo que no tienen pero no lo que están disfrutando y gozando, pasan los días y pasan los días y el hombre no, no toma conciencia de lo que es tener su familia, sus cosas, sus propiedades, sus hobby, sus entretenimientos, todo está Santificado por Mí o ¿qué creen?, de la primer cosa hasta la última.

Y Mis queridos, tienen que pensar esto, solamente con estacionar el vehículo delante de esta casa, es como si vuestros nombres ya estuvieran escritos en el Cielo, ¿para qué?, no solamente para que el día de mañana gocen por toda una eternidad de la Trinidad sino para que toda la vida sobre la Tierra tenga un sentido diferente.

Es tan fácil prestarse al amor, es tan fácil amar profundamente, casi diría Yo que en muchos es espontáneo, sobre todo aquellos que tienen la actitud de amar, por supuesto que el amor más valioso, como decía la Madre Teresa: es aquél que hasta duele. Y si ustedes se ponen a pensar en general, todo amor profundo duele, cuando se ama uno siempre tiene miedo de perder aquello que ama y también tantísimas veces el no ser correspondido en el amor hace doler y cuánto y tampoco no siempre el amor es correspondido sino también la mayoría de las veces es unilateral; es decir se siente pero los demás ni se dan por enterado, pero el ser humano sabe que ese es el camino y aunque le dijeran un millón de veces cuando saboreó el amor que se aparte del camino pero no se apartaría jamás, simplemente porque el amor es lo que mantiene de pie al ser humano, el amor es el que hace que pueda luchar contra todos, con todos para seguir viviendo, para subsistir.

El amor es la sangre espiritual que mantiene vivo, o acaso no ven niños que están sanitos pero por no tener amor porque no tienen sus padres mueren de marasmo, es decir falta de afecto. Cuántas veces se dijo aquí adentro, en tantos años, que el que no tiene amor suficiente no dura tanto tiempo y se seca como la planta que no se riega.

Entonces, diríamos que es casi una obligación del ser humano procurar el afecto, Yo nunca les dije como ni a quien, ni de qué manera, no, hay que sentirlo para estar vivo, no hay que preocuparse mucho a veces si todo eso que uno siente está tan puro e inmaculado, no, eso de si está puro o inmaculado lo diré Yo, ustedes amen con toda su alma, porque eso Mis queridos es lo que Yo les voy a preguntar cuando ustedes cierren los ojos y los abran en Mi dimensión, ¿qué les voy a preguntar?: ¿cuánto amaste?, ni a quién, ni cómo, ni de qué forma, ni de qué manera, nada, cuánto, es una cuestión de cantidad Mis queridos.

No lo olviden ¿eh?, es lo único que puede salvarlos de todo, es lo único por lo que tiene sentido la vida, es lo único que hace posible que el ser humano permanezca de pie y pueda seguir viviendo. A medida que pasa el tiempo uno purifica los amores pero no hay que fijarse tanto sino amar, amar, amar profundamente, es el único camino Mis queridos que ustedes tienen para llegar a la Jerusalén Celestial.

Amén.