Mensaje del 03 de Diciembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 03 de Diciembre de 2003.

En tu nombre Señor estamos esperando tu aparición para el Mensaje de todos los días, que hoy son dos porque es miércoles.

Ven Señor Jesús, ven, ven, ven Señor, y cuando lo tengamos aquí a Jesús démosle gracias por todos los favores que nos ha concedido y también pidámosle todo lo que necesitamos, necesitamos tantas cosas, tantas pero tantas, no solo para nosotros sino para tanta gente. Que la Misericordia del Señor se multiplique y alcance a todos los hombres que necesitan.

Jesús está con nosotros.

Dice Jesús:

Soy consciente de todo el dolor que hay en el mundo, soy consciente de los niños que sufren, los que van creciendo y creciendo y llegan a adultos-adultos, lo que llaman viejos y parecería que no, no hay ninguna atención para ellos, sí, para algunos sí, pero para una gran mayoría no.

Ahora, Yo les digo que a vuestra gran lista de personas que necesitan del auxilio, que ustedes creen que necesitan del auxilio de los hombres, agreguen todos aquellos que en apariencia no están enfermos, pero están enfermos por la falta de amor, actualmente o en algún momento de su vida. Lo único que puede hacer crecer al hombre bien es estar rodeado de todo el amor necesario, desde el momento de la concepción, es decir teniendo en cuenta que el hombre debe ser amado, debe ser deseado, debe ser esperado con regocijo y son tantos los que no, ya ahí empieza la carencia de afecto y esa carencia que se va a demostrar después a lo largo de toda la vida, en un sin números de enfermedades, de problemas, de todo tipo.

Yo comprendo vuestra preocupación por tantos pero, ustedes no pueden llegar sino a una pequeña minoría, a hacer llegar vuestra presencia a una pequeña minoría, pues bien si a ustedes les preocupa todo eso y claro que les preocupa, cada mañana o cada noche, ofrézcanle a Mi Misericordia, ofrézcanme todos los seres humanos de lo cinco continentes que sufren por algo, enfermedades de cualquier naturaleza o bien…, si no son enfermedades pueden ser otro tipo de problemas, pero ofrézcanmelo a todos y Yo les aseguro que Mi Misericordia llegará a todos.

Todos son Mis hijos, cómo Yo los puedo dejar abandonados, nunca, pero también necesito de vuestro corazón y vuestra mente para que me ofrezcan todos los hombres que están sobre el planeta y tienen necesidades de todo tipo.

¿Y está asi solucionado el problema?, ustedes no podrían llegar nada más que a unos pocos entonces confíen en Mí, que quiero llegar a todos, es tan rápido y fácil decir: te ofrezco Señor en este día todos los que sufren cualquier cosa y Yo les aseguro que estaré allí al lado de cada uno de ellos.

Este es el penoso camino de algunos hacia la Jerusalén Celestial, pero no se olviden nunca que como decían antes: “en la casa de Mi Papá hay muchas moradas” y Yo he muerto en la cruz y resucitado, es decir vine a la Tierra para que nada se pierda, nadie se pierda.

Entonces, que esto los aliente y los sustente en el sentido de que tengan la seguridad que Yo me ocuparé de todos, los he creado a Mi imagen y semejanza, son Mis hijos, cómo los voy a dejar abandonados. Llegará el tiempo por supuesto, en que los hombres puedan realmente decir su palabra y tener el amor que les corresponde, mientras tanto confíen en Mi Misericordia que siempre está tan ansiosa de llegar a todos los hombres para darles todo aquello que les falta, y son casi la totalidad de los hombres que viven sobre la Tierra. Además Mis queridos vivan de esta manera, siempre pensando, como decíamos en estos días.
Ser todo para los demás sin dejar de ser uno y de esa manera, desde un simple asiento de vuestra casa pueden llevar la redención hasta los lugares más recónditos de la Tierra.

Les doy Mi palabra, que así es y así será.

Amén.