Mensaje del 02 de Diciembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 02 de Diciembre de 2003.

Dice Jesús:

Es cierto, desde el comienzo todo estuvo guiado por la Providencia, ese concepto de que Yo estoy en todo es totalmente real y es importante que todos los hombres se enteren, como estos Mensajes van dirigidos a todos los hombres del mundo, tarde o temprano, aunque otro lo puede decir también, pero van a ver que el Hijo de Dios y Dios mismo lo dice, lo reafirma y otra cosa importante de todo lo que se dijo es la satisfacción de participar de todo.

Es decir, ya el hombre no está solo sino como vos dijiste: formando parte del Pueblo de Dios, rompe todas las barreras, los horizontes, los límites, todo, todo y hay un sentir común y hay un amar común. Entonces, el corazón que pudo estar cerrado en sí mismo y hasta de alguna forma pensando en sí mismo nada más, de repente ya no tiene límites y deja entrar en sí todos y cuando uno deja entrar a todos en su corazón, por muy grande que sean sus problemas va desapareciendo, en gran medida nuestros problemas se van cuando el hombre le da entrada al problema de sus hermanos, ya eso soluciona, soluciona porque…, el hombre no se obsesiona con sus cosas y participa de las cosas de todos.

Tan importante es esto, cuando el hombre deja de ser centro de sí mismo y coloca el centro fuera empieza a vivir, pero atendiendo a lo que ya dijimos, todo para los demás sin dejar de ser uno porque se puede estar continuamente pendiente de los hermanos pero a través del centro que es uno, porque cada uno fue creado a Mi imagen y semejanza y en consecuencia, nadie puede ni debe olvidarse de sí mismo, más aún tiene que darse importancia a sí mismo porque es hijo Mío y porque es heredero de Mi Gloria.

Esto que parece simple para quien ama, se vuelve complejo, difícil y prácticamente imposible de entender, porque solamente está en la dimensión del amor, no está en otro tipo de dimensiones.

Cuando uno insiste en estas cosas parecería que vuelve a insistir sobre lo mismo, no, porque las circunstancias son distintas, el momento es distinto, todo es diferente y además cuando se insiste es porque aún no se ve plasmado en la realidad, ¿este planteo tiene grandes disquisiciones teológicas?, según cual hombre quiera verlo, si se mira atendiendo aquello de que: “un mandamiento nuevo les doy, que se amen unos a otros como Yo los he amado”, ¿alguno puede discutir de que eso no es un argumento teológico maravilloso?, o ¿qué es entonces un argumento teológico, un juego de palabras que elabora la mente, de donde uno saca alguna conclusión vacía, reseca y sin sentido porque no está el corazón de por medio?.

Se acuerdan cuando una vez se habló aquí de aquél hombre que estaba aprisionado con su espalda sobre la caldera hirviendo de una locomotora, y se dijo: ¿qué decía ese hombre en ese momento tan terrible?, decía las palabras que dice un niño torturado por el sufrimiento, llamaba a su madre muerta hacía muchos años, y ¿qué le decía?, le decía palabras de un niño torturado por el sufrimiento y terminaba diciendo, ¿se acuerdan?: en los momentos más tremendos, más difíciles y más grandes, todo hombre vuelve a encontrar su corazón de niño, así decían y así seguimos diciendo, ¿por qué?, y porque el corazón de un niño es todo sentimiento, es todo afecto ¿mmm?, que importaba la madre muerta hacía muchos años, pero la madre es siempre la madre e incluso se la llama más allá de las distancias.

¿Qué quiero decir con todo esto Mis queridos?, que todo aquél que está en este camino puede decir que realmente es el camino que transita también el Señor y va hacia la Jerusalén Celestial, mientras que los otros caminos, a pesar de apariencias distinguidas no llevan a ninguna parte, excepto a la sequedad del alma.

Tengan en cuenta todas estas cosas, por eso las almas que transitan estas sendas entienden fácilmente que son los milagros, porque si milagro es algo que se aparta totalmente de las leyes naturales y se ve en ellos un giro de ciento ochenta grados en un acontecimiento equis, pues bien ¿qué explicación racional quieren darle?, aunque sea una cosa más que conocida, pero en ese ser no se daba en ese momento, se dio a partir de una palabra, de un gesto o de la acción directa de la gracia.

Claro, aquellos que elaboran premisas para que su mente saque conclusiones es evidente que no pueden ni les conviene hablar de milagros, no, ya sé, alguno va a decir: pero ese estado afectivo tan especial que se tiene en el trato directo con el Señor no llega a todos, ¿por qué?, ¿no será por que no lo fomentan?, no dijeron hace un tiempo acá, ustedes y Yo siguiendo a un cantor popular: media mitad del mundo está esperando con una flor en la mano y la otra mitad por esa flor esperando, ¿en qué quedamos?, media mitad con una flor y la otra esperando por esa flor.

No será que al hombre hay que mostrarle estos caminos para que llegue, llegue bien, más fácil y feliz a la Jerusalén Celestial y antes su vida será muy hermosa, aunque este sea un valle de lágrimas.

Amén.