Mensaje del 20 de Noviembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es día 20 de Noviembre y voy a mirar porque debe ser algo muy importante… ¡Edmundo!, y mañana presentación de la Virgen María y el domingo Cristo Rey.

Dice Jesús:

Todas las palabras que dijiste respecto a la conciencia, la conciencia que es la voz de Dios, como hacer posible para que la conciencia sea recta y la necesidad que tiene el ser humano de seguir siempre los dictados de su conciencia, buenísimo todo eso, buenísimo está y es así.

Cuando el ser humano se libera de todas las ataduras, Yo diría opresiones que le producen las estructuras en las que se crió y vive, y empieza según los principios fundamentales a actuar en base a lo que el Espíritu Santo le comunica en la conciencia, ese hombre está muy bien orientado en el camino hacia el Señor y es cierto también hasta qué punto Yo soy eficaz en la vida del hombre, cuando a través del Espíritu Santo puedo hablar en su conciencia y dirigirlo adecuadamente de acuerdo a su idiosincrasia, es decir a su forma de ser.

Yo pregunto: ¿es tan difícil entender esto?, que hace dos mil años que estas cosas se saben pero no se saben, o se creen saberlas pero no se saben bien, la cuestión es que la mayoría vive atado a una serie de principios o cosas que no le sirven para su vida, nadie dice que no hay que tener principios, sí estoy diciendo que hay que tener los principios y saberlos adaptar a las características personales de cada uno, sino no vale, no sirve, no tiene sentido, entonces allí Yo puedo ser eficaz en la vida de los hombres.

Pero no se olviden que hay necesidad de todo un proceso que tiene que venir de los antepasados para que no haya anormalidades en la vida de cada hombre y si las hubiese, hay que sanarlas, hay que sanarlas. Mientras los hombres de cualquier condición, no entiendan esto…, bueno Yo diría que casi no saben nada, porque una cosa es decirlo, proclamarlo y otra cosa es vivirlo como corresponde que se viva sino las cosas no funcionan.

Pensar sobre esto Mis queridos, pensar y que no sean solamente pensamientos y palabras sino que sean acciones, hechos, cosas concretas.

Amén.