Mensaje del 18 de Noviembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es martes 18 de Noviembre de 2003.

Dice Jesús:

A pesar de que a muchos les puede parecer que hay una exaltación de tu persona pero si se fijan a lo largo de todas las Revelaciones verán que siempre que tuve que poner los puntos, es decir puntualizar las cosas, lo hice, asi que quien dice eso le falta información y además no hace falta que digan…, aunque parecería que sí a veces, que digan que Yo no me puedo privar de decir lo que me parece, caiga como caiga, a pesar de algunas interpretaciones psicológicas que nada tienen que ver con la realidad y que se nota hasta qué punto en el hombre hay mala levadura, hasta que no se deje invadir por la gracia y hasta que el Espíritu Santo no pueda expresarse a través del hombre y como siempre digo ese es un gran problema porque mucho se dice del Espíritu Santo pero…, no se lo escucha mayormente.

Volviendo al tema de la palabra de hoy y sin ser reiterativo, porque ya hablé de esto el jueves pasado, esa lectura esta especialmente dirigida a ustedes, ¿en igual medida para todos?, y eso lo sabe cada uno de ustedes y como en las cosas del Señor nunca hay envidias sino directamente Yo no estoy allí, entonces cada uno sabrá que adjudicarse pero no es una tarea tan difícil revisando un poquito lo que hace cada uno a lo largo del día y de la noche.

Yo te pido que no tengas ningún temor en notificar nuevamente a algunos santos varones, que si bien conocen todo esto, aún no le dieron importancia, vos sabés a quien me refiero.

Cuando no hago oír Mi voz es porque estoy diciendo cosas en privado.

Y sí a esta altura de los tiempos hay algo que es fundamental tener en cuenta, muchos lo saben, otros hacen como si no lo supieran, otros directamente lo ignoran, pero tendrán que escuchar mucho las Revelaciones que estoy haciendo en este lugar, porque si alguno creyó que esto es falso o algo por el estilo se equivoca de cabo a rabo, además Mis queridos, ¿no dicen ustedes que el tiempo será testigo?, pero los hombres usan las expresiones y las cosas según su conveniencia y hay tantas conveniencias particulares que hasta asusta ¿no?, dicho metafóricamente.

La voz del Señor no se puede tapar, las palabras que Yo digo no se pueden ocultar, ni se deben ocultar, porque siempre está demorando el Mensaje que tiene que llevar…, llegar a los hombres y vuelvo a repetir como tantas veces, por qué ese empecinamiento de no querer dejar entrar nada.

Por ahí en un informe alguien dice que vos estás apurado con todo esto, bueno si así fuera no se entiende nada porque si alguien está apurado en diez años, qué en diez años en toda una vida, ya hubiese usado un montón de medios y sobre todo en estos tiempos en que es fácil usarlos para decir a todo el mundo montones de cosas, sin embargo se respetó tremendamente aquello de que tenía que hacerse menos ruido que la hierba al crecer como dijo Mi Madre.

Entonces, aquellos que opinan desconociendo, están cometiendo un error muy grande y además de cometer un error muy grande, cargan en su mochila un montón de cosas de las que tendrán que arrepentirse, Yo les pregunto a todos: en esto, ¿quién se beneficia?, ¿Artemio?, quien dice así es ignorar todo, absolutamente, porque desde toda una vida hay una cruz tan pesada que cualquiera la hubiera arrojado a un costado del camino y se hubiera liberado de ella. Ahora, si alguien cree que llevar una cruz tan pesada es divertido o algo por el estilo, bueno está enfermo.

Cada día Mis queridos, Mis Mensajes van a ser más directos, tal vez no tanto en detalles porque me gusta que los detalles los pongan ustedes, pero cada día va a ser más directo, ¿por qué? uso las palabras que usé hace dos mil años, acepté primero los golpes, sí, claro que los acepté, pero después pregunté: ¿por qué me pegas? , si hice algo malo decímelo, pero ¿por qué me pegas?.

Es decir Mis queridos, todos tienen derecho a preguntar ¿por qué?, y Yo también siendo el Hijo de Dios y Dios mismo tengo el derecho de preguntar a tantos santos varones que ocupan lugares prominentes en distintos…, en distintas jerarquías, les pregunto: ¿por qué me pegan?, porque al no dejar que Mi palabra se conozca me están pegando, ustedes dirán: ¿tanto?, mucho más; ustedes dirán seguramente: y si pero hay un medio masivo de comunicación que contiene los Mensajes, pero ¿cuántos tienen acceso a ese medio masivo de comunicación?, son muy pocos y además todas las dificultes que trae el idioma.

Entonces, a todos aquellos que dificultan que Mi palabra llegue a los más necesitados de oírlas, que se den cuenta de una vez por todas, que me están pegando, me están pegando en el rostro, me están pegando en todo el cuerpo, es decir…, están casi prohibiendo la información que debe llegar a Mis hijos.

Cualquiera que analice esto y que tenga un poquito de criterio se dará cuenta de lo que estoy diciendo ¿no?. No pienso Yo en mala voluntad pero los golpes los siento, en mi rostro, en Mi cuerpo, en todo Mi ser y parecería que algunos tienen hasta cierto placer en golpearme, parecería digo, parecería.

No casi diez años, toda una vida y necesitan más evidencias, necesitan más certezas, ¿para qué?, y por otra parte ¿se han puesto a investigar las evidencias u opinan de oídas?. Mis queridos, Yo no pretendo que la mayoría entienda esto, estos Mensajes, sería pedir demasiado, porque para muchos tendrán que pasar a lo mejor Siglos, pero ya sabiendo la experiencia nefasta que tuvo… los Mensajes que le di a Santa Faustina sobre la Misericordia y ¿cuántos años me golpearon y me golpearon para que los Mensajes de la Misericordia no se conocieran?, y hay muchos países que todavía no los conocen los mensajes a Santa Faustina, a pesar de la Canonización, a pesar de que saben que todo domingo después de Pascua está dedicado a Mí con el nombre de la Misericordia, y ¿qué pasa Mis queridos?, aquí no es el problema con alguien que recibe los Mensajes, aquí deben considerar que el problema es conmigo, pues bien repasen la Sagrada Escritura y cuando oyen que Yo digo, en algún lugar de ella: ¿por qué me pegas? , decime si hice algo malo, ¿por qué me pegas?, y Yo les digo a todos aquellos que dificultan la difusión y la concreción de todo lo que Yo pido, ¿por qué me pegan?, ¿por qué siguen pegándome?, ¿no bastó ya en aquél momento?, ¿no bastó a lo largo de la historia tantas veces como me pegaron? ¿eh?, ¿no les alcanzó o están oprimidos por la historia?, eso es muy grave Mis queridos si ocurre ¿eh?.

Vuelvo a repetir: ¿por qué me pegan?, aquí el problema repito, no es con quien recibe, el problema es conmigo y sin inmutarse leen aquellas palabras sobre Mi queja en cuanto a los golpes que me daban y lo siguen haciendo, ¿por qué?, ¿por qué me pegan?, no permitiendo la difusión masiva y total de estas Revelaciones.

Entiendan de una vez por todas, aquí no está en juego nada ni nadie de los que están embretados en esta obra, aquí está en juego Mi palabra, totalmente Mi palabra, los demás son hombres generosos y disponibles, que están todo el tiempo en oración, incluso por aquellos que me están golpeando, pero con toda la fuerza y poder les digo: por qué tomar con tanta ligereza Mi palabra, la palabra de Mi Madre.

Ustedes vieron que en un comienzo y a través del tiempo Mi Madre habló mucho, después empecé a hablar más Yo; bueno, eso se explica en parte, diciendo: bueno, si no quieren escuchar a Mi Madre puede ser que me escuchen a Mí, pero Mi madre está participando de todo esto y ella es la que realmente inicia todo esto y aquí siguen los golpes nomás, ahora no hay peor cosa que golpear sin tomar conciencia de todo lo que producen los golpes. Bueno, toda la gente que está trabajando en esto, rezando tanto y haciendo tanto bien, bueno ellos algún día desaparecen, pero Mi palabra Mis queridos nooo.

Que esto conmueva los espacios infinitos, oigan bien, que esto conmueva los espacios infinitos, ¿por qué me pegan?, ¿por qué me pegan?, para que Mi voz no llegue a todos los que Yo quiero que llegue, pobres de aquellos que tienen miedo, pobres de aquellos que no se les ocurre pedir al Espíritu Santo que les ilumine para entender, entenderán algo pero entenderán, pobres de aquellos, en qué condición fea que están, pero Mi Misericordia alcanza para todo, incluso para los que me pegan y saben muy bien quienes son los que diariamente o a cada instante me están pegando, lo saben muy bien.

Amén.