Mensaje del 13 de Noviembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 13 de Noviembre.

Dice Jesús:

Siento que has leído tantas veces la palabra, pero Yo te pido que la leas de nuevo…, le digo que quiero que lean de nuevo, que leas de nuevo esto del Evangelio de San Lucas, porque justamente, por algo lo hice repetir varias veces pero lo hago repetir de nuevo, porque está dirigido…, bueno lo saben demasiado bien y no hace falta que Yo les haga aclaraciones.

Lucas 10, 17: “los setenta volvieron muy felices diciendo: Señor en tu nombre sometimos hasta los demonios. Jesús les dijo: Yo veía Satanás caer del Cielo como un rayo. Sepan que les di el poder de pisotear a las serpientes, a los escorpiones y a todas las fuerzas del enemigo y nada podrá dañarles a ustedes. Sin embargo, no se alegren porque someten los demonios, alégrense más bien porque sus nombres están escritos en los Cielos. En ese mismo momento Jesús movido por el Espíritu Santo se estremeció de alegría y dijo: Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, Yo te bendigo porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has mostrado a los pequeñitos. Sí, Padre, porque te pareció que era mejor. Mi Padre me ha entregado todo y nadie sabe quien es el Hijo sino el Padre; ni quien es el Padre sino el Hijo y aquél quien el Hijo quiera dárselo a conocer”.

Dice Jesús:

Léase aquí vos, les guste o no a muchas personas.

Habla Artemio:

“Después volviéndose hacia sus Discípulos les dijo a ellos aparte: felices los ojos que ven lo que ustedes ven, porque Yo les aseguro que muchos profetas y reyes quisieran ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.

Es tu palabra Señor que vos quisiste que leyera de nuevo.

Dice Jesús:

Dicen los hombres que después de la tempestad viene la calma, bueno pero no sé si se aplica en este caso, pero no sé si hubo tempestad realmente, pero apariencia de tempestad, donde a veces el hombre, cualquiera que sea, siente como si hasta los Cielos se conmueven porque pasan cosas extrañas o por lo menos que no estaban previstas, pero es así.

Si nos atenemos a ciertos informes dados oportunamente, sería interesante mostrar esto y mostrarlo como una palabra directa Mía, para que todos aquellos que tienen veleidades de ser censores de todo menos de lo que ellos piensan y creen, alguna vez, por lo menos alguna vez, puedan bajar la cabeza y decir: Señor, ten compasión de mí que soy un pecador.

Ahora bien, muchos creen que la grandeza está en hacer esos estudios, largos estudios con disquisiciones, como si todo lo dijeran desde la cúspide de un tolmo y uso palabras un poco difíciles, porque justamente allí se reprocha que Mis palabras y de Mi Madre son demasiado sencillas, pero si Yo hablara con las palabras que hablé recién ¿quién me entiende?, es muy lindo decir: desde la cúspide de un tolmo pero quien me lo entiende, algunos elegidos, pero no justamente elegidos por Mí.

Yo no dije tanto, insinué cosas en algún momento y me pareció acertada tu posición de decir que eso no resistía mucho análisis atendiendo los objetivos de quien lo había escrito y es cierto, pero también razonaste y dijiste: que todos son Mis hijos y Yo padecí y he muerto en la cruz por todos y algunos son más simples, más pequeños y entienden rápido, otros no tanto, pero Yo sigo esperando, porque a veces tendrían que llamarme: el Señor de la paciencia.

Piensen en esta expresión: el Señor de la paciencia, no quiero recargar las tintas demasiado sobre algo que apenas se merece un poquito de atención, pero todos los hombres deben saber que el Espíritu Santo está siempre disponible para todos aquellos que quieren escucharle y de esa forma dilucidar todas las cosas.

Ahora, muchos creen que están haciendo uso de un carisma que es el discernimiento cuando razonan así como en ese informe, pero Yo les digo esto, que para algunos seguramente será una novedad total, cuando uno dice discernimiento la mayoría interpreta un razonamiento muy excelente pero visto a la luz de los carismas, el más grande de los discernimiento lo hace el corazón, lo hace el corazón del hombre. Por supuesto que estamos entendiendo por esto la plena vigencia de los sentimientos y las emociones, porque con ellos se pueden penetrar los verdaderos valores sin ningún esfuerzo, mientras que uno puede querer hacerlo razonando y puede pasar días y días sin lograr absolutamente nada.

Ahora, esto no es nada nuevo, por qué tanta insistencia en querer sostener lo contrario y por otra parte con qué autoridad. Muchos creyendo que dominan estos temas ¿no?, me parece que caen en el pecado de ser presuntuosos, quien puede hacer entender lo esencial a alguien que insiste en ser presuntuoso.

Yo creo que ya he dicho lo suficiente en este día, porque es cuestión de que lata el corazón un ratito para esto y es posible que se entienda tanto como uno no logró entender en toda su vida.

Dice la Virgen María:

Hago Mías las palabras de Mi Hijo, totalmente Mías, no haría falta que lo aclarara, pero los hombres todos los días me están enseñando que hay que ir aclarando y sobre todo porque una gran mayoría aún no entendió aquello: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mí según tu palabra”.

Yo espero que se entienda en profundidad todo lo que dijo Mi Hijo ayer y lo que dijo hoy, porque tanto lo de ayer como lo de hoy debe servir como base para entender a la perfección estos casi diez años.

No quiero decir que termine una etapa y empiece otra, no, los hombres en general estilan terminar y empezar, empezar y terminar, en los planes del Señor las cosas tienen continuación, siempre tienen continuación.

Les amo profundamente a todos, sin ningún tipo de distinciones, humildes y presuntuosos, aquellos que creen estar en las alturas y aquellos que creen estar bajo tierra, aquellos que en apariencia todo lo saben, en apariencia y aquellos que creen ignorar todo o casi todo, porque Mis queridos los ojos del Señor siempre están mirando las cosas, desde ángulos muy diferentes.

No hace falta más palabras por hoy.

Amén.