Mensaje del 12 de Noviembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 12 de Noviembre de 2003.

Dice Jesús:

(Se dio vuelta la cinta) … de Mi muerte, “ámense unos a otros como Yo los he amado”, y el que no puede hacerlo…, Yo lo sigo esperando todo el tiempo que sea necesario, pero ese mandamiento es fundamental para que vuestra vida sea realmente muy bien organizada, no olviden esto.

Mis queridos, tienen que tener ustedes en cuenta una cosa, que por más que los hombres digan muchas cosas nadie los va a acompañar en el momento en que cierran los ojos, entonces que quede bien claro, que ustedes, a solas con vuestra conciencia, se presentarán ante el Señor, nadie los va a acompañar, ustedes se van a presentar solos.

En consecuencia cualquiera que quiera meterse en vuestra vida y ordenarla a su gusto, sea quien sea, ustedes sean respetuosos, pero a quien tienen que obedecer es a Mí, bueno porque se quieren llamar cristianos, pero Yo no obligo a que se llamen cristianos, llámense como quieran pero si se llaman así tienen que vivir de una manera.

Estas cosas son así, no pueden cambiarse, por supuesto que Yo entiendo que cada ser humano tiene sus problemas, sus angustias, sus preocupaciones, sus dolores acumulados a lo largo de toda la vida, claro, Yo entiendo todo, pero tiene que haber un esfuerzo constante y permanente para llegar a estar en paz con todos los seres humanos, sino las palabras del cristiano son falsas. ¿Por qué?, porque el cristiano debe amar a sus hermanos, todos, sin excepción, no amar los errores de los hermanos pero sí a los hermanos y siempre tener la actitud como tantas veces les dije de no querer medir las intenciones de los demás nunca.

Detrás de cada acto que tengan los hombres hay que preguntarse: qué le pasa a este ser humano que está obrando de esta manera, pero no para tomar partido y pensar mal o pensar cualquier cosa, ¿les gustaría que hicieran lo mismo con ustedes?, no.

Entonces nunca pensar mal de nadie, aunque le parezcan que las cosas sean evidentes, pero ustedes no saben con qué intenciones fueron hechas, en consecuencia no tienen ningún derecho.

Esto ya lo dije tantas veces en estos años, pero las cosas repetidas es para que sean aprendidas.

Dice la Madre:

Bienaventurados todos aquellos que estas cosas que fueron dichas…, bienaventurados aquellos que las entienden y las llevan a la práctica.

Se vive tan bien Mis queridos cuando no hay nada que reprocharse en base a lo que uno hace para con los otros y de los otros.

Si cada uno en la hora más serena de su noche, puede decir: estoy en paz con todos, el que no esté en paz conmigo problema de él, pero yo estoy en paz con todos.

Si ustedes pueden decir eso, realmente son Mis hijos y Yo los amo con toda Mi alma, pero no se olviden: paz con todos, la paz con todos, que vuestro sueño sea reparador, que vuestro sueño sea grato y plenificante, porque es la única forma estando en paz con todos de dormir bien, descansar y pensar en un día que vendrá lleno de novedades y cosas lindas, otro día difícil que hay que vivir.

Pero si ustedes están así como les digo, podrán enfrentar todo con mucha alegría, porque no tienen nada que reprocharse, si los otros tienen que reprocharse problema de ellos, pero ustedes que no tengan nada que reprocharse.

Sean lentos al hablar y más lentos aún cuando hablan de otros, sean prudentes en el pensar sobre ustedes y sobre los demás, sean conscientes que el Señor lo ve todo, lo cuida todo, lo protege todo más allá de vuestras preocupaciones y si están entregados y consagrados al Señor y a Mí no tengan ningún temor, porque Yo estaré siempre a vuestro lado para darles todo lo mejor, a pesar de que la vida a veces se ensaña o mejor dicho, más que la vida otras personas se ensañan con ustedes y les hacen pasar momentos feos, pero ustedes hagan como si no existiera todo eso, refúgiense en Mi Inmaculado Corazón o escóndanse en las heridas de Mi Hijo y verán cuanta paz tendrán y toda vuestra vida será otra cosa.
Háganme caso, es la única forma, háganme caso.

Los amo tiernamente, están siempre en Mi corazón y están consagrados nuevamente a él, nuevamente a Mi se han consagrado, entonces estén en paz.

Amén.