Mensaje del 31 de Octubre de 2003

Habla Artemio:

Último día de Octubre, 31 de 2003.

Dice Jesús:

Estén siempre velando, nunca bajen la guardia, porque el maligno siempre está al acecho y cuando directamente ustedes pierden el criterio, él aprovecha para entrar en los seres humanos, cúbranse siempre con Mi sangre, invoquen a Mi Mamá que los queme siempre con la llama de amor que sale de su Inmaculado Corazón, es una forma eficacísima de luchar contra todas las cosas malas. No dejen que vuestra paz, vuestra tranquilidad sea perturbada por el maligno porque el siempre anda buscando de quien apropiarse para hacer mucho daño.

Dice Nuestra Madre, la Virgen:

La llama de amor que sale de Mi Inmaculado Corazón, es una muy buena protección contra el espíritu de las tinieblas, con solo decir: Madre mía protégeme, o Inmaculado Corazón de María, ya con eso tienen un escudo para luchar contra el maligno.

Rcuerden siempre todos aquellos…, todos aquellos que dicen no creer que el maligno existe son los que primero caen dentro de un clima propicio para que el maligno se manifieste en ellos y no es tan simple salir de sus garras, uno cree que puede pero no es tan fácil.

Vivan realmente como Dios manda, cuídense de todas las cosas malas, cuídense.

Habla mi mamá:

Yo, junto a la Virgen María, a los Santos y a todos los familiares que me acompañan, vivimos intercediendo delante del Señor para que todo aquello que Él te dijo en Chile, a comienzo de año, se cumpla todo, todo, todo.

Nunca tengas miedo de nada, nunca te importe como pueden ser tomadas las cosas que vos hacés o no hacés, porque si el Espíritu Santo te está informando siempre de todo, entonces no tenés que tener ningún tipo de temor.

De vez en cuando repasa las cosas que el Señor te dijo a comienzo de año en Santiago de Chile y creé todo, todo, todo, porque así, desde aquél momento se está dando, aunque puede haber por ahí apariencias de que no sea así pero no, todo se está dando, todo. Además, si ustedes quieren ver diariamente tienen signos para ver, para interpretar.

Habla Rosa, mi hermana:

Me duele un poco ver toda esa casa desolada, todo lo que fue armado con tanto amor está como arrasada, pero no hay que desmayar ni preocuparse, todo está en manos del Señor y lentamente irán apareciendo nuevamente las cosas en esa casa, porque a mi me gusta que así sea.

A mi me importa o no me importa que se haya llevado mis cosas, sí puede importarme la actitud al llevárselas, pero siempre estuve acostumbrada a tantos desplantes y a tantas cosas que, lo fundamental es que todos los días se vuelva a edificar, todos los días se vuelva a construir, el tiempo va sanando las heridas y además el tiempo es muy sabio en todo.

Estén tranquilos, aquí desde este lugar, esperándolos a ustedes, nosotros estamos continuamente en presencia del Señor para pedirle por todos, es decir que el Señor tenga una especial protección por cada uno de ustedes, en cada una de las situaciones de la vida.

Dice la Madre Teresa, Beata Madre Teresa de Calcuta:

Me hubiera gustado a mí ver muchas hojas sobre las Revelaciones que yo hice, pero todo a su tiempo, yo no me pongo impaciente por eso ni mucho menos, pero me hubiera gustado que pronto estuvieran ¿no?, pero no es tan simple, cada uno tiene sus tareas, sus trabajos, sus actividades.

Yo me voy a encargar de una persona que en este momento te preocupa y voy a limar todas las asperazas que hay dentro de su familia, porque la relación con las personas que le rodean no es ideal, entonces yo me voy a ocupar personalmente de eso.

Además me gustaría que todos ustedes de vez en cuando me pidan alguna cosa para conseguirla delante del Señor ¿mmm?, me han Beatificado ya y de ustedes prácticamente, de vos sí, pero de los demás nunca he oído ningún pedido, ténganme en cuenta, yo estoy siempre disponible para ayudarles en lo que sea necesario ¿eh?.

Acuérdense, siempre estoy disponible para ayudarles en lo que sea necesario, ya lo hacía antes pero mucho más ahora.

Dice Santa Faustina:

Celebro muy especialmente que hayan puesto, tanto en el Seminario de Vida como aquí, un cuadro tan grande de Jesús, es hermoso, me gusta todo eso que tiene y efectivamente los rayos que salen de su Corazón inciden sobre toda esta República para que vaya solucionando todos los problemas que tiene.

Celebro ¿eh?, celebro esto, de ver este cuadro tan grande de Jesús de la Misericordia y le ruego al Señor también que premie a quien tanto se preocupó para que esto fuera posible, ¡cuánto me alegro!, ¡cuánto me alegro!.

Y cuánto me alegro también, como les dije antes, que estos enormes cuadros, junto a la de la Santísima Virgen, presidiera vuestro Seminario de Vida. Sí, realmente ha sido un espectáculo maravilloso ver a tantas almas al borde de los labios, al borde del cuerpo, en los ojos y sobre todo en el corazón que se reconciliaban nuevamente con el Jesús de la Misericordia.

Hay mucha alegría en los Cielos y en la Tierra por todo lo que ha pasado, hay una enorme alegría, no olviden nunca, no olviden nunca que Jesús de la Misericordia está continuando en este lugar los Mensajes que comenzó dándome a mí y los está complementando en este lugar, está diciendo cosas, no distintas siempre, iguales o parecidas, pero…, es decir está ampliando en forma muy grande todo lo referente a su misión sobre todos como Jesús de la Misericordia.

Cuántas gracias atesoran los hombres, cuando dicen: Jesús en vos confío, Jesús en vos confío, Jesús en vos confío.

Amén.