Mensaje del 20 de Octubre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 20 de Octubre, nos visita la Madre Teresa, solamente ella, no hay nadie, no sé si vendrán ahora pero no hay nadie.

Dice la Beata Teresa de Calcuta:

Los saludo muy afectuosamente en este día, cuando estoy estrenando en todo el mundo el título de Beata, uno termina por acostumbrarse a todo vieron.

Todo fue muy conmovedor pero lo que a mi más me llegó fue esas personas que estaban allí indigentes que después fueron invitadas a comer en el Vaticano, claro no se podía hacer otra cosa para el día de mi Beatificación.

Tengan en cuenta todo lo que siempre les dije, todavía no han subido a Internet todos los Mensajes míos, estoy esperando que lo hagan. Sí antes fui intercesora de ustedes continuamente delante del Padre, ahora lo haré mucho más.

Yo les aseguro que dentro de muy poco van a tener muy buenas noticias, yo sé lo que es esperar, porque ustedes ven como todos me rinden honores, como todos se llenan la boca hablando de mí, pero también tienen que tener en cuenta que tuve montones de dificultades, incomprensiones, de todas esas cosas nadie habla en este momento, pero fue una larga lucha, pero no una lucha en el sentido de luchar contra la pobreza, la miseria, el hambre y todas esas cosas que hasta es lógico que ocurra, me refiero a otro tipo de lucha: incomprensiones, falta de entendimiento para con todas las cosas que se referían a lo que yo había emprendido.

Siempre tuve una lucha muy grande, por supuesto que de eso nadie habla ni ya nadie se acuerda, pero tuve montones de piedras en el camino, y ¿por qué digo todo esto, porque después de un día que me Beatificaron quiero quejarme?, no, no, lo hago para que ustedes tengan en cuenta… (se dio vuelta la cinta) … todas las obras que están muy cerca si son queridas por el Señor siempre tienen enormes dificultades y miren, soy sincera, parecería que lo más auténtico, lo más genuino, lo más sublime es lo que a veces menos se entiende, por supuesto que yo tuve un interlocutor maravilloso que fue su Santidad Juan Pablo II y hablábamos muy seguido por teléfono con él y es evidente que con su apoyo nadie se iba a oponer sistemáticamente a nada mío, pero no crean que me fue tan fácil, no crean, incluso teniendo la ayuda de su Santidad ¿mmm?.

¿Por qué digo todo esto?, para alentarlos y darles confianza por todo lo que ustedes están pasando en cuanto a incomprensiones, falta de entendimiento, además mi querido, yo te voy a decir con franqueza, ese informe, vos sabés a que me refiero, hay muchas cosas que…, no sé si llegan a ser ofensivas pero dejan mucho que desear en alguien que está consagrado, que es un ser que sirve al Señor, yo me pregunto si esa es la forma que tiene este buen hombre de servir al Señor, mira todo desde la cúspide de un tolmo, como si el tuviera todo resuelto, todo aclarado, todo respondido, todo hecho, no digo que es indignante eso porque seguramente habrá habido buena voluntad en el, eso quiero suponer, pero no se habla de esa manera a nadie, a nadie y menos sin conocer.

A lo mejor alguno dice que yo hilo muy fino, pero…, no, este buen hombre yo lo respeto, lo tengo presente delante del Señor pero sus palabras hacen un flaco favor a los hombres, a la Iglesia, a vos y a todos aquellos que están en esto.

No se olviden mis queridos, que desde el primer día, es decir después que he muerto, he estado del lado de ustedes siempre, siempre, siempre, para interceder, no olviden que yo desde el primer momento pedí ser secretaria de los nombres de todos aquellos que, de todos los que pedían aquí cosas, yo contabilizo todos los nombres, yo soy la que los presenta delante del Señor, yo me tomé ese compromiso desde el primer día que vine.

Asi que todo esto, todo esto lo he ido corroborando a medida que pasó el tiempo y si reúnen todas las Revelaciones que yo hice se podría formar un libro fácilmente con las Revelaciones que hice aquí, creo que tiene una enorme importancia porque no es la opinión de alguien sobre mí sino que es la opinión de mí sobre un montón de temas.

Por eso, nunca se desanimen, nunca estén mal, nunca estén preocupados, nunca se desalienten, se los dice alguien que luchó tremendamente para poder hacer todo lo que hizo. Si antes intercedía por ustedes mucho más ahora, mucho más ahora.

Sigan haciendo todo, porque ese todo que están haciendo el Señor lo está dictando diariamente, a cada instante, ustedes ni remotamente se dan una idea de cómo el Señor tiene en cuenta todo esto.

Asi que, confíen plenamente, porque el que construye aquí es el Señor, entonces la opinión de los hombre van y vienen y siempre por ahí habrá algún buen corneta que hace las cosas en forma…, tal vez inocente y espero que sea con buena voluntad, pero a veces tengo mis dudas de que sea con buena voluntad, de cualquier forma la Misericordia como dice Jesús: alcanza para todos, no se olviden nunca de eso.

Amén.