Mensaje del 19 de Octubre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es domingo 19 de Octubre, día de la madre, ocho días antes de nuestro Encuentro Retiro, que por supuesto Señor está bajo tu patrocinio y está bajo tu protección más allá de cualquiera y más allá de cualquier cosa.

Dice Jesús:

Bienaventurados todos aquellos que por Mi causa, por querer dar una imagen de Mí son triturados, son lacraneados y quieren destruirlos; bienaventurados porque en todo caso me están haciendo a Mí el extender la palabra y por eso les hice salir hoy en la palabra lo de la oveja perdida.

Si el ser humano piensa que de diez personas que en el día pueden relacionarse con uno queda claro que si solo una de ellas se lleva un mensaje para cambiar su vida ya es bastante, ya es mucho. Sembrar hay que sembrar en todos, pero nunca piensen que todas las semillas germinan, también tienen una Parábola sobre eso, que es muy clara; entonces cuando no se sienten bien o se sienten un poco cansados, por todas las cosas que hacen y tal vez no les devuelven como ustedes esperan, pero ustedes trabajan para Mí, no esperen nada de los demás.

Y tantas veces el Evangelio es muy claro cuando Yo digo: “si por Mi culpa les pasa esto, lo otro, lo otro, lo otro, considérense felices”, y además las semillas que se arrojan ¿quien ha comprobado que nacen todas?, nacen una cierta cantidad, el resto habrá que esperar y tal vez no nazca pero lo que Yo mido son las intenciones, el propósito que cada uno tenga.

Por ahí algún desordenado dijo: que el camino del infierno está tapizado de buenas intenciones y de buenos propósitos, aprovecho este momento para decir que esa forma de pensar es errónea, solo teniendo el deseo concreto y verdadero de hacer si quiera algo por los demás, dentro de Mi visión de las cosas vale, si el resultado es positivo o negativo es un problema aparte. Vale toda la buena intención, el propósito, vale todo y además a veces Yo uso situaciones que a los demás pueden parecer que no son buenas, anormales o por lo menos no comunes, pero Yo puedo utilizarlas para hacer mucho bien, o no les dije montones de veces que con las personas hay que hablar su mismo idioma.

Yo he tratado con cobradores de impuestos, he tratado con mujeres de vida no buena y cuánto me reprocharon por eso, sin embargo una de esas mujeres fue la que mojó con sus lágrimas Mis pies y los secó con su cabello y por supuesto, que a todos los que veían no les gustó ni medio y además tenían pensamientos muy torcidos sobre Mi forma de actuar y tenían también malos pensamientos respecto a Mi actitud para con esas mujeres. Pero…, la situación iba por otro lado, es decir Yo tenía que hablar el mismo idioma que hablaban ellos, porque es la forma para entrar en diálogo con muchos, o vos qué idioma hablás cuando vas a algún prostíbulo porque querés recuperar a alguien o para reparar alguna injusticia ¿usas un lenguaje académico, usas una sintaxis digna de un ensañante?, no, debés usar el mismo idioma que hablan los hermanos, vivan donde vivan, estén donde estén.

Y una vez más les digo, obren de una manera, ¿y el resto?, el resto no importa, tengan o no buenos resultados, si han cometido algún error pueden aprender de los errores, pero lo que Yo evalúo de las personas es su intención y el único que conoce las intenciones de los hombres soy Yo, nadie más.

Cuando estén en esta dimensión aquí, quién está delante de la Trinidad entiende, pues bien algunos tendrán que convencerse el día en que cierren los ojos y pasen a este lado y por fin entiendan, pero mientras tanto Yo sé, Yo apruebo, Yo no me olvido, son creaturas hechas a Mi imagen y semejanza entonces que quede bien claro, Mi imagen y semejanza es una hermosa expresión y ustedes son realmente en la medida que están a la altura de Mi imagen y semejanza.

Por eso, cuando llega la tarde ¿saben qué lugares busco para reclinar Mi cabeza?, todos aquellos que me abren su corazón por supuesto, pero sobre todo aquellos que están un poco cansados por la lucha diaria y en el mundo difícil y hostil, que no está para edificar ni está por la vida sino está siempre predispuesto a destruir. Entonces, cuando llega la tarde, Yo entro a reclinar la cabeza en todos aquellos que sinceramente vaya como les vaya, me dijeron a Mí que sí.

Que esto les sirva Mis queridos a ustedes y a todos los hombres, para no acobardarse nunca ni ponerse mal porque los demás no entienden y si no entienden hay que esperar, ¿qué hay que esperar?, que entiendan, ¿y si eso lleva toda la vida?, y se los espera toda la vida, ¿y si no llega?, pues bien pero uno tuvo o no tuvo la valentía de creer que sí que llegaría.

Arriba sus corazones Mis queridos, que cuando me tienen a Mí nada les puede faltar, nada, estén como estén, tristes o alegres, deprimidos, o eufóricos o como estén, denme todo a Mí que Yo lo sano con Mi Misericordia sano todos los males y todos los dolores.

Amén.