Mensaje del 16 de Octubre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 16 de Octubre, día de Santa Margarita María Alacoque, ayer fue el día de Santa Teresa de Jesús y el domingo Beatificarán a la Madre Teresa.

Dice Jesús:

Como te cuestan los dolores físicos ¿eh? y a todos les cuesta, porque puede provenir de muchas causas pero tu dolor en el hombro derecho es el dolor de Mi cruz, Yo creo que te dije hace mucho tiempo, pero ante una fuerte presencia de eso vuelvo a recordarlo.

Por supuesto que nada es porque sí y detrás de eso hay un montón de cosas que vos no ves y que Yo sí veo, pero a pesar de que te conozco tan bien, vuelvo a decir que tengo que dosificar los dolores físicos no porque a vos te cueste tanto sino que por los dolores físicos vos creés que no podés hacer otras cosas. Yo no digo nada, pero si hay alguien presente que se maneja con sutilezas nunca hagas otra cosa al hablar conmigo que hablar conmigo.

Cuando estoy en silencio, no es porque me distraiga sino porque le estoy diciendo a Artemio cosas en privado, en verdad, en verdad…, tengo que hablarles de tantas cosas todavía que…, que por supuesto ustedes reciben de muy buena gana y más aún, están ansiosos por recibirlas como una forma de contribuir al crecimiento y desarrollo de todo pero por supuesto que tengo que dosificarlas porque el exceso al mismo tiempo produce impotencia.

Pero hay necesidad de que Yo sea claro sobre todas las cosas que estoy diciendo y además no sé si les gustará o no pero todo lo que Yo digo es como si estuviera prolongando como muchos saben en el Evangelio de San Juan, sí en otros tiempos fueron colocando en los Evangelios aspectos no tenidos en cuenta antes, bueno para redondearlos, porque aparecería alguien que había oído otras cosas entonces completaban, etc., bueno si eso pasó en un momento porque no tiene que seguir pasando siempre. Claro, en aquél entonces es posible que lo hayan hecho con personas que eran como una historia viviente porque habían vivido muchas cosas pero y después dejaron decantar dijeron, etc. Dije decantar, es decir dejaran que pasara el tiempo para ver que quedaba de todo eso.

Ahora, si nosotros analizamos ese tipo de conclusiones en aquél tiempo tienen valor, claro que sí, porque se supone que son inspiradas por el Espíritu Santo, pero esto que les estoy diciendo Yo tiene más valor, porque se los digo directamente y de cuerpo presente y como testigos a todos los Santos y Santas y Mi Mamá especialmente, que debí nombrar en primer lugar y los Ángeles y todos escuchando.

Claro, ocurre que quien no sufre algo en su propio cuerpo, en su propia piel, en su propio ser tiene un apuro relativo, uno tiene apuro, pero el que está necesitado de algo no quiere que pase su vida sin que sus problemas se solucionen, o al menos tengan alguna forma de salida, pero lo que a Mi me preocupa es que dan vuelta tanto las cosas algunos, que aunque al final se diga una palabra que sirve de solución ha juntado tanta herrumbre para decirlo de alguna forma, que ya la solución ya no se saborea, ya no se disfruta, es lo mismo que esconder en muchos lugares un dulce para un niño, la búsqueda tan grande del dulce termina por ya no importarle tanto el dulce o que tenga un sabor distinto.

Yo sé que ustedes entienden muy bien que estoy queriendo decir con todo esto que si muchos no tienen apuro para la resolución de problemas, otros sí, no apuro, una urgencia increíble, y con qué derechos uno puede hacer callar su voz de aquellos que la levantan para ser oídos.

El tema daría para tanto, pero entiéndanlo muy bien, no se puede ir a otra habitación cuando en la que uno está tiene que resolver un problema, porque eso es escaparse y aquellos que así lo hacen también de alguna forma me están negando porque no confían que Mi Espíritu Comunicador lea de salidas a las cosas que tienen entre manos. Yo pregunto con toda solemnidad: ¿por qué han generado todo un mundo de temor, de miedos?, sí, de temor, de miedos, de lleva y trae: me dijo, le dije, conjeturan sobre muchas cosas, otros se vuelven intrigantes y trafican con la pena de un montón, no, así no; ustedes dirán que digo siempre que Mi Misericordia alcanza para todo, sí, sí, alcanza para todo, pero también tiene que alcanzar para que Yo sea lo suficientemente claro y diga las cosas y las llame por su nombre.

Detesto que aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de hacer algo, de resolver problemas, por montones de temores dejan pasar el tiempo, ¿se puede vivir así, esquivando los problemas de hasta mayorías, porque no se quiere enfrentar. Muchos lo hacen para no perder su lugar dentro de la sociedad y dentro de muchas corporaciones, porque la verdad que mirando bien a veces no parecen instituciones, entonces en qué quedamos, va a tener que llegar un momento en que el cristiano sea tan consciente que en lugar de ir a santificar el domingo con la Eucaristía tendrá que dejar la Eucaristía y dirigirse hacia el problema o la persona con problemas para solucionarlos, porque así ni se soluciona el problema ni participan de la Eucaristía, para muchos es cumplir nada más.

Por eso Mis queridos que ya no se debe, ni se puede, ni nada por el estilo llamarse a engaño sobre tantas cosas, se está o no se está, quien no amontona desparrama. Vuelvo a repetir, Mi Misericordia alcanza para todos, sí, pero no puedo Yo ver que hay gente sumamente cómoda instalada, disfrutando de estar instaladas y otros que viven hocicando la tierra, mañana, tarde y noche. Es cierto que algunos por que quieren hocicar la tierra, sí por supuesto, hay de todo, pero lo terrible y lo grave es cuando se hocica la tierra porque alguien no procura con su acción, a corto, mediano y largo plazo para que nadie tenga que hacer esto.

Ustedes dirán: el Señor está hablando con sutilezas, claro, el Señor es el Hijo de Dios y Dios mismo y está diciendo las cosas en forma tan amplia para que cada uno proyecte las cosas que quiera proyectar, porque si Yo señalo exclusivamente algo, solamente se proyectan aquellos que están en esa cuestión, ¿y los otros?, entonces así les doy la posibilidad de que cada uno revise todo de nuevo, Mi Misericordia nunca se cansa de nada por supuesto, pero los que tienen que cansarse de cometer injusticias y barbaridades son los hombres, ¿hasta cuándo?, hasta cuándo Mis queridos, hasta cuándo, hasta cuándo, hasta cuándo.

Ya voy a terminar, pero este dolor que hay dentro de Mí es muy grande y pensar que hay tantos que creen que están cumpliendo a la perfección conmigo, esa palabra cumplir que odiosa me resulta cuando se la usa como la usan.

De esto que estamos hablando seguiremos hablando muy pronto, tal vez venga en cualquier momento de esta noche, mañana, en cualquier momento. Ocurre que Mis ojos ven todo y los ojos de los hombres ven un poquitito.

Por hoy basta ¿eh?.

Amén.