Mensaje del 10 de Octubre de 2003

Habla Artemio:

Jesús pasa sanando, Jesús pasa sanando, Gloria al Señor, Jesús pasa sanando, Gloria al Señor. Jesús pasa sanando, Jesús pasa sanando, Gloria al Señor.

Hoy es 10 de Octubre de 2003.

Dice Jesús:

Cada una de las cosa que van pasando a lo largo de los días y de los años, porque ya son tantos, todo lo que ocurre en este lugar no es porque sí, no es por casualidad, aquí no se abre una vez la Sagrada Escritura si no estoy señalando Yo qué mensajes tienen que tener en este día, no hago crecer un solo pasto en esta tierra ni hago nacer ningún animal que no tenga un sentido dentro de la creación. Cada una de las cosas que pasan puertas adentro y también puertas afuera está especialmente dictaminado por Mí.

Entonces eso tiene que darle a ustedes seguridad, tranquilidad, tiene que darles confianza y sobre todo esperanza, porque pueden tener la seguridad total que no hay palabra que no se diga en este lugar que no es escuchada por Mí, por Mi Madre, por los Santos, por todos. No se olviden nunca de eso y repito por enésima vez, cada llamado telefónico, sea atendido o no, es suficiente para que los objetivos que se buscaban con ese llamado se logre.

Yo dije recién puertas adentro pero, Mi Misericordia y Mi gracia alcanza también para los que pasan por aquí, aunque ni sepan de qué se trata. Son cosas propias de las generosidades que tiene el Señor para con nosotros, sí, ¿esto es una situación de privilegio?, y bueno, claro que es una situación de privilegio, ¿pero por qué?, por una razón muy simple, ustedes me aman, entonces a los ojos humanos puede parecer un privilegio, pero a los ojos de la Trinidad no, porque donde están los hombres que me aman es seguro que estoy Yo, si estoy hasta en los lugares donde no me aman, cómo no voy a estar aquí, que ni se respira si no es en función de la redención de los hombres.

Y eso que sirva para todos aquellos que a lo largo y ancho del mundo leen los Mensajes por ese medio masivo de comunicación sepan todo esto, sépanlo, además…, además todas aquellas personas que tienen en su hogar algún artefacto donde, en lo que llaman ustedes algo así como: disco rígido, está almacenado todo, por supuesto que Yo estoy obrando en esos hogares.

Por ahí alguien demasiado susceptible, pensará: ¿por qué el Señor usa expresiones tan modernas?, y ¿qué quieren?, que el que les ama con toda su alma y todo su corazón use expresiones de hace mil años o quinientos años, noo, tiene que usar palabras que ustedes usan hoy, ¿o ustedes vivieron hace quinientos años?, ustedes viven hoy, en el Tercer Milenio, entonces Yo tengo que usar las palabras que usan ustedes, aunque por allí algún teólogo rasgue vestiduras y se escandalice de que el Hijo de Dios y Dios mismo utilice este vocabulario, ¿con qué palabras quieren que hable?, ¿con las que ya nadie entiende?.

Cuando a veces uno observa la estreches mental de algunos hombres siente un poco de pena, pena sobre todo por el concepto que pueden tener de la Trinidad, como si la Trinidad viviera metida en el tiempo y no estuviera actuando continuamente en cada instante que el hombre le toca vivir en estos momentos.

Que quede bien claro entonces todas estas cosas, la mente de los hombres no tiene que ser estrecha en considerar las cosas del Señor, no cometan la torpeza de creer que la Misericordia no alcanza para todos.

Amén.