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Mensaje del 28 de Septiembre de 2003 (2º)

Para corroborar lo que se dijo antes en las palabras y en la palabra, Yo simplemente digo: “soy la Luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas ”.

Mensaje del 28 de Septiembre de 2003

Habla Artemio:

Continua, después del Mensaje de esta mañana.

Dice Jesús:

Para corroborar lo que se dijo antes en las palabras y en la palabra, Yo simplemente digo: “soy la Luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas”. “Bienaventurados los que me siguen, felices, porque nada tienen que temer”.

Dice la Madre Teresa:

Estamos viviendo momentos muy lindos ¿eh?, no crean que lo digo por mí porque se habla de que el mes próximo me Beatifican, no les voy a decir que no me gusta, me parece bien, pero también lo digo por otras cosas ¿eh?. Sí, por supuesto que la mente de los hombres es un poco reacia a aceptar tan fácilmente cierto tipo de milagros pero, parece que sí nomás.

Dice Eduardo Pironio, Cardenal de la Iglesia:

Me alegro por todo, realmente, las cosas muchas veces pesan tanto, pero tanto, pero tanto que termina por dar vuelta toda la situación, que así sea.

Habla Artemio:

Bueno, ahí está nada menos que Albino Luciani, el que fue Papa con el nombre de Juan Pablo I, bienvenido Santidad a este lugar, realmente sea usted bienvenido.

Dice Albino Luciani:

Yo también estoy contento, porque se va a hacer justicia ¿no?, algún día también entre los hombres se hará justicia para mí, yo estoy muy bien, pero el resto piénsenlo ustedes.

Dice Nuestra Madre:

Parece que el orden de los que usan de la palabra en este día, como ustedes pueden ver es muy democrático, porque habló Mi Hijo, hablaron algunos Santos y ahora hablo Yo.

Sí, Yo María, la Virgen, Madre de Dios, Reina de todo lo creado, Mediadora de todas las Gracias digo simplemente: aunque no lo parezca pero están mansos… (se dio vuelta la cinta) … no se dejen a veces llevar por las palabras, vuestra Madre les dice esto y sabe por qué se los dice.

Dice Emiliano Tardiff:

Soy la primer persona con el orden que abrí juicio sobre las Revelaciones y no encontré nada en ellas que se oponga a todo lo referente a la Santa Madre Iglesia, algunas expresiones pueden que a lo mejor no sean tan bien entendidas, otras no bien interpretadas pero nada hay que se oponga, al contrario, al contrario.

Dice San Martín de Porres:

¡Mmm!, se acuerdan cuando les conté que mi Obispo me mandó a decir que no hiciera tantos milagros por día, no lo pude entender yo ni tampoco lo entiendo ahora, pero eso no quita que ese Obispo esté aquí conmigo en el Cielo, porque el Señor se ubica muy bien cuando alguien dice las cosas por maldad o las dice por ignorancia.

Lean entre líneas todo lo que el Espíritu Santo les haga leer entre líneas.

Habla Artemio:

San Artemio, cuánto tiempo hace que no venía.

Dice San Artemio:

Sí, ocurre que como yo viví en los primeros tiempos del cristianismo tienen que entender que siempre al hablar tengo que hacer como una aclaración de que a pesar de estar metido en la historia y en el tiempo puedo estar y ser tan actual como todos pero, yo también me alegro por todo.

Las alegrías, dentro de la Santa Madre Iglesia siempre tienen que tomarse como sinónimo de justicia, entonces cuando un acto de justicia empieza a ser, empieza a tener vigencia tenemos allí toda la alegría. Siendo grande la justicia no lo es tanto como el amor y de hecho que la justicia es tan grande pero es más grande aún cuando se mueve dentro del amor.

Les prometo que vendré más seguido.

Habla mi mamá:

Todo lo que se hace bien, temprano o tarde termina por ser reconocido y yo para terminar esta ronda de personas que hablaron, Jesús, la Madre, los Santos, digo también que tengo una inmensa alegría por todo, pero caminen muy prudentes, miren donde ponen los pies, no todos los terrenos están libres de espinas y entonces hay que tener siempre cuidado.

Cuidado donde ponen los pies, al decir esto me hago eco de todos los que hablaron y quisieron que yo terminara diciendo estas palabras: cuidado, prudencia, siempre estén seguros del Señor, nunca estén seguros de la palabra que dicen los hombres.

Repito: siempre estén seguros del Señor pero nunca estén seguros de las palabras que dicen los hombres.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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