Mensaje del 24 de Septiembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 24 de Septiembre de 2003, segunda parte del Mensaje de este día.

Cuando Jesús no habla enseguida es porque me está diciendo algo en privado.

Dice Jesús:

Nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de la cama sino que al encenderla trata de iluminar a todos los que están en la casa.

Yo les diría a ustedes esto, hoy han leído las Bienaventuranzas, las Bienaventuranzas nunca terminan porque siempre puede haber más motivos para decir, claro al decir: bienaventurado uno dice feliz, entonces: felices ustedes, porque a esta hora de la noche están aquí conmigo compartiendo la palabra, los gestos y la lucha por un mundo más habitable; bienaventurados porque dejan sus tareas, sus cosas, sus hogares, la comodidad, para pasar un momento con el Señor; bienaventurados porque, Yo tendré siempre en cuenta todas estas cosas.

Yo sé que esto se los dije otras veces ya pero se los digo de nuevo, porque es una forma de, por una parte gratificar a las personas y por la otra decirles: estás bien encaminada. Bienaventurados porque…, ni el cansancio de todo el día, ni venir de lejos o de cerca, ni nada por el estilo hace mella en vuestra disponibilidad para con el Señor. Son tan pocos en el mundo que están disponibles, sí, muchos, la mayoría está disponible para las cosas personales, pero nadie está disponible para ayudar a los que sufren, ayudar a todos aquellos que de una u otra forma, como otras veces dijimos: están en la cuneta de la vida.

Bienaventurados porque…, a pesar de la hora, a pesar de los esfuerzos de todo el día tienen la lucidez necesaria para orar conmigo y escuchar las cosas que Yo puedo decirles, que aunque no todas queden archivadas en la mente pero siempre algo ¿mmm? se hace carne en el ser humano y produce muy buena cosecha; bienaventurados porque, siempre saben lo que me gusta, lo que me agrada, saben qué cosas prefiero, qué cosas no prefiero y además de todo eso, esa continuidad en el afecto, porque el afecto no tendría ningún valor si no fuera continuo.

No es que a esta altura de la noche Yo les tire flores así para que ustedes se agranden y tal vez se duerman menos, no, cuando uno en estas situaciones a veces dormita o directamente duerme es por algún motivo, si hasta hace un rato por ejemplo reían y ahora no, entonces quiere decir que las cosas están relativamente bien y relativamente se harán conocer todos aquellas que deben mejorarse, agrandarse, manifestarse, concretarse.

Gracias Mis queridos por ser como son, gracias por ser, estar siempre disponible para conmigo y para con Mi Madre, Yo a ustedes quiero premiarles dándoles la bendición, que es la bendición del Hijo de Dios y Dios mismo.

Esta bendición no es solamente para los presentes sino para todos los miembros del grupo de oración, todos y además las relaciones que cada uno tenga, es decir, tendría alcance para todos aquellos que ustedes aman, que por supuesto debe ser la mayoría ¿no?.

Entonces, con toda Mi fuerza y poder los bendigo para siempre en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.