Mensaje del 20 de Septiembre de 2003

Dice Jesús:

… por ahí a veces parece que no pero se recoge lo que se siembra.

Mis queridos, solamente Yo recojo donde no sembré, ¿por qué digo esto?, porque tantas veces nuestra confianza y la capacidad del otro de responder bien en cualquier orden está basado en esta expresión Mía: “que recojo incluso adonde no sembré”.

Sigo pensando en la expresión de Artemio, todos los días o si no la dice por lo menos se acuerda: “las aves tienen sus nidos, las fieras sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Parece tal vez algo, una frase hecha o algo por el estilo pero es cierto, son contados los corazones que se abren para recibirme en plenitud cuando la tarde cae y las sombras invaden todo.

Tengan siempre en cuenta, si en el día no lo observan tanto pero cuídense cuando llega la noche y procuren de que nadie esté a la intemperie, incluso pídanme por todos aquellos que les parece que quedan a la intemperie, ¿por qué?, y de día las cosas son más fáciles, pero de noche parecen que están amontonados los peligros, a nivel individual o nivel colectivo, para cualquier tipo de persona, porque normalmente quien nos quiere hacer daño aprovecha de las sombras para ocultar su rostro y quedar impune.

Por eso, vayan trabajando vuestras vidas en base a estas pequeñas cosas que les voy diciendo, pequeñas cosas que tenidas bien en cuenta son soluciones para el problema de la humanidad, en todos los órdenes.

Yo les amo, les amo mucho y nunca quiero desaprovechar el momento para decirles gracias por vuestra presencia, por compartir todo esto que compartimos, por respirar el aire que Yo respiro y la de los Santos, de Mi Madre, de los Ángeles, y no se preocupen por quien llama y uno no le contesta porque hace años que Yo prometí: que quien llama a esta casa y aunque nadie contesta se cumplen sus objetivos porque Yo lo tengo todo en cuenta, todo, todo.

Amén.