• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 17 de Septiembre de 2003 (1º)

Vuelve a repetirse la historia de hace tantos Siglos: “Yo vine a los hombres y los hombres no me recibieron y me colgaron en una cruz”.

Mensaje del 17 de Septiembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 17 de Septiembre de 2003.

Cercanos a la Primavera, pero refiriéndonos a las estaciones, pero nosotros todos los días tenemos una Primavera personal con el Señor, porque con su presencia, la de su Madre y todos, nos llenamos todos los días de flores, aunque sea pleno Invierno, Otoño o cualquier otra estación.

Te escuchamos Señor, como hace casi una década todos los días.

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo, quien me sigue a Mi no anda en tinieblas”.

Dichosos aquellos que pueden caminar siempre a Mi Luz, pobres de aquellos a quienes la Luz de la Misericordia no les alcance porque ellos rechazan Mi Misericordia.

Vuelve a repetirse la historia de hace tantos Siglos: “Yo vine a los hombres y los hombres no me recibieron y me colgaron en una cruz”, pero Yo estoy vivo en medio de ustedes, hoy, mañana y siempre, porque soy vuestro amigo, vuestro hermano, vuestro compañero, vuestro padre, que les amó desde siempre y para siempre, ya le amaba en el corazón de Mi Padre y le seguí amando a través de los tiempos, aunque ustedes aún no tenían existencia real, pero para Mí sí, les amé siempre y como dije tantísimas veces: les miré a los ojos y les llamé por vuestro nombre en la panza de vuestra madre y les seguí amando siempre. Todos los días estoy golpeando las puertas del corazón de los hombres, para que me abran y así podré entrar y cenar juntos, es decir compartir todo, les seguiré amando hasta que nuestra unión sea completa y definitiva en la Jerusalén Celestial, que algunos también dicen: Visión Beatífica o Bienaventuranza Eterna, por siempre jamás.

Si hay algo que deben acordarse siempre es que Mi compromiso y Mi fidelidad, no es por un día o dos sino que es para siempre, nunca se olviden de esto. Los hombres pasan, los hombres que parecen malos y los que parecen buenos, Dios no pasa, permanece en el tiempo para siempre. Ustedes preguntarán: toda esta insistencia en amarlos tanto ¿es a cambio de qué?, a cambio de nada, a cambio de nada, han sido creados a imagen y semejanza del Señor, es decir son hijos Míos y herederos de la Gloria y al ser así ¿qué padre ante un hijo que le pide pan le da una piedra?.

Por eso, oigan a quien quieran, con voces fuertes o voces pequeñas, oigan a quienes quieran pero sobre todo óiganme a Mí que les digo que soy la Misericordia y que para citar palabras de San Juan: “vengo porque el Padre me envió a salvarlos a todos, Yo vine para que nada se pierda”. Hombres de todas las latitudes ¿han escuchado lo que dije?, “Yo vine para que nada ni nadie se pierda”.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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