Mensaje del 14 de Septiembre de 2003

Dice Nuestra Madre:

“He aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”. “Mi alma engrandece al Señor y se alegra Mi espíritu en Dios mi Salvador, porque fijó los ojos en la pequeñez de su esclava, en adelante todas las generaciones me llamarán Bienaventurada”.

Cada día que fue pasando de esta Novena se fue repitiendo estas palabras que Yo le dije al Arcángel Gabriel cuando me visitó y me dio la buena nueva, de que sería la Madre del Redentor, “y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, entonces tengan la valentía de decirle ustedes también al Señor: “he aquí tu esclava o tu esclavo, hágase en mi según tu palabra”, que es una forma maravillosa de decir: Señor, me pongo en tus brazos, quiero que permanezcas conmigo siempre, toda la vida y por toda una eternidad.

Además ustedes piensen, en la medida en que ustedes desean tener la presencia de Mi Hijo, así será después ese ardor que sentirán el día de mañana cuando se dirijan a la presencia del Padre para vivir con Él una eternidad. No se olviden nunca que todo lo que les dije no es para un día o dos, es para toda una eternidad.

No se distraigan, no se ocupen en tantas cosas nada más que humanas, ustedes están peregrinando hacia la Jerusalén Celestial, entonces sepan seleccionar las cosas que son fundamentales de las que son accesorias, no pierdan el tiempo, no, no lo pierdan, porque es tan corta la vida, en comparación con toda una eternidad.

Entonces, sigan teniendo en cuenta las palabras de Mi Hijo: “un mandamiento nuevo les doy, que se amen unos a otros como Yo los he amado”, Yo entiendo, Yo comprendo perfectamente, que hay montones de seres que no son dignos de ser amados por su apariencia grosera, torpe, maldita, perversa o lo que sea, pero el problema no está en como son los otros sino como es uno respecto a los otros. No debe interesarnos hasta que punto el otro es de una manera determinada, nosotros debemos amarlos a todo, sabiendo que esa es la única forma de acercarnos cada día más al Señor y ustedes prueben diariamente a hacerlo y van a ver si tengo o no razón.

Hay una razón muy simple, el hombre fue creado a imagen y semejanza del Señor y en consecuencia el hombre está hecho para Dios porque es el heredero de su Gloria ¿verdad? y el hombre no tendrá paz ni felicidad completa mientras no descanse en el que lo creó, no le busquen vueltas al asunto porque no tiene y no se demoren, porque el tiempo es tan poco y la eternidad es tan larga.

Pero que este pensamiento no sea desalentador, sino que sea un aliciente para enfrentar la gravedad de todos los días, con todos sus dramas y sus problemas.

Teniendo en cuenta todo lo que hablaban ustedes desde el comienzo de este día, intercambiaban ideas sobre muchas cosas, son humanos, está bien todo lo que dijeron, lo fundamental es siempre acordar, es decir llegar a un acuerdo común ¿no es cierto? bueno, pero…, miren a Mi Hijo, tenía que ir de un lado a otro huyendo, sin embargo Él era el Hijo de Dios, tenía que refugiarse en un lugar, aparecer en el otro porque todavía no había llegado la hora para ir al Padre. Fue su vida sobre la Tierra una zozobra constante y era nada menos que el Hijo de Dios y Dios mismo.

Por eso, cuando ustedes tengan vuestros dramas personales, vuestras angustias, vuestras preocupaciones, vuestras desesperaciones, etc., piensen: si los hombres fueron capaces de amargarle la vida al Hijo de Dios y Dios mismo, también son capaces de amargarnos la vida a nosotros.

La pena, Yo comprendo Mis queridos, la pena ¿saben cuál es?, que a veces a uno le amargan la vida en nombre de Dios, es lo más terrible que puede ocurrir, creyendo que sirven a la Trinidad, creyendo que sirven a Mi Hijo, con lo que hacen, están totalmente en la contrapartida de lo que Mi Hijo quiere, pero si ustedes entienden que es así, no se malogren por eso, sigan adelante, llegará el momento en que todo será reconocido, no se angustien ni se preocupen, ocúpense simplemente, llegará la hora y tal vez no falte tanto para que todo se ponga en su debido lugar0.

Hay tantos ejemplos, notables y no tanto, de como es la vida del hombre sobre la Tierra, lágrimas ¿no?, pero no porque Mi Hijo lo quiera sino porque los demás le hacen a uno la vida imposible, pero Mi Hijo vino por todos, asi que sepan disculpar y nunca sean de aquellos de broncas y rencores, de odio nada de eso. Mis queridos, como alguien dijo, las injusticias es mejor sufrirlas que cometerlas.

Por eso, cuando cierren el balance de cada día piensen: no hice daño a nadie, amé a todos los que pude, simplifiqué la vida de los demás y ahora me duermo con la seguridad de que realmente estuve en los brazos del Señor, si los demás no lo están o aparecen como que no lo están, que eso no les quite el sueño, en primera y última instancia ustedes tendrán que dar cuenta de ustedes, no de los demás.

Tengan en cuenta, si derraman una lágrima, Yo estoy ahí para recogerla, si hacen un esfuerzo tanto Mi Hijo como Yo estamos allí para poner la fuerza de lo que están haciendo, el resto se dará por añadidura y si cuando llega la noche, podés descansar con este pensamiento de haber estado todo el día en presencia del Señor y de su Madre, duerman en paz, porque lo mejor es lo que han vivido, aunque pueda parecerles que no, pero es así.

Amén.