Mensaje del 10 de Agosto de 2003

Habla Artemio:

A pesar de que el tiempo no está tan frío sigue con el poncho Jesús y yo comprendo, el poncho es más de tierra adentro ¿no?.

Hoy es tanto como 10, 10 de Agosto de 2003…, en el mes de mis ciento ochenta y nueve años.

Dice Jesús:

Yo estuve siempre convencido y lo sigo estando que si a Mi me presentaran los que tienen así la vocación de presentarme y lo hicieran de esta manera, es posible que convenciera más, ¿quién les dijo a ustedes que las verdades hay que decirlas siempre con cara seria?, no, incluso las verdades sonrientes son menos dolorosas.

Mis queridos, ven cuántos esquemas hay que cambiar, cuando Yo digo cambiar así los esquemas hay algunos que tal vez nunca podrían ser cambiados, por ejemplo si van al velatorio de alguien y se ríen a carcajadas, claro, algo malo está pasando ¿no?, porque uno es un desubicado porque donde todos están tristes uno se ríe y los otros no saben de qué; ahora…, salvo que uno puede tener una cara un tanto alegre pensando en el futuro del que están allí velando, pero de allí a reírse a carcajadas hay mucha distancia.

Por eso, hay ciertos esquemas o estructuras que nunca pueden ser cambiadas, pero hay que pensar bastante para saber cual ¿eh?, por supuesto esto que estoy diciendo depende de cada cultura, depende de tantas cosas. Esto me hace acordar… (se dio vuelta la cinta) … de enterrar a unos de tus hermanos y le dijiste a tu mamá, aunque vos no te acordabas: bueno, todo está bien, a no llorar, si no me equivoco, esta es la hora de la telenovela…, de alguien que no voy a nombrar, una actriz mexicana, tu mamá te dijo: ¿te parece?, por supuesto, la vida continua; y el resultado fue que vos encendieras el aparato y tu mamá viera la telenovela.

Digo esto para expresar que cómo es posible romper una estructura, hay que ubicarse que las personas de edad no fácilmente pueden a veces romper una estructura, pero Yo creo siempre es que según con la verdad con que uno se lo diga, el modo en que uno lo dice ¿verdad? y si los demás entienden que esto es para bien, que es una ayuda y no es para mal de nadie. Entonces eso de que hay edades para una cosa o para la otra es un cuento, siempre es posible todo, o no tienen el ejemplo de tantos miles de años de Abraham y Sara, Sara era estéril y vieja y Abraham también, eso les indica que tanto Mi Papá como Yo siempre elegimos los peores, a los defectuosos, a buen entendedor, Isabel tampoco podía tener hijos y sin embargo de ella nació Juan el Bautista.

Entonces, para poder vivir realmente la palabra, habrá que ir como cuando uno limpia la lechuga ¿no?, sacando aquellas hojas que ya no sirven para encontrar la planta vigorosa que puede nutrirnos, para eso no hay edad, no hay tiempos, no hay lugares, no hay nada, depende siempre que sepamos tomar la planta, sacar con delicadeza las hojas que no sirven y quedarnos con lo fundamental, de esta manera todo se vuelve muy sencillo, cuando uno mira una planta que por fuera está toda chamuscada ¿por qué tiene que pensar que por dentro también está así?, saquémosle algunas hojas, es decir el envoltorio para encontrarnos con todo lo mejor, es un prejuicio pensar de otra manera. Repito, por qué pensar que toda la planta está mala porque las hojas exteriores a lo mejor revelan otra cosa.

Yo no quiero hablar de otra forma sino como lo hice siempre, haciendo comparaciones, por la simple razón que si mitad de Mi naturaleza es humana tengo que hablar siempre con palabras que todos me entiendan, si alguien no puede decir algo porque no encuentra palabras simples para decirlo, entonces no le escuchen porque no dice la verdad. Y aunque incursionen otros campos pero piensen, cuando Mi Papá se define ante Moisés, ¿qué dice?: “Yo soy el que soy o sino el que es vino a hablarte”, ustedes suponen que Mi Papá debe tener todos los diccionarios en la cabeza ¿no?, pero que palabra simple que usa para definirse: “Yo soy el que soy”.

Esto queda a entender, que todo lo complicado está mezclado con cosas que no son ciertas ¿mmm?, por eso, todo tiene que ser llamado por su nombre, incluso por su nombre con palabras sencillas. Si al referirnos al Señor decimos que es: el simple por excelencia, porque no tiene mezcla de no ser, entonces podemos expresar lo más importante con palabras adecuadas, pero también hay que cuidar que las palabras tengan el contenido que anuncia, porque muchas palabras a veces de tanto usarlas pierden el contenido. Sino piensen en la palabra amor, en la palabra gracias y muchas más por el estilo, o el saludar con el adiós, cuántos cuando saludan con el adiós piensan que le está deseando: que te encuentres con el Señor, prácticamente nadie.

Yo sé que tal vez este lenguaje demasiado llano puede perturbar a algunos, pero no me pidan que haga lo que no corresponde que haga, la relación dialógica entre dos personas se da cuando los dos entienden las palabras que están usando sino no hay diálogo, hay uno que habla y el otro que escucha pero sin entender. Tal vez alguno piense: ¿que se trae entre manos el Señor con todo esto?, bueno entonces tienen que pensar lo de todos los años que vengo acá, ¿que se trae entre manos?, y ¿qué piensan ustedes que me traigo entre manos?.

Yo creo que es simple ¿no?, todos distinguen de alguna manera por donde deberían ir las cosas, así como el niño por ejemplo se da cuenta que si hace un pequeño río con un poquito de agua, el agua va a ir hacia donde está más bajo, el niño dentro de su inocencia, de muy poco tiempo de vida entiende a la perfección eso: ¿donde va el agua que arrojo?, hacia el lugar más bajo, por razones obvias. Entonces los adultos, cuando le buscan la vuelta a tantas cosas y quieren que el río remonte la montaña y no al revés, me da la impresión de que no habla muy bien de esos que quieren hacer remontar el río a la montaña y no a la inversa.

Hablamos del plano natural de la razón, que es donde se apoyan el segundo y tercer plano, entonces para aquél que realmente está convencido de algo por la fe podría sostener también que un río suba a la montaña, así como el Mar Rojo se separó para dejar pasar a los Hebreos, pero estamos hablando con otras palabras en otro nivel y eso supone una base fundamental que es la fe, por supuesto esa fe se está sustentando como base de todo en el amor y luego para tenerla genuina y auténtica en la humildad total o camino hacia la humildad total.

Y así como Artemio hizo con el Evangelio de hoy, de traducirlo a las palabras de todos los días, que es lo que corresponde, así las cosas que Yo digo…, no soy el hombre de las cavernas que vivió hace dos mil años, soy Jesús, segunda persona de la Trinidad y Dios mismo que está entre ustedes, para hacer Mi voluntad, que en todo caso es que sean felices.

Todo este tiempo que estoy en silencio, es un silencio aparente, le estoy diciendo a Artemio cosas que no las puedo ventilar en público, porque hay cosas que pueden o deben saberse, otras que pertenecen a la naturaleza esencial de la persona y que debe ser manejado solamente por algunos o uno solo, secretos que como dice Artemio se llevan a la tumba. Pero también hay otra realidad, eso es en este mundo, de este lado todo se sabe, alguno pensará: qué problema, nooo, porque todo se sabe cuando tienen la suficiente cantidad de amor para entenderlo, no antes, sino sería un desorden total.

Cuando alguien tiene el suficiente amor para entender entonces sabrá todo, pero incluso así hay grados en el saber de este lado, ¿por qué?, porque…, nadie puede sembrar inquietudes o cosas si alguien no le interesa, entonces una cosa es lo que se sabe de este lado y otra cosa es lo que se ama de este lado. Es decir, todos los que están aquí contemplan a la Trinidad y gozan eternamente con ellos, pero entiéndanlo bien: nadie puede gozar tanto de Dios si en la Tierra, ni se preocupó, ni le interesó gozar del Señor, entonces pasará un tiempo en la oscuridad hasta que vaya aprendiendo algo ¿no? y luego irá delante del Señor. Muchos creen que estar en la oscuridad es un castigo que uno les da, no, es simplemente una forma de estar para aquellos que no quisieron estar de otra, ya sobre la Tierra vivían en la oscuridad, ¿qué quieren, la Luz de golpe?, les haría mal, los enceguecería. Además, como dijimos tantas veces: nadie puede desear un traje que no es el de su medida, eso supone que por más que algunos gocen mucho más de la Trinidad y se sientan realmente maravillados con todo esto, con la Visión Beatífica, pero será en proporción a la que cada uno trabajó para tenerla.

Ahora bien, ¿será entonces necesario recitar la Sagrada Escritura al derecho y al revés para gozar más?, no, no, el parámetro y aclaro, la forma que tiene la Divinidad de medir es en base a las posibilidades que cada uno tuvo y dentro de esas posibilidades, como cada uno las aprovechó. Siempre se parte de la base que el hombre tiene una conciencia, ahora no siempre es conciencia clara sobre todas las cosas, entonces…, entonces les doy un ejemplo práctico para que por comparación entiendan, si un hombre, tal vez muchos no se acuerdan de decir: Señor, Señor, pero vive honestamente, cumple con las funciones esenciales de persona de acuerdo a lo que puede entender, tienen sus hijos como fruto del amor, los educa como un fruto del amor y vive modesta y honradamente sabiendo que el sol calienta, que el frío hace temblar, sabe que el que no camina retrocede, porque quieto no se puede permanecer; es decir, todas esas cosas tan elementales como el hombre aprende en la escuela maternal si en primera y última instancia lo que el hombre necesita para vivir es como fue el aprendizaje en la escuela maternal, según el país con distintos nombres, ¿o acaso no dicen los hombres que por investigaciones, etc., la mayor parte de los problemas del hombre tienen su inicio y su resolución ante de los seis años?, eso no es totalmente verdad pero en gran parte sí.

Entonces ¿mmm?, es decir el Señor pedirá en base a como uno pudo y en base a que como digo siempre de acuerdo a como le fue en la vida, entre quienes se relacionó, con los que convivió, esto naturalmente hasta que el hombre se da cuenta, si es que se da, que puede ofrecerse al Señor. Entonces ¿qué es lo que ocurre?, el Señor que siempre estuvo allí golpeando las puertas de su ser entra en su ser y lo incluye en su proyecto, entonces se daría aquello: yo no vivo, sino que el Señor vive en mí.

Claro, de esta manera todo en adelante es diferente, porque uno pasa a ser un instrumento del Señor, pero para poder llegar a ser instrumento hay que partir de la base de un amor muy profundo, de una humildad a toda prueba y de una fe que nadie sabe cuanto puede ser intensa, solamente el Señor sabe. Ustedes dirán: pero vivir no era tan difícil como parecía, Yo no dije que fuera difícil nunca, fíjense ustedes Mi Papá se define, como: “Yo soy el que soy”, ¿quieren algo más simple?, “el que es vino a hablarte”, ¿quieren algo más simple?.

Por eso Mis queridos, no es todo esto un juego de palabras, es una tremenda realidad que hay que asumir y dichosos todos aquellos que pueden leer esto, porque parecería que de repente ya tienen hecho más de la mitad del todo.

Se los repito, por si acaso: dichosos aquellos que pueden entender esto, porque de repente ya tienen hecho más de la mitad del todo.

Amén.