Mensaje del 27 de Julio de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 27 de julio de 2003, dos días antes en que se cumplirán cien años que nació mi mamá. El Señor ya esta mañana en la Santa Misa, me adelantó algunas cosas.

Dice Jesús:

Normalmente las apariciones son al final de las reuniones, pero... la Providencia puede disponer otras cosas.

En estos días están un poco alborotados algunos porque el Episcopado Argentino formado por Obispos y Cardenales van a expedirse sobre todo lo que pasa en este lugar, aquí, donde hace casi diez años que diariamente o casi diariamente estamos; ahora, no es tan fácil expedirse sobre algo cuando no se tuvo la experiencia de algo ¿no?, pero lo que puedan ellos decir siempre es importante porque son los representantes de la Santa Madre Iglesia y en consecuencia habrá que tenerlo muy en cuenta, pero también tener en cuenta que como hombres pueden equivocarse también ¿no?. Y esto ¿modifica algo?, ¿esto trae variaciones o algo distinto?, no, porque ocurra lo que ocurra, después que todas las cosas que pasan aquí, que decimos diez años, pero Mis queridos, las cosas aquí hace medio Siglo que pasan, que se tenga en cuenta o no, ese es otro problema pero... , y me quedo corto diciendo medio Siglo, sí.

Decía entonces, todos los documentos que, y muchos Mensajes fueron presentados al señor Obispo, como corresponde, el señor Obispo con la amabilidad que lo caracteriza, envió todo al Arzobispado de Córdoba para que se expidieran, después de expedirse... pasó todo a manos de la Conferencia Episcopal, y hay como un poco de alboroto, como un poco de remolino para saber que es lo que va a ocurrir. Claro, esto no es tan común Mis queridos, no y en consecuencia Yo siempre le digo a Artemio: si entienden los demás un veinte por ciento de todo lo que pasa, date por satisfecho. Ahora..., ustedes tienen que saber una cosa, que en la palabra del Hijo de Dios y Dios mismo no pueden ser medias verdades porque media verdad es casi una mentira, entonces tendré que llamar a cada cosa por su nombre, duela o no duela, guste o no guste ¿mmm?; acuérdense que ya en el Evangelio están las Bienaventuranzas ¿eh?, donde Yo digo: “Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la Tierra”, sin embrago más adelante vemos que Mi actitud con los mercaderes del Templo no fue justamente la actitud de un manso, ¿por qué?, porque habían profanado la casa de Mi Padre; los saqué, después de tumbarles sus elementos de trabajo con patadas en el trasero, si siguiera la traducción griega en vez de la latina, diría otras palabras que tal vez para ustedes caerían un poco pesadas; entonces, ¿soy distinto Yo cuando digo las Bienaventuranzas, o cuando saco los mercaderes del Templo?, no; ocurre que según pasen unas cosas u otras, uno tiene que reaccionar de acuerdo a lo que se le presenta ¿no?.

Ahora bien, en realidad todo esto que ocurre aquí molesta, no voy a explicar el porqué, ustedes saben que en el hombre en general hay mala levadura, entonces no es de ahora sino de siempre Artemio molesta; si la respuesta es afirmativa molesta, porque hay que emprender todo esto y sobre todo tener la valentía de reconocer la excelencia en el prójimo y todos sabemos muy bien que los religiosos no están dispuestos tan fácilmente a reconocer en los laicos muchas cosas y menos si los laicos hablan del Señor. Es decir, es cierto, los ministros tienen la exclusividad Mía, en apariencias, pero Yo sé también que está muy claro en la Sagrada Escritura, cuando dice: “que el Espíritu Santo sopla donde quiere, como quiere y cuando quiere”, en consecuencia es una verdad que tenemos que aceptar como una premisa básica en esto.

La gente que vino de muy lejos dirá: pero, justo caemos en un día en que el Señor parece que está como un poco tocado, noo Mis queridos, Yo estoy siempre igual, desde todo una eternidad los amé, los amo siempre y los amaré para siempre, solamente que a veces uno tiene que usar un tipo de palabras y a veces otras.

Decía entonces, si esto es favorable Artemio molesta, si no es favorable la resolución también molesta, porque todo el mundo lo conoce esto; es decir, aquí hay una verdad, si sí no conviene, si no no conviene, Yo creo que tendría que ser tan distinto, primero escuchar, entender, después opinar. Si Yo dije en algunas oportunidades que hasta la conversación de dos santos a veces puede ser dispar porque si bien hay un patrón común, pero también es cierto que cada uno puede tener sus puntos de vista sobre la realidad sin salirse de la ortodoxia. Ahora, esto dicho sin ánimo de ofender a nadie pero ustedes no deben ignorar que Artemio recibió muchas amenazas de muerte, ¿quién las hizo?, Yo sí lo sé pero por supuesto que no lo voy a decir, y además golpes, cortaduras, en ocho oportunidades el año pasado, cinco este año; no se explica porque nadie habla, nadie roba nada, una sola vez alguien que vino camuflado dijo: a mí me mandan para que lo golpee, pero cuando vio la sangre de los estigmas, se puso a temblar como una hoja que mueve el viento y le dijo: me daría la bendición y se fue como una exhalación.

Por eso, las amenazas y los golpes no se justifican pero ocurrieron, no vamos a entrar en detalles; quien tiene que tener el peso en su conciencia de haber amenazado, golpeado a alguien que no hizo otra cosa que hacer el bien a través de los años. Si digo alguna alabanza a este pequeño ser, a este pequeño gusanito que elegí en medio de la pampa gringa para darles Mis Mensajes, lo mismo que Mi Mamá, no voy a mezquinar cosas que tenga que decir de él, porque les dije antes que media verdad es casi una mentira, lo único que siento es que los que vienen de lejos tal vez piensen: nos tocó justo esto hoy, pero cada uno sabrá sus cosas, partan de la base que Yo los amo, los amo profundamente, desde siempre y para siempre, en consecuencia ya esa es la premisa básica para entendernos ¿eh?.

Estaba diciendo respecto a esto del Episcopado y ¿qué va a pasar después?, ¿qué creen ustedes que puede pasar?, que todo siga igual, ¿o ustedes creen que Yo me privaría de dar las Revelaciones?, son privadas, quien las toma las toma, y quien no quiere las deja. Por otra parte, ustedes creen por ventura que Yo dejaría de hacer las cosas que hago en este lugar, o creen por ventura que alguien que tenía un cáncer fulminante, todo su organismo minado y de repente quedó limpio, ¿ustedes creen que necesita la aprobación del Episcopado para decir estoy sano?, no, y Yo voy a seguir haciendo exactamente lo que hago acá, porque exactamente es lo que hice a través de dos mil años ¿eh?, solamente alguien que no es normal puede pensar que..., que aquí hago cosas que no son adecuadas. Pero a propósito de eso me gustaría también decirles una cosa...., miles de personas pasaron por este lugar, pero no son tantos los que volvieron para decir: estoy sano, estoy libre de mis problemas, mi familia es otra, hubo conversión, no, aquí se repite también lo de la Parábola de los leprosos: “uno solo vuelve a agradecer”, pero aquí no es cuestión de agradecerle a Artemio sino la cuestión es que cuando uno da un testimonio le está agradeciendo al Señor, a Mí, a Mi Papá y al Espíritu Santo ¿verdad?.

Entonces, Yo me preguntaba estos días viendo así un poquito el alboroto que produce en algunos ambientes el análisis de todos estos documentos para dar su veredicto sobre este lugar, de todo lo que pasa, me hace acordar ¿saben?, de aquél buen hombre campesino que iba detrás de un bovino creyendo que a lo mejor podía levantar lo que ese bovino amenaza con perder, ustedes me entienden. Yo creo que pasó demasiado tiempo Mis queridos, hay demasiados milagros de por medio, hay demasiado gracias concedidas, hay demasiado bien hecho de parte del Señor en este lugar, para que haya un poco de alboroto por un veredicto, ¿qué les pasa a los cristianos Mis queridos, que necesitan siempre tener la aprobación de alguien para reconocer tantas cosas?, ¿no creen que tal vez la conducta de ustedes pudo haber sido más firme? ¿mmm?; es decir, casi diez años es toda una vida, pero... ¿por qué tanto silencio para reconocer las cosas?, ¿por qué entrar los rodados a la casa para que los que pasan a lo mejor no vean que están en este lugar?, ¿por qué todo eso?, ¿por qué seguir a alguien que llegó paralítico y se fue caminando?, ¿por qué seguirlo para ver si era cierto o no el que caminaba bien?.

Me parecen excesivos casi diez años, porque las cosas deben caer por su propio peso, hacia un lado o hacia el otro; y veo por ejemplo que es posible que todos los cristianos... bueno digamos muchos, a veces funcionan como bebés de pecho en cuanto a asumir compromisos, ¿por qué no decir públicamente: le pedí al Señor que me sanara de mi ceguera y recuperé mi vista?, aquí podría repetirse lo del Evangelio cuando le preguntan al ciego..., “bueno yo no sé quien lo hizo pero la cuestión es que yo veo”. Es decir, ¿por qué esa frialdad?, ¿por qué esa casi indiferencia culposa en muchos?, ¿por qué eso de mantener en secreto los milagros?, ¿o acaso alguien va a pensar que Artemio los hace?, ¿mmm?.

Me parece que debería haber habido a través del tiempo una actitud muy diferente, ya de por sí cuando alguien tiene un tesoro en su casa siempre tiene ganas de comentárselo a los demás, pero porqué se dicen tan fácilmente las cosas que pasan en la vida pública o privada de la gente ¿eh?, y el Señor hace casi diez años que aquí trae Mensajes de la Misericordia ¿mmm?, y ¿por qué no se llevó rápidamente a otros lugares?.

Pensar mucho todo esto, ¿no habrá en muchos un poco de silencio culposo en cuanto a lo que es la obra del Señor?, todos los que están presentes ¿les gustaría, que vuestras autoridades eclesiásticas los vieran en este lugar, participando de estas Revelaciones íntimas?, no sé, lo dejo librado a cada conciencia.

Pero..., ustedes han visto que en días pasados alguien que detenta el poder en este país, se movió en algunos lugares y dijo unas cuantas verdades, Yo no estoy tomando parte aquí para nadie, el partido ya lo tomé una vez, hace dos mil años cuando morí en la cruz para salvarlos a todos, así que si hablo bien de alguien, bueno pues bien; en este caso quiero decir todo el mundo quedó admirado ¿por qué?, porque alguien decía la verdad, estaba de parte de la justicia, bueno que Yo sepa hace casi diez años que Yo estoy aquí hablando de la verdad y de parte de la justicia, o no fue acaso en las primeras apariciones que Mi Mamá dice: “Mi Hijo y Yo estamos cansados de caminar entre las flores que nacen de la boca de los muertos de una liberación que no le llegó de ninguna parte”, ¿mmm?; ¿no son palabras de aliento y de esperanza de Mi Madre y Mía? y ¿por qué eso no se comentó, no tomó estado público?, sí, es cierto que en los primeros tiempos uno tiene que guardar un poco de silencio para que las cosas maduren y decanten, pero... no sé, cada uno sabrá en su conciencia si no hay un poco de silencio culposo. Mis queridos, uno no puede recibir los beneficios del Señor y callarse la boca, no, ¿eso es para salir a la calle y empezar a gritar?, no, no, no, si hay algo que Yo quiero es que sean prudentes ¿verdad?, pero si alguien no caminaba y camina, pues bien camina, si alguien estaba enfermo y está sano, pues bien está sano, pruebas al canto como se dice siempre ¿no?.

Por eso, antes dije que la cuestión aquí no empieza hace diez años, es toda una vida de lucha ¿mmm?, porque ustedes no pueden ignorar que este gusanito Mío de la pampa gringa, digo gusanito porque es lo más pequeño que uno puede decir de alguien ¿no?, ¿o han visto algo más pequeño que un gusanito, alguien más poco que un gusanito?, pues bien, ustedes no deben ignorar que la vida de este gusanito fue siempre un calvario, ¿por qué?, por una razón muy simple, porque siempre salió en defensa y llevó Mi palabra a todos lados a través de sus innumerables actividades, en varias ramas de las ciencias y de las artes, pero siempre como un francotirador, ustedes saben muy bien que le pasa a los francotiradores, normalmente los bajan de un hondazo.

Ahora, Yo pregunto: ¿se puede continuar sin escuchar alguna vez, en este caso la palabra del Señor, por boca de alguien que uno eligió? ¿mmm?, no sé, cada uno sabrá, piensen que estoy hablando para los hombres de los cinco continentes, alguien sabrá cuando mire su conciencia, si su conciencia es la que tiene un silencio culposo respecto a todo esto, todo el mundo espera palabras de amor, Yo aquí derroché palabras de amor a través de los años, ¿y?, ¿muchos lo tuvieron en cuenta?, por supuesto que muchos sí porque se deleitan con el bien de los demás y el bien propio, pero los demás no, ¿no es exactamente lo que pasa con la mayoría de los cristianos que son de nombre nada más, un rótulo adelante o para figurar?... (se dio vuelta la cinta) ..., mucho, ese es Mi gran dolor, además otro de Mis grandes dolores es que tengan tan poca consideración con Mi Mamá, hay millones de personas que dicen conocerla y le dan la espalda a Mi Mamá y no hablemos de Mi papá, el que me crió, son tan pocos los que lo recuerdan, ¿mmm?, Yo tengo muchos dolores, ¿y ustedes saben una cosa?, cuando esta persona de la que estoy usando su voz para dirigirme a todos, llevó a todos los lugares Mi palabra no le fue tan bien ¿eh?, cada uno de acuerdo a su estamento social le castigó de alguna manera, ¿por qué?, ¿es delito hablar del amor?, ¿es delito hablar de la comprensión entre los hombres?, ¿es delito de querer la paz?, ¿es delito de decir: hay que ser un fiel hijo de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana?, ¿es delito eso?, entonces ¿por qué tanto ensañamiento de muchos?, tal vez a algunos no les alcance su vida para golpearse el pecho. Un día este gusanito Mío me preguntó: Señor, si tenés dos minutos que ves en mi vida de felicidad señalámelos, Yo no le contesté y me fui, por la noche le dije: no te lo señalé porque no lo encontré, él no me preguntó: ¡caramba!, Señor si trabajé siempre para vos ¿por qué?, pero creo que él entendió también que traer algo de arriba no es tan fácil mostrarlo en la Tierra.

Entonces en los campos donde él trabajó de la ciencia o de las artes quiso realmente llevar a cabo grandes obras y están los documentos que lo atestiguan, sin embargo..., como Yo le dije un día en Chile: que era como Juan el Bautista, pero que no le iban a cortar la cabeza, le dije, porque ya la habían cortado tantas veces. Algunos dirán: ¿vinimos de tan lejos para escuchar cosas que parecen personales?, noo Mis queridos, aquí no hay nada personal, esto es interés de todos, un mundo habitable debe ser el interés de todos y eso es por lo que luchó este gusanito Mío a través del tiempo ¿mmm?. Uno a veces mira a aquellos que se dicen cristianos y son caballeros de la triste figura, no convencen a nadie, a nadie.

Si Yo en algún lugar recibo algún beneficio ¿no está bien que lo comente y diga tal cosa? ¿mmm?, ¿o tendré que volver a decir lo que ya dije tantas veces?: Yo estoy vivo y estoy entre ustedes pero para muchos estoy colgado todavía en la cruz y Yo creo que ya sería hora que me descolgaran y me dejaran vivir entre ustedes, porque con todas las cosas que muchos hacen siguen martillando los clavos ¿eh?, siguen martillando, siguen martillando, por supuesto que Yo asumí eso porque di la vida en la cruz para pagar las deudas de todos y las sigo pagando aún con Mis heridas que sangran, pero... alguna vez en lo más sereno de vuestra noche, hombres de todos los continentes y latitudes ¿se han puesto a pensar si me duele o no la llaga del hombro derecho?, ¿o las llagas de Mi cuerpo?, porque no son cinco solamente Mis queridos, son un montón, se dicen cinco para tomarlo simbólicamente, pero son un montón, que siguen sangrando por toda la humanidad.

Pues bien, por ahí aparece alguien que quiere hacer algo para completar lo que le falta a Mi pasión, la que se revive todos los días en la Santa Misa, y le va de mal, ¿por qué?, ¿acaso el Espíritu Santo no puede soplar donde quiere?, ¿o alguien tiene que establecer dónde el Espíritu Santo quiere soplar?.

Tengan cuidado queridos, Yo los amo, y Mi Misericordia alcanza para todo pero..., las palabras fuertes de este día tienen que tener eco en ustedes, aquí no existe la cuestión de un hombre que recibe Revelaciones, visiones, etc, aquí es el Hijo de Dios y Dios mismo que trae los Mensajes y su Mamá y los Santos, ¿y?, ese silencio culposo que tienen tantos y nadie se crea libre del silencio culposo, cada uno vuelva a analizar su conciencia. Cuántos dicen por ejemplo: sí, yo me sané pero no lo digamos fuerte a ver si se entera algún sacerdote, ¿por qué?, ¿es exclusividad de los Ministros de la Palabra el Espíritu Santo o las cosas referentes al Señor?, ¿no han escuchado la voz del Vaticano II, del Concilio?, ¿no fueron los mismos ministros los que dijeron tantas cosas hermosas y han... como descubierto el Nuevo Pentecostés?, es decir el Espíritu Santo soplando sobre todos, ¿y por qué no lo aceptamos después?, el Pueblo de Dios ¿por qué no acepta, muchos por supuesto, que el Espíritu Santo puede hablar en su conciencia y decirle muchas cosas?, nadie tiene la exclusividad de nada en el Reino, nadie tiene la exclusividad; porque muchas veces Yo cuando converso largamente con Mi Padre y luego lo comunico a través del Espíritu Santo, decimos: que a veces, detrás del hombre más simple e insignificante a veces se oculta un gran Apóstol, pero tal vez como hay cuestiones sociales, económicas, políticas, etc, de todo tipo no se le tiene en cuenta, cuando lleguen a la Jerusalén Celestial y vean quienes ocupan los principales puestos, buena sorpresa se van a llevar, porque tal vez aquellos que despreciaron eran vuestros hermanos más fieles a Mí.

¿Estas palabras así parecerían como si fueran un reclamo tremendo?, nooo Mis queridos, es para decirles también a todos que a pesar del silencio culposo Mi Misericordia alcanza para todo, para todo y estoy siempre golpeando la puerta de todos para que por fin abran y escuchen Mi Palabra y la de Mi Mamá.

Por supuesto que este tema no lo agoto hoy y ya venía anunciando muchas cosas, pero hoy debí decir lo que dije, así como ayer, así como anteayer, así como lo haré mañana, nadie puede ponerle límites a la Providencia, nadie le puede decir a la Providencia: no quiero que se obre un milagro o dos o cinco o miles, nadie tiene el derecho de decirle a la Providencia: prívese de hacer milagros, nadie. Y todo esto me produce un inmenso dolor y aquellos que me pueden ver saben que hay lágrimas en Mis ojos, porque..., muchos dicen de estar comprometidos con llevar la palabra, que dicen es palabra de amor, de comprensión y de hermandad, ¿cuántas hojas he llenado aquí de Mensajes?, y son tan pocos los que lo conocen, ¿por qué Mis queridos?, ¿están desactualizados también en los deportes, en la vida social de las personas renombradas por sus características o lo que sea?, ¿están desactualizados los hombres?, no creo; pero sí es posible que el hombre se lamente de tener cargas tan duras que soportar, y Yo vengo aquí desde hace tanto tiempo y antes les hablé a tantos a través de Artemio en las aulas y en el consultorio, ¿y?, ¿qué pasó?, ¿qué pasa Mis queridos?, alguien que es de vuestra tierra dijo, algo así como: hay media mitad del mundo con una flor en la mano y la otra mitad por esa flor esperando, ¿entonces, hay alguien que prohíbe que los hombres reciban flores de la Misericordia del Señor?, o ¿hay que rendir montón de condiciones y exámenes de todo tipo para que Mi Misericordia llegue a todos?, ¿no sienten sobre sus cabezas el calor de Mi sangre que les gotea para redimirlos?, ¿no lo sienten?.

Tal vez cuando estas palabras se lean escritas resulten más duras que en este momento, pero ustedes que oyen Mi voz, a través de este gusanito, saben que se las estoy diciendo con todo el amor del mundo, porque esa es Mi tarea, no tengo otra, acaso no les dije: “les traigo un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado”.

Mis queridos, me gustaría convencerme que tienen en cuenta Mis palabras, pero observen el mundo, así en general, y van a ver que no, incluso aquellos que dicen estar totalmente dentro de la ortodoxia de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, tal vez sus conductas dejen mucho que desear. Ustedes dirán: en las apariciones Jesús y María nunca hablaron de esta forma, ¿es que le niegan al Señor y a la Providencia la posibilidad de la creatividad todos los días?, ¿por qué tiene que repetirse el Señor, y su Madre y los Santos?, ¿por qué tiene que repetirse?, ¿o la cantidad de hojas de estas Revelaciones son demasiado pesadas para asumirlas?.

Quien me ve sabe que estoy llorando..., tengo tantos dolores Mis queridos, tantos, ¿ustedes ven mucha justicia en el mundo?, ¿ustedes ven mucho amor o algo siquiera?, ¿ven ustedes?, ¿hay hermandad realmente?. Seis billones de personas hay en el mundo, solamente dos billones aún no han oído hablar de Mí, los demás sí, ¿y?, ¿qué pasó con lo que oyeron?, ¿no están buscando los hombres todos los días, la palabra de amor que les reconforte su alma y les de vida a su espíritu y les de felicidad?, ¿o qué creen que dicen cuando en el Padrenuestro piden que se haga Mi voluntad?, Mi voluntad es que sean felices Mis queridos, no que sufran, pero los hombres están empeñados en sufrir, en tropezar siempre con la misma piedra.

Es doloroso pero es así, ya continuaré con esto, no quiero ser excesivo en este día, confío plenamente que todos los hombres de los cinco continentes midan y pesen estas palabras, que se las dice un Padre angustiado, porque quiere otro destino para sus hijos.

Siempre terminan los Mensajes con el Amén, pero hoy voy a decir:

Dado en Justiniano Posse, en el corazón de la Pampa Gringa, Córdoba, Argentina, Sudamérica, a dos días apenas del centenario del nacimiento de la mamá de Mi gusanito.

Los dejo continuar con la reunión y los bendigo con toda Mi fuerza y poder y con todo el amor que les tengo, Hijos Míos, que están dentro de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, y también todos los hermanos separados y todos aquellos que están dentro de otras religiones y adoran a otros dioses, para todos, reciban la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

Fueron testigos de este Mensaje la siguientes personas en el Grupo de Oración:

De Justiniano Posse:

Hugo Rubino Carmen Postigues Patricia Aguilar Marta Niconensuk

Santina de Brizuela Silvia Casalanguida Gloria Casalanguida de Luna

De Monte Buey:

Dr. Abogado : Angel Luis Moltoni Mercedes Valentini

De Venado Tuerto:

Carlos Alberto Bonetto María Magdalena Genis Arnoldo Zoppi Elisabet Moyano

De Bell Ville:

Mirtha Borgatello Lucia Rosso

De Rosario:

Silvia Guerrero Daniel Antonio Uscar Rodolfo Gustavo Guerrero Graciela Cucurella

Dra.Medica : María Rosa Isabel Godoy Tinta C.P.N.: Hector Alberto Magnani

Diego Manuel Perez Sergio Godoy Antonio José Piccolini Mónica Baleani

Carlos Pile Erasmo Galan Norma Franchini