Mensaje del 20 de Julio de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 20 de Julio, día del Amigo, día del Amigo para la sociedad de consumo, porque de esa forma hoy la gente regala, pero los amigos no tienen un día, el que es amigo es siempre.

Jesús está con un poncho, pero hoy no es blanco, es colorado, la primera vez que me acuerde, a lo mejor alguna otra vez pasó.

Dice Jesús:

Citando el Evangelio: “cuando me bajo del barco, vi toda esa multitud que esperaba y sentí compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor”, mal que les pese esa es la imagen que tengo del mundo actual, mal que les pese a muchos.

¿Vieron que en el momento que guardé silencio como vuestra mente fue armando figuras y pensando cientos de cosas diferentes?..., por eso, es una forma de oración también el silencio, no el silencio común, sino el silencio cuando uno tiene la mirada del Señor.

Vos hiciste una referencia recién, lo de cansado y decaído, que no son dos palabras iguales, uno puede tener cansancio por haber hecho muchas cosas y estar decaído porque no se logran los objetivos que uno busca, por ahí puede confundírselas. Yo diría que no debe preocuparte, porque Mi naturaleza humana con frecuencia, con mucha frecuencia está cansada y decaída, ¿estar así es un signo de debilidad?, no, es un signo de toma de conciencia que no es debilidad, pero normalmente los hombres piensan otra cosa, claro, uno también puede estar decaído porque comió tres milanesas, pero esa es otra historia.

En la lectura de hoy hace referencia a que mucha es la cosecha y pocos son los obreros, pero tampoco hay que pensarlo demasiado eso, los Apóstoles eran once y vieron lo que pasó, entonces que pasa cuando en un lugar determinado hay pocos para hacer la tarea, se recarga más a los pocos, sobre todo cuando uno puede confiar plenamente en los pocos.

Ahora…, y esto viene bien para hacer una reflexión, algunos tienen en medio de la frente la preocupación del pecado que hay en el mundo, Yo diría que a Mí me importa relativamente porque, donde abunda el pecado sobreabunda la gracia, pero muchos no lo quieren entender y si Yo tengo discípulos, que a lo mejor su vida no es tan correcta, pero están totalmente entregados a Mí, ¿ustedes creen por ventura que Yo voy a tener en cuenta sus pecados?.

Les digo esto que puede parecer un poco chabacano, pero las comparaciones muchas veces son chabacanas, ocurrió en un lugar, no importa dónde ni cuándo, que había un grupo de personas que trabajaban seriamente para la extensión del Reino y entre esas personas, que no eran tantas, había tres que cuando trabajaban mucho tenían un fuerte olor en sus pies, porque ustedes saben que normalmente los olores corporales son fruto de cómo funciona las glándulas de secreción interna. Pasó un día, pasó dos, pasó tres, pasaron varios días hasta que uno de los que se preocupaba del olor, sobre todo cuando llegaba la tarde después de todo un día de trabajo…, y para que no digan que estoy inventando un cuentito, a vos te lo estoy mostrando y también te muestro sus rostros con la condición que no digas quienes son pero estas extrañados de que rostros son.

Bien, entonces uno de ellos consulta a quién lo dirigía, pensemos en este caso Yo, y le dijo así rápidamente: todos nosotros somos hermanos, todos trabajamos mucho de sol a sol, pero hay tres hermanos que cuando empieza a ponerse tarde en el día, es inaguantable el olor que tienen en los pies, yo no sé si traspirarán demasiado, o si su calzado es inadecuado o no sé, pero huelen tan mal, pero tan mal que nos cuesta una enormidad trabajar con ellos. Entonces, quien los dirigía le dijo: y ¿qué sugiere usted para solucionar el problema?, y el que era portavoz dijo: decirles a todos, con mucha caridad y respeto, que tomen medidas para no oler tan mal o sino de lo contrario va a ser casi imposible trabajar juntos; quien los dirigía se quedó pensativo un rato y después habló: Yo sabía de antemano que esas tres personas cuando trabajaban mucho olían mal, pero hice a propósito al contratarlas; ¿por qué sabiendo eso, dijo el portavoz, lo hizo?, porque pensé: el olor de estos tres que puede ser nauseabundo, hace posible que todas las alimañas que hay en el cuerpo de los otros huyan desesperadas: pulgas, piojos y otros bichitos encantadores. El portavoz dijo: no creo que se justifique esto con dar la orden de que se bañen; entonces el que los dirigía, le dijo lo siguiente: ya desde la mañana ustedes miran con cierta aprensión a esas personas y tienen ocupado el pensamiento en eso y mucho más cuando va pasando el día y al llegar la tarde, prácticamente no piensan en otra cosa, pero como Yo al hacer todo lo calculo bien, lo programo bien, he pensando que mientras piensan en el mal olor no tienen otros pensamientos mezquinos, egoístas, malvados y tampoco se les pasa por la cabeza que harán durante la noche, que puede ser bueno o no tanto, pero el olor nauseabundo los tiene sumamente ocupado e inquietos, pero no por eso dejan de trabajar. El portavoz se quedó pensando y el que los dirigía le dijo simplemente: continue trabajando y agradezca ese olor nauseabundo, porque Yo sé de alguien que recoge donde no siembra y cosecha aunque no eche semillas en la tierra. El portavoz se retiro y no sabemos si entendió pero todos aquellos que escuchan esto sí entienden y lo entienden muy bien.

Dice Santa Rita de Casia:

Has terminado a la segunda estatuita con mi figura y las dos quedaron muy bien, sabré recompensarlo, mientras pintabas ambas estatuitas con los pinceles hiciste exactamente novecientas trece cruces, ¿y esto?, esto significa que para todos aquellos que se ofrecen al Señor todo está calculado para bien y aprovecha a las personas para que hasta en forma inconsciente estén alabando al Rey de la creación. Novecientos trece cruces, novecientos trece veces de recordar la pasión del Hijo de Dios y Dios mismo en forma inconsciente.

¿Para qué digo esto?, lo digo porque deben tener en cuenta como el Señor aprovecha la obra de aquellos que de una forma u otra se han ofrecido, ¿y que importancia tiene hacer novecientas trece cruces?, mucha, tanto como sacar almas del Purgatorio, sanar enfermos, corregir delincuentes, contrarrestar las tristezas de muchos y en montones de lugares, sitios y circunstancias hacer posible la palabra del Señor.

Puede que esto parezca extraño, pero no lo es, quién entra dentro de los planes de la Economía Divina, si hasta en forma inconsciente al hacer el símbolo de los cristianos puede hacerse un inmensa obra, piensen ustedes en todo, nada es porque sí, en la Economía Divina siempre todo tiene una dimensión especial.

Y respondo lo que cruzó por tu mente, si hacía falta tantos años para que me canonizaran, y sí, parece que sí, porque con todas mis características en todos yo estaba o iba a contramano, desde entrar en una Congregación donde no se aceptaban mujeres casadas y además hacer todo lo que hice, para quién no tiene dimensión de lo Divino no se acepta con facilidad que haya quien recoja rosas escarbando la nieve, que alguien haga brotar troncos secos que estaban dispuestos para ser quemados en la estufa, quien no está en la dimensión Divina ni en la Economía Divina, esas cosas entre tantísimas no las puede entender, ¿y hace al fondo de la cuestión?, evidentemente que no, porque lo que yo hice y hago está más allá de la canonización.

Pero… ¿y esto es digno de tener en cuenta?, no tengan miedo para canonizar a alguien porque nunca se equivocaran, porque el que dice es el Espíritu Santo y no la cantidad de milagros que a lo mejor alguien produjo, porque la mayoría de las veces los milagros ni se conocen y otros que se conocen tal vez no son tan milagros.

Dice Santa Faustina:

Cuando me profundiza la problemática de la Misericordia llega a darse cuenta que por más que el hombre piense y vuelva a pensar y re piense las cosas nunca, jamás llega a una conclusión exacta sobre como funciona la Misericordia del Señor, pues bien, si no pueden entenderlo sospéchenlo y piensen que el Creador del universo, el que les amó desde el mismo seno del Padre, aquél que dio su vida en una cruz debe tener recursos maravillosos, o sino me van a ser creer que ustedes siguen razonando como hombres comunes y no como hombres de fe.

Para el hombre de fe hasta lo más inverosímil, hasta lo más fuera de lugar es posible y se da, pero el hombre analiza tanto, racionaliza tanto que no ve, es una pena, porque al menos vislumbrara algo haría tan rápido que estas tierras sean más habitables que los hombres sufran menos y que todo se encamine como el Señor quiere.

Nunca miren para atrás, avancen siempre haciendo lo que el Espíritu Santo les indica en vuestra conciencia, si alguien los reta bajen la cabeza y escuchen con resignación y con pasión, si alguien los aplaude no hagan mayormente caso, si alguien les pone una piedra en el camino para que caigan, a veces hasta hay que tropezar a propósito en las piedras, aunque parezca una incongruencia, hay que tropezar a propósito para darle el gusto a los demás de que uno puede caerse, quedan de satisfechos algunos cuando lo ven caer, tan satisfechos quedan pero el que cae y se levanta sabe que tropezó a propósito porque hay quien se alimenta de cosas verdaderas y también hay quien se alimenta de migajas, sí, dicho con todo respeto y todo el amor del mundo y sobre todo creo que tengo cierta autoridad para decirlo, esa es la ventaja de padecer y padecer mucho, uno después tiene cosas para contar y para poner de ejemplo.

Las Hermanitas ya han recibido los retratos de Jesús de la Misericordia y han dado gracias al Señor por todo y han dedicado tantas oraciones para todo esto y cada momento que pasan delante de esas dos fotografías de Jesús es como si volvieran a recordar quién se las envió.

Esto no lo sabe nadie, pero justamente las cosas que no sabe nadie son las que mantienen al mundo en pie, piénsenlo con el corazón.

Amén.