Mensaje del 18 de Junio de 2003

Habla Artemio:

Sigue el Mensaje.

Dice Jesús:

Aunque el Mensaje siga pero Yo voy a repetir lo mismo, para que se les haga carne: siempre es posible que el mundo se detenga delante de la puerta de alguien que sueña y tiene esperanza, dicho con otras palabras: para el Señor siempre todo es posible.

Después de todo lo que hablaron esta noche, Yo voy a agregar algunas cosas, todo está bien pero, Yo quiero agregar algo más.

Es una pena que gran parte de la humanidad no crea en la existencia del maligno y mientras menos creen más él se abusa de las personas y comete las atrocidades más grandes. Ahora, pero no crean ustedes que están libres de poseer al maligno, incluso aquellos que pueden ser hasta Ministros de la palabra, lo saben bien ustedes. A veces esas personas lo consideran defecto de carácter y un montón de cosas más, para no decir: que estoy bajo la presión constante del maligno y sepan pedir el auxilio del Espíritu Santo para que siempre les de algún indicador si está el maligno rondando y en qué cosas puede filtrarse dentro de ustedes, eso sí, no tengan miedo, nunca, si están con Mi protección no tienen por qué tener miedo.

Acuérdense de esto, si están plenamente conmigo y no se les cruza ninguna duda por la mente de Mi poder total sobre todo, entonces no es fácil, no es nada fácil que el maligno entre en ustedes. Además, tienen que tener en cuenta que todos aquellos que en su corazón existe una profunda humildad el maligno con ellos no se atreve. La humildad es la madre de todas las virtudes, en consecuencia quien es humilde no tema, que el maligno no tiene expectativas sobre ellos.

Además, ya sé que pueden tenerme siempre en vuestro corazón pero, si tienen alguna imagen para que les recuerde aún más Mi presencia, entonces eso les favorecerá y algo también de Mi Mamá, para que nunca él pueda apoderarse de ustedes. Invoquen y tengan con ustedes siempre una imagen de Mi Mamá con la advocación de Nuestra Señora o Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa y si pueden tener Mi imagen como Jesús de la Misericordia también, pueden llevarla que se vea o pueden llevarla oculta, por supuesta que estas son imágenes que representan a Mi Madre y a Mi, pero así como se lleva la foto de un familiar que uno quiere arriba como para tenerlo siempre presente, en este caso sería lo mismo.

Por supuesto que si tienen una imagen de algo pero no están creyendo plenamente, entonces lo fundamental siempre es lo que hay en la mente y en el corazón, de esa forma van a estar siempre resguardados y ante cualquier peligro, decir simplemente: Jesús, que es una forma de detener al maligno, o sino pueden decir: Inmaculado Corazón de María.

Mientras en vuestra boca y en vuestro corazón estén esas expresiones no tengan ningún temor, ningún tipo de temor, porque no solamente ustedes están resguardados sino los que tienen cerca también y si hay niños en vuestra casa…, traten de no dormirse sin pensar en que Mi Mamá y Yo los cubrimos con nuestro manto de protección, más que placentero será el sueño cubierto con nuestros mantos.

A veces las grandes devociones están expresadas en pocas palabras, pero no interesa cuántas palabras sean sino con la fe que se las dice uno. Qué otra cosa pueden esperar para que todo en vuestra vida cambie para bien, es decir tenerme a Mi y a Mi Mamá siempre presente. Y por mas que alguna vez les parezca: ¿si está el Señor conmigo, cómo puede pasarme esto?, nunca Yo provoco el mal sino que alguien lo provoca y después puedo Yo aprovechar de ese mal para sacar algún beneficio, pero jamás provoco el mal, nunca. Así como tampoco nunca castigo, o acaso no leen con claridad en el Evangelio de San Juan: “quien me ve a Mí ve al Padre, el Padre me envió para que Yo los salve, el Padre me envió para que todo lo que está sobre la Tierra nada se pierda”, y las expresiones: todo, nada, siempre, ustedes saben todo el peso que tienen cuando sale de nuestra boca.

Esa expresión con qué empecé, ténganla siempre presente, sobre todo porque Yo se las he dicho y Yo no digo nada porque sí. Sepan que los amo tiernamente, sepan que ocupan un lugar en Mi corazón, déjenme también que Yo ocupe un lugar en el vuestro para amarlos eternamente y darles todo lo mejor.

Amén.