Mensaje del 16 de Junio de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 16 Junio de 2003.

Dice Jesús:

Siempre es posible que el mundo se detenga ante la puerta de alguien que sueña y tiene esperanza.

En la vida todo llega y mucho más cuando se tienen rectas intenciones, por supuesto que hay muchos juegos en la vida de los hombres, juegos propios de su naturaleza y de su idiosincrasia, el hombre tiene…, usa un montón de artimañas para lograr sus objetivos, eso no quiere decir que siempre son los objetivos dentro de un proyecto que Yo elaboro en conjunto con el ser que me lo pide.

Me importó mucho esto del diario, lo que me importó es que le diste menos importancia que la visita de cualquier persona. A una altura de la vida, cuando el ser humano quiere ya nada ni nadie lo marea. Hay necesidad de acostumbrarse a trabajar en este día, mañana, pasado y cada día, de acuerdo a como Yo les vaya indicando todo, ustedes pondrán las fuerzas, el ingenio y la disponibilidad y Yo les diré qué hacer.

Yo observo la lucha del hombre sobre la Tierra y me da en general, me da un poco de pena ver como vive tropezando en la misma piedra que tropezó el día anterior y así, sí, parecería que es el ser que no aprende nunca las lecciones que la misma vida le da porque por Mi parte Yo no hago absolutamente nada para hacerle daño.

Yo he resumido el Mensaje de hoy en la primera expresión, ¿por qué, dirán ustedes: ayer y hoy?, bueno porque así se dan las cosas, atiendan ahora los Mensajes de estos seres muy amados por Mí, Mi Mamá.

Dice la Virgen:

Teniendo en cuenta la primera expresión de Mi Hijo, Yo diría: bienaventurados aquellos que la escuchan y creen firmemente en la posibilidad de que así suceda.

A veces me pongo a pensar en como evoluciona o se convierten las personas, cuál es su proceso, es evidente que parecería que a todos les hace falta algún incentivo, algo que se vea para seguir luchando con mucho entusiasmo, Yo sigo insistiendo, hay que pensar que cada uno es dueño de su propia libertad, por supuesto a cada uno le va de una manera, pero hay una necesidad grande de replantearse montones de problemas.

Es cierto que no es posible otra cosa y también es cierto que los Mensajes son muy largos para que llegue a todos, pero a Mi me gustaría…, está bien, está en todo el mundo, pero los más simples y humildes no tienen acceso, tampoco existen los medios, tampoco existen muchas ganas pero sería tan necesario que los Mensajes se volvieran a leer, las veces que sea necesario.

Todos aquellos que analizan los Mensajes están creciendo de otra forma, que nunca se les convierta en una costumbre esto de que el Señor, su Madre y los Santos vienen siempre aquí y dicen tantas cosas, por supuesto, todas cosas ciertas referentes a ustedes y a todos pero…, en este momento tal vez mañana sea distinto, pero en este momento no veo que los Mensajes tengan un efecto transformador en las personas.

Es cierto también, que el hombre está tan lleno de problemas y de cosas, pero Yo no les pido y Mi Hijo tampoco nada raro ni extraordinario, sino simplemente un acrecentar más el amor por los demás, por las cosas y por todo, no hace falta hablar ni decirlo, pero me gustaría que cada uno de ustedes todos los días cierre su balance diario, diciendo: crecí un poquito más, un poquito más, un poquito más, porqué ¿qué pasaría si no hubiera Mensajes, o si terminaran?, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es decir la Trinidad, no tiene pensando eso pero…, no los más cercanos, si los que están eran los que están un poco lejos, deberían perseverar más.

Cada uno sabrá en este sentido qué debe hacer, a Mi esto no me preocupa, solamente les digo.

Dice Santa Teresita de Lissieux:

Ánimo para todos, ánimo, es decir vida, para que el fuego del Señor pueda tenerlos siempre como una llama ardiendo para que no solamente ustedes se vean sino que los vean los demás.

Es decir, todo está muy bien, pero nunca es posible detenerse porque el no avanzar es retroceder.

Dice Santa Faustina:

Yo quisiera que la Misericordia encendiera más los corazones, pero ustedes no pueden hacer mucho más de lo que hacen en ese sentido, porque los que deberían tomar riendas en el asunto para que todo esto se divulgara tienen endurecido su corazón, yo me pregunto si ese estado les da felicidad, y por supuesto que no, entonces faciliten la tarea a los que están decididos en tantas cosas.

El hombre está tan preocupado para ganar su sustento y para eso tiene que luchar tres veces más de lo que debiera, entonces le quita tiempo. Artemio podría decir: bueno, tal día tenemos una jornada de Río de Agua Viva, pero cómo es posible juntar a personas que están tan lejos, cada uno tiene sus cosas qué hacer, cada uno tiene el cansancio propio de las cosas que hace y entonces hay que esperar, pero no crean que mucho.

Por otra parte no esperen de los otros la realización de grandes cosas, partan siempre de una base, vaya si lo digo por experiencia, cuánto tiempo le va para que el ser humano acepte que alguien puede recibir Mensajes del Señor, de su Madre y de los Santos, cuánto va.

Dice San Pío de Pietralcina:

Trataré de hablar en castellano para que se me entienda.

En toda la vida de las personas que están al servicio del Señor, hay que tener en cuenta que hay períodos de noches muy oscuras donde parecería que no se avanza, pero muchas veces esto es fijarse en las…, como se dice…, preocupaciones humanas, lo importante es poner siempre todo en manos del Señor para que Él vaya haciendo más allá de nuestras precariedades y de nuestras debilidades y de nuestras marchas y de nuestros retrocesos.

Dice San Martín de Porres:

Todos los que venimos acá estamos continuamente hablándole al Padre para que se apresuren los trámites en todo, en las personas y en las cosas, así que confianza, fuerza y adelante. Puede haber opiniones respecto a cuánto, pero más que ustedes el cuánto que lo ponga el Señor.

Ustedes están todos entregados, se ve en incondicionalmente, pero me preocupa una cosa…, bueno más que preocuparme me ocupa una cosa, qué pasaría si terminando los Mensajes y no estuviera Artemio encendiendo siempre la lámpara para que de cerca o de lejos se vea que está prendida, ¿qué pasaría entre todos?, siento decirlo pero quedarían como oveja sin pastor, como ovejas sin pastor.

Por eso, cuando las cosas son obras del Señor no piensen tanto, abandónense en la confianza de que el Señor está detrás de cada acto que ustedes realicen y de cada pensamiento que ustedes tienen, cada acción que realizan, pero a veces conviene tensar un poco las cuerdas del violín para que el concierto salga mucho mejor.

Amén.