Mensaje del 07 de Junio de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 07 Junio de 2003.

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo y quién está junto a Mí no anda en tinieblas”, óiganlo:”quién está junto a Mi no anda en tinieblas”.

No quiero hablar demasiado porque todos ansían volver a sus hogares, pero sí tengo que decirles que he estado, no solamente esta tarde sino en todos los días previos junto a Mi Mamá, viendo como hacían para adornar esta casa que es el Santuario más grande de América, hay otros Santuarios pero en ninguno de ellos apareció y aparece Jesús y su Madre, por eso digo Yo que es el Santuario más grande de América y aunque el día de mañana, muy próximo, haya un Templo hermoso, no por eso esta casa dejará de ser el Templo Mío y de Mi Mamá.

Ustedes no tienen dudas de que Yo los amo, ya sé que ustedes me aman a Mí, pero Yo quiero amarlos a ustedes mucho, por eso no se nieguen a abrir vuestro corazón para dejar reclinar Mi cabeza, quiero amarlos mucho, quiero que avancen en la vida seguros y felices porque van tomados de Mi mano peregrinando hacia la Jerusalén Celestial.

¿Saben?, quieren conocer como funciona la Misericordia del Señor, porque por más que el hombre imagine nunca llega a imaginar tanto, entonces atendiendo a lo que es la Misericordia, es decir el amor obrando, les regalo a cada uno de ustedes para siempre, por toda una eternidad, que a partir de hoy todo lo que toquen, miren, hagan, piensen, lo bendigan, aunque ustedes ni se acuerden de esto que les digo, pero Yo utilizaré vuestra buena voluntad y vuestra actitud generosa para regalarles esto. Además ustedes saben que a esta casa vienen muchos y vendrán muchísimos y todos aquellos que miren a través de los cristales y sus adornos que pusieron, las gracias serán todas para ustedes, esa es la forma que tiene de obrar Mi Misericordia, ¿no leen acaso en el Evangelio que: “ni un vaso de agua dado en Mi nombre dejará de ser recompensado”?.

Entonces, díganlo por ahí, cuéntenlo: el Señor me dijo que me ama, y me ha regalado tantas cosas, tantas cosas, y además la consagración por toda una eternidad de todos ustedes y de vuestros familiares, la consagración a el Corazón Inmaculado de Mi Mamá y Mi Sagrado Corazón. Como todo sábado este también es de Mi Mamá, entonces sépanlo, todos ustedes, vuestros familiares y aquellos que de una forma u otra pusieron sus manos a todo esto y sus ideas ¿mmm?, están consagrados al Inmaculado Corazón de Mi Madre y a Mi Sagrado Corazón por toda una eternidad.

Les repito, no solamente para ustedes, sino para todos vuestros familiares, Yo soy un poco tramposo, los traigo aquí y como dicen ahora: los engancho para siempre, eso les pasa a los que vienen a este lugar, no tienen otra, quedan incorporados por toda una eternidad a Mi proyecto; es decir que hagan lo que hagan, vayan donde vayan Yo estaré siempre llevándolos de la mano, lo mismo que Mi Mamá, para siempre ¿eh?, para siempre. Y no olviden que vayan donde vayan, hagan lo que hagan, toquen lo que toquen, todo será especialmente bendecido por vuestras manos y vuestra mirada.

Y ahora les digo, que abran vuestros corazones porque estoy tan ansioso, lo mismo que Mi Mamá de entrar en ustedes para siempre, aunque ya estaba tal vez sí, pero lo bueno cuando se repite es mucho más bueno.

No se olviden nunca de este día, porque es un día especialísimo para ustedes, nadie da una copa de agua en Mi nombre sin ser recompensada, así funciona la Economía Divina, así funciona.

Téngalo siempre en cuenta que los amo mucho y nunca se dejen invadir ni de la tristeza ni de nada por el estilo, ¿por qué podrían ustedes estar tristes, sabiendo que Yo los llevo de la mano y Mi Mamá también?, no, ¿podrían desconfiar uno del otro y no amarse tanto tal vez?, no, porque ya les dije: soy medio tramposo, los que vienen aquí Yo los engancho pero no por un día o dos sino para siempre.

Mi Mamá dice ¿eh?, que también les agradece, como sabe agradecerlo una madre y que les adelante de alguna manera, la canción que todas las noches al dormirse ella les canta a aquellos que ama, piensen que son como niños pequeños, chiquititos, tan pequeñitos como el de la pintura que está detrás de Artemio, así chiquititos. Entonces, agudicen bien sus oídos esta noche para oír a Mi Mamá que les dice: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón, arrorró mi niño…

¿Hace falta repetir una vez más cuánto los amo?.

Habla Artemio:

Y todo esto continua como debe continuar siempre en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Cantamos a la Virgen un poquito ¿eh? para devolverle su canto ¿eh?: la Virgen se está peinando, entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro y el peine de plata fina, pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido, y beben y beben y vuelven a beber los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen lava pañales y los tiende en el romero, los pajaritos cantando y el romero floreciendo, pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido, y beben y beben y vuelven a beber los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen se está lavando con un poco de jabón, se le han picado las manos, manos de mi corazón, pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido, y beben y beben y vuelven a beber los peces en el río por ver al Dios nacer.

Muy bien… (se corta la grabación) …