Mensaje del 06 de Junio de 2003

Habla Artemio:

06 Junio de 2003.

Estamos en presencia del Señor, de su Madre y de muchos Santos y Ángeles y familiares de ustedes ¿eh? y como ocurre normalmente todos los que están en la Luz pueden manifestarse normalmente.

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo, quien está a Mi Luz no anda en tinieblas”.

Y si hablo de la Luz, los veo a ustedes con esa pequeña llamita que es vuestra vida y la cobijan en el hueco de vuestras manos, haciendo posible la protección para que el viento no la apague, la llamita es la vida y el viento son todos los problemas, enfermedades y cosas que hay en el mundo. Y a veces les parece que casi se apaga pero, no se olviden nunca que si están tomados de Mi mano, vuestra llamita estará bien cuidada para que ningún viento ni ninguna brisa la apaguen, hasta que sea el día propicio y necesario al final de los tiempos, porque todo aquél que está conmigo plenamente, se supone y se supone bien que morirá de viejo, como es la forma que se debe morir. Cuando alguien no muere de viejo, alguien hizo algo, no tuvo el cuidado necesario o los que deben guardar la salud no lo saben hacer bien, entonces parten antes pero la ley natural es que el hombre se muera de viejo.

En una oportunidad, en una Revelación, Yo hablé de esto largamente y también les dije como los patriarcas del Antiguo Testamento y los Profetas vivían tantos años, como dice la Sagrada Escritura de Job: “que murió muy viejo, cargado de años, lleno de días”, porque a pesar de que no parezca, el hombre a veces establece: tengo que vivir tanto tiempo, en vez de decir: Señor, pongo mi vida en tus manos, para vivir todo lo que vos quieras, sería muy distinto todo.

Pero como el hombre quiso racionalizar todo, entonces Yo puedo decir: estas sano, pero si el médico dice otra cosa se le hace caso, aquél que maneja algunos rudimentos de la ciencia, ustedes aprendan a vivir de otra forma, de otra manera.

Ser cristiano es ser diferente, no pueden hacer como hace la gente, como dice el proverbio común: dónde va la gente donde va Vicente ¿eh?, el proverbio común, el dicho común expresa una gran realidad, mientras que Yo los he creado a Mi imagen y semejanza y en consecuencia en esa creación Yo he tomado un compromiso sobre ustedes, el problema Mis queridos es que me abran vuestro corazón y me dejen vivir en él, si no me abren vuestro corazón Yo me la paso golpeando y golpeando y golpeando y ustedes no me abren, entonces no puedo hacer Mi voluntad, porque no me dejan ¿mmm?. Así como en todas las tardes desde hace tantos años, se vuelve a repetir aquello en que: “los pájaros tienen sus nidos donde refugiarse en la noche, hasta las fieras tienen sus madrigueras y el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”.

Todos los días repetimos esto, por eso les pido humildemente: déjenme entrar en vuestro corazón, quiero vivir eternamente en el, no un día o dos sino siempre, ¿y qué les voy a pedir a cambio?, nada, a ustedes les enseñaron tal vez que el Señor le pone precio a lo que da, les enseñaron mal Mis queridos, el Señor no le pone precio a nada, todo lo da a cambio de nada, si les enseñaron otra cosa les enseñaron mal, si alguien les enseñó que tanto Mi Papá, como Yo o el Espíritu Santo estamos a la vuelta de cualquier esquina para darles algún castigo o algo por el estilo, les enseñaron mal, Yo soy el Señor de la Misericordia y la Misericordia, como tantas veces les dije: es el amor obrando y el amor no puede castigar nunca, sí el amor es exigente como es lógico pero nunca el castigo, jamás.

Soy el Señor de la Misericordia y es tanta Mi Misericordia que podrían recorrer millones de veces todos los caminos de la Tierra y no alcanzarían a entender ni siquiera uno en un millón de lo que es Mi Misericordia, y además ¿ustedes han visto alguna vez que, un hijo que pide pan su padre le de una piedra?, ¿o un hijo que pide pescado el padre le de una víbora?, cuánto más el Señor que todo lo hizo y lo hizo bien, lo único que puede hacer es dar su Misericordia. Y entonces, ¿aquellos que parecerían que tienen castigos?, noo, se castigan solos o alguien los castiga, pero no el Señor.

Llevemos estos conceptos a nuestros hermanos, digámosles estas verdades, confíen en el Señor, que el Señor es un Señor de Misericordia y que tengas lo que tengas que te pesa en tu alma, no es ningún inconveniente para que Yo lo queme con el fuego de Mi amor, porque Mis queridos, antes de que ustedes hagan algo malo, Yo ya lo estuve perdonando ¿mmm?. Entonces, no me vengan a contar viejas penas y viejas cosas malas que hicieron, ya son todas Mías, ya son de Mi propiedad, Yo las he quemado y ni siquiera las cenizas quedan de todas esas cosas, ¿o qué creen, que aquellas palabras del comienzo, donde Artemio les dijo que Yo pagué y pago las deudas de todos, son nada más que palabras?, si él no habla, el Espíritu Santo habla en él, ¿mmm?, ¿o quién cree que le dijo: besá los pies de tus hermanos para hacer el mayor acto de humildad que puede hacerse?.

Ven Mis queridos, así trato Yo a los que amo y a ustedes todos los amo y a todos los hombres los amo, lo que ocurre es que no me dejan a veces amarlos, cierran su corazón, cierran las puertas, como si Yo entrara a pedirles cuentas de la vida que llevaron, Mis queridos, si están aquí oyendo Mis palabras, ¿ustedes creen que pueden haber hecho cosas malas?, y si ya las hubieran hecho, habiendo respirado un instante el mismo aire que respiro Yo ¿ya no se hubiera borrado?. Por qué en empeñarse en verme un Dios que está esperando para reprocharles algo, en vez de verme como alguien que quiere allí, está esperando que abran el corazón para entrar y amarlos.

A Mi me encanta cuando me dicen que me aman, pero también dejen que Yo los ame ¿mmm?, toda vuestra vida se transformará si me tienen a Mí en vuestros corazones, no se olviden nunca de eso, toda la vida de ustedes es diferente cuando me llevan a Mi en vuestros corazones y si me llevan en vuestros corazones, ustedes creen por ventura que van a hacer cosas malas, cometerán errores y en las mismas cosas que uno hace tienen su consecuencia y uno aprende y sigue adelante y Yo observo todo, miro todo, perdono todo y lo amo todo.

Tengan ese concepto de Mí Mis queridos y cuando van por ahí y alguien dice otra cosa, ustedes díganle: noo, yo soy de Jesús, porque está en mi corazón y está tan arraigado en él que ya nada temo, nada me preocupa, nada me asusta, nada me hace pensar mal, nadie me hará daño, porque el Señor está en mi corazón y como dijeron antes: si Yo estoy en ustedes ¿quién en contra de ustedes?, ¿quién?, pero Mis queridos deben creerlo esto con una fe muy profunda y no traten de medir ustedes vuestra fe, porque nunca saben cuánta es vuestra fe, a lo mejor les parece que es chiquita pero para Mí a lo mejor es enorme y al revés ¿mmm?.

Entonces, acuérdense que si ustedes tienen fe en que Yo estoy en vuestros corazones y me sienten realmente allí, no tengan miedo de nada, pero tienen que creer que Yo estoy ahí, no se olviden que en el Evangelio dice: “Jesús salió de la ciudad sin hacer ningún milagro, porque la gente no tenía fe”. Y además no midan nunca la fe con los parámetros que todos miden, porque a lo mejor aquél más zaparrastroso que ustedes consideran así y está en la cuenta de la vida tirado y a lo mejor insultando…, tal vez me tenga más ampliamente en Mi corazón, ¿por qué?, porque Mis queridos, a ustedes les enseñaron algo de Mí, pero a ese hombre que está tirado allí nunca nadie le dijo nada, entonces ustedes ¿que harían en Mi lugar si fueran un padre amoroso que lo ha creado a ese ser?, ¿qué harían Mis queridos?, amarlo a pesar de todo, a pesar que a lo mejor lo está insultando, a lo mejor lo está escupiendo en la cara, pero nadie le enseñó otra cosa, y entonces en Mi lugar ¿ustedes no harían como Yo?, ¿no lo colmarían de bendiciones? ¿mmm?. Ya sé que pasa por la mente de algunos: ¿qué pasa, Jesús está diciendo que todo vale?, claro Mis queridos, ocurre que la visión que tiene el Señor de todo vale es muy distinta de la que tiene el hombre, claro que para Mi todo vale, pero no es el mismo concepto del que tienen los hombres de que todo vale.

Y en todas las cosas pasa lo mismo, tal vez te acostas en la noche y decís: no hice nada bueno en este día, y a lo mejor Yo estoy derramando sobre vos todas Mis bendiciones, porque ¿todavía ignoras que Mi Misericordia alcanza para todo?, quisiera que no lo ignoraras Mi querido, si no lo ignoras vas a vivir de otra forma y tu vida será una maravilla constante y los labios no tendrán otra cosa que dar alabanzas a quién te creó a su imagen y semejanza y te seguirá amando, pero no por un día o dos, ni con condiciones, sino sin condiciones y por toda una eternidad.

Amén.