Mensaje del 04 de Junio de 2003

Habla Artemio:

Sigue el Mensaje del 04 de Junio de 2003.

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas”.

Ustedes comentaron antes que Yo les había pedido permiso para mostrarme humano y mostrarles con Mis lágrimas cuánto los amo y cuánto les agradezco todo lo que hacen.

Permítanme también hoy pedirles permiso Mis queridos, pedirles permiso para que Yo pueda decirles que los amo, para que Yo pueda expresarles Mi reconocimiento, para que Yo les de seguridad de una vida feliz y tranquila en compañía de vuestros familiares; permítanme decirles que cuidaré de vuestra vida para que no se enfermen, de ustedes y de todos aquellos que ustedes aman; permítanme decirle que me siento tan complacido de estar en medio de ustedes, porque Yo los amo, ustedes me aman y todos somos uno y todo este caudal de amor que hay aquí en este momento piensen que se derrama sobre los cinco continentes, para llevarles paz y tranquilidad y alimentos y todo a aquellos que no tienen, a aquellos que padecen frío o que padecen calor, aquellos que no tienen agua y que de repente alguien les trae o surge una vertiente para calmar su sed.

Este es el Pueblo de Dios, este es el Pueblo que realmente piensa, quiere, ama con todas sus fuerzas a sus hermanos de todas las latitudes.

Que maravilloso es este momento Mis queridos, denme permiso para usar vuestra Santidad y aplicarla en tantos. Vos hablabas antes de salvar niños que podrían ser abortados, bueno desde que ustedes están reunidos, aunque les parezca exagerado, pero más de quinientos niños fueron salvados de la muerte, esos seres que tendrán vida y vendrán grandes y serán hombres tendrán la bendición de ustedes para siempre y serán como…, si tuvieran un efecto multiplicador del amor en el mundo, porque Yo de los que les digo pertenecen a los cinco continentes.

Además, por todo esto, la Trinidad derrama sobre los cinco continentes tanta Misericordia, que en los lugares de sequía se arman tormentas; en los lugares inundados las aguas se escurren; en los lugares de poco sol, el sol se intensifica; en aquellos cuerpos llenos…, llenos de enfermedades, lleno de malestar, lleno de dolor, vuestro amor los está colmando, esto Mis queridos es el Pueblo de Dios, esto Mis queridos es amar a los semejantes, esto Mis queridos es dar la vida por los demás sin dejar de ser uno, esto Mis queridos es lo que hace que se extienda Mi palabra y Mi amor en tantos lugares, donde es tan difícil que penetre Mi palabra.

Por eso les agradezco con todas las fuerzas de Mi alma, con todas las fuerzas de Mi corazón y les aseguro una vida feliz para todos, una vida buena donde no tengan que pensar en enfermedades, sino que cada uno piense en que va a vivir tantos años para morirse de viejo, con plena lucidez, todo como una compensación por este amor que ustedes tan generosamente dan a los demás.

El Padre, Yo y el Espíritu Santo los bendice especialmente a ustedes y a todos los seres que ustedes aman y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.