Mensaje del 08 de Mayo de 2003

Habla Artemio:

Hoy es jueves 08 de Mayo, día de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina, Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina.

Es esa que está allí, ¿la ven?, está así negra porque está hecha en estaño, eso tiene como cien años, por eso está así y por más que la limpie no, el estaño no da brillo. Bueno, llámese Nuestra Señora de Luján o como sea, siempre es la Virgen María ¿no es cierto?, con distintos nombres.

Pues bien, vamos a esperar la palabra que nos dice el Señor ¿mmm?..., y por supuesto que el Señor está descalzo como siempre, sangrando, sus manos también, también tiene un poco de sangre en la frente y por supuesto sobre el hombro derecho tiene la túnica pegada al hombro, porque allí tiene la mayor herida, porque incluso hay un hueso pelado ahí sobre el hombro derecho, que se le peló cuando llevó la cruz, a mi me lo mostró unas cuántas veces, pero me hace sufrir tanto que directamente le dije que no me lo mostrara, pero siempre se levanta la túnica porque la tiene pegada como se nos pega a nosotros sobre una lastimadura ¿no? y está vestido así nomás con una túnica media rotosa y sucia, no tan sucia pero…

Dice Jesús:

"Yo soy la Luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas".

Celebro ver a todos estos hijos Míos aquí sentados, escuchando este Mensaje, esta Revelación Privada que hago a través de la voz de Artemio, pero cuando se escucha el cassette ustedes saben que se oyen las dos voces, Yo que dicto y Artemio que repite y cuando habla Mi Mamá también y los Santos, etc ¿no? Celebro verlos aquí, hay gente de muchas partes y también celebro que en tantos lugares de la Tierra, no solamente en este país, haya mucha gente reunida en este mismo horario, para encomendarse a Mi, a Mi Papá y al Espíritu Santo, por todo, por su salud, por sus necesidades elementales, por su trabajo, por todo, solamente que en otros lugares son otros horarios ¿no?, en Europa por ejemplo súmenle 5 horas.

Hace unos días, que todos festejaron el domingo después de Pascua al Jesús de la Misericordia y han recordado también a Santa Faustina, a quien Yo le di los Mensajes sobre la Misericordia en la década del ’30. Tienen que ser ustedes propagadores de todo lo referente a Mi Misericordia, porque el mundo está tan necesitado de Mi Misericordia, pero muchos todavía están con la idea de un Dios castigador, de un Dios que está esperando para bajar la caña, para castigar.

Sepan Mis queridos, lo digo por millonésima vez, no estoy para castigar sino que he venido para salvarlos a todos, lean el Evangelio de San Juan y verán que Yo digo: "he venido, Mi Padre me ha enviado, para que nadie se pierda". Es decir, estemos como estemos, seamos lo que seamos, hagamos lo que hagamos, el Señor nos invita a vivir dentro de su Misericordia, que es el amor obrando. Entonces, tengan la seguridad que mañana, tarde, noche, trasnoche, siempre estoy con ustedes, siempre, protegiéndoles, ayudándoles, pero para que eso ocurra también ustedes tienen que abrirme vuestro corazón porque en tantas oportunidades Yo sigo a las personas a veces casi toda una vida y no me abren su corazón, dicen abrirlo, me alaban y rezan de la boca hacia fuera pero en su corazón no pasa nada. Es decir, Yo como los amo tiernamente estoy súper ansioso para que ustedes abran vuestros corazón y me dejen entrar en él.

No se olviden de esto, Yo quiero estar delante y detrás, arriba y abajo, a derecha e izquierda, de ustedes, pero sobre todo en vuestro corazón ¿eh?, además Mis queridos, lo digo otra vez, como hay gente que aún no lo oyó: todo el que viene a este lugar, que es el Santuario más grande de América, aunque ustedes sean poquitos, todos aquellos que vienen aquí ya no se van como vinieron, porque Yo los incorporo a Mi proyecto, entonces vuestro proyecto de vida pasa a ser también el Mío, y como lo saben Mi proyecto es de amor y siempre termina bien.

Entonces, nadie les pide nada del otro mundo, solamente que me abran vuestro corazón y me dejen estar en él siempre y se acostumbran a vivir, a trabajar, a viajar, a ir y volver pensando en que siempre están bajo la mirada Mía y por supuesto, que tienen que oír siempre vuestra conciencia, que en ella estará siempre el Espíritu Santo hablándoles, aconsejándoles, diciéndoles qué tienen que hacer ¿mmm? Entonces, cuando se sientan como se sientan, hagan lo que hagan, estén donde estén, piensen: Jesús prometió que el Espíritu Santo iba a estar dentro de mi, y en consecuencia yo tengo que escuchar que es lo que me dice, porque de nada valdría todo esto si después todo sigue igual, pero Yo les puedo asegurar que no sigue igual, porque quién estuvo aquí, al menos una vez, queda enganchado para siempre, para siempre, por una razón muy simple, porque Yo elegí este lugar de la pampa gringa para hacer las apariciones, que comencé allá en la década del 30’ a Santa Faustina y continua aquí, dando los Mensajes de la Misericordia, y Mi Mamá, la Gran Cruzada del Espíritu Santo, es decir aquél al cual nosotros debemos invocar para que hable en nosotros, nos transmita que es lo que Yo quiero.

Por eso Mis queridos, en esta tarde que ya cerró su luz, Mi mayor deseo es que abran vuestros corazones para que Yo pueda reclinar Mi cabeza en ustedes, no tengo otro oficio que el de amar, no sean esquivos, déjenme que los ame, está bien que ustedes quieran amarme y ámenme todo lo que ustedes quieran pero también déjenme que Yo los ame a ustedes… (se dio vuelta la cinta) … derecho muy simple, si la Trinidad los ha creado ¿mmm? ustedes son hijos de Dios y herederos de su Gloria; es decir son Mis hijos, son Mis creaturas, y que Yo sepa nunca he creado ningún desperdicio sino personas ¿mmm? y lo menos que pueden hacer esas personas es permitirme entrar en ellas, para amarlas con toda la intensidad de Mi amor y así de esa forma ¿mmm?, de esa forma como dice el Evangelio de hoy: "llenar la vasija con vino nuevo" ¿mmm?, porque por el solo hecho de aceptarme, es suficiente para que ustedes sean hombres nuevos, donde lo principal, fundamental y definitivo es que cuentan siempre con Mi mirada. Es decir, incluso ustedes acostúmbrense a trabajar, ir, venir, hacer, deshacer, pensando en que Yo los estoy mirando, pero no los estoy mirando así como quien dice mirar por mirar, Mi mirada está llena de afecto, llena de amor, ¿para qué?, para que ustedes sean felices, para que vuestra cruz sea lo más liviana posible.

Entonces, no me defrauden, abran vuestros corazones que Yo quiero entrar en él, ustedes dirán a lo mejor: nooo, pero mi corazón está muy lleno de cosas que no son tan buenas, a Mi no me importa, abran vuestros corazones y Yo lo quemaré con el fuego de Mi amor, mientras más problemas tengan, mientras más errores creen que cometen más me interesa a Mí que abran vuestro corazón para que Yo pueda penetrar en él y cambiarles la vida. El ser humano tiene derecho a ser feliz sobre la Tierra y tiene derecho de hacer lo más liviana posible su cruz, así que aquellos que dicen: y yo tengo mi cruz pesada, y bueno ¿qué esperas para aliviarla o alivianarla? ¿mmm?, porque muchas veces, no siempre, algunos llevan una cruz porque está fundada en sus defectos, en su carácter a lo mejor no tan bien formado, etc ¿no?

No quiero demorarlos tanto Mis queridos, sepan que los amo, sepan que si ustedes si lo quieren, todos los días piensen: estoy bajo la mirada del Señor, como dice el tema ese: Señor me has mirado a los ojos y en silencio has dicho mi nombre…, claro, porque Yo los amo desde el comienzo de los tiempos, hasta el fin de los tiempos, por toda una eternidad. Ese es Mi amor, por lo tanto les pido un lugarcito en vuestro corazón para poder entrar allí e instalarme, instalarme allí y no moverme nunca más; ustedes dirán: pero esto o esta oración la dirigirán muchos hombres de la Tierra, sí, y todos los que piden Yo estoy, esté aquí o en el extremo del mundo, porque eso no lo entienden todavía ustedes, de que Dios está en todas partes y en todo lugar.

Mis queridos celebro verlos, los amo tiernamente y guardaré especialmente, especialmente vuestros problemas en Mi corazón, para darles una solución pero no se nieguen a escuchar Mi voz a través del Espíritu Santo en vuestra conciencia, porque allí van a tener siempre las pautas necesarias para dirigirse en la vida.

Todo esto para mayor Gloria de Dios y mayor felicidad de ustedes.

Amén.