Mensaje del 04 de Mayo de 2003

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas”.

Si, no anda en tinieblas, a pesar de todo lo difícil que es vivir sobre la Tierra, todo es terriblemente difícil, pero quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

Yo les digo: bienaventurados porque… todos los días se acuerdan de todos vuestros hermanos diseminados por el universo, todos los días se acuerdan y me llena de satisfacción porque Yo he muerto en la cruz por cada uno de los hombres, hagan lo que hagan, hayan vivido como hayan vivido, por todos; y estoy viendo que en alguna mente pasa la idea de: ¿dónde irá?, ¿o dónde irán aquellos que fueron tan malditos en la Tierra?, ¿les alcanza también tu sangre Señor, dirán, para redimirlos?. Por supuesto que sí, permanecerán más tiempo en la oscuridad, que ustedes llaman Purgatorio, permanecerán tanto tiempo como sea necesario para que realmente deseen estar a la Luz del Padre, porque nadie puede ir al Padre si no tiene ganas de ir y de acuerdo a cómo vivó el hombre sobre la Tierra, así será también después ¿no?.

Porque Yo lo dije tantas veces pero lo repito porque las cosas a veces al repetirlas se aprenden, cuando el hombre cierre los ojos, porque llegó su último momento, ¿dónde ustedes creen que los abren nuevamente?, delante de Mí y Yo muy así sencillitamente le pregunto: Mi querido ¿cuánto amaste?, Yo no le pregunto: ni a quién, ni cómo, ni de que forma, nada, Yo le pregunto: cuánto, cuánto amaste. Entonces en ese momento, en la mente de cada uno, tendrá presente toda la vida que vivió, todo y de acuerdo a cómo haya vivido tomará un camino o tomará el otro; no es que Yo esté allí como un perro rabioso esperando para bajar la cuchilla sobre… noooo, Yo veré con dolor si van para el lado de la oscuridad y veré con tanta alegría si van hacia el Padre a gozar eternamente de la Visión Beatífica.

Es decir nadie piense que Yo le voy a castigar, en todo caso piensen que cada uno se castiga a sí mismo de acuerdo a cómo vive. Pero no por eso hagan juicio sobre los demás ¿eh?, cuidado porque a veces uno cree que alguien no se merece esto o lo otro y después del otro lado se pueden encontrar con algunas sorpresas muy grandes, porque Mis queridos ¿ustedes no creen que merecen ir a la Luz del Padre aquellos que nunca me conocieron, porque nadie les llevó Mi nombre?, han vivido como han podido, han vivido de una manera pero siempre en la cuneta de la vida, no han tenido ninguna posibilidad de ser mejores y obraron siempre de acuerdo a su sentido común. Mis queridos ¿ustedes qué harían con todas esas personas que tal vez son mayoría?.

Vengan a la casa del Padre, si nunca tuvieron nada, absolutamente nada, nadie se acercó a darles nada, nadie les habló de nadie, nadie les miró con amor y confianza y entonces Yo qué puedo pedirle. Diré con todo el amor de Mi Misericordia: pasen ¿eh?, vengan, vengan a gozar eternamente del Padre. Por supuesto que como ustedes saben muy bien en la casa de Mi Padre hay muchas mansiones y cada uno, cada uno gozará del Padre de acuerdo a todo lo que haya vivido. En todo hay una ley de la compensación, también en esto, por eso algunos estarán mas cerca de su Luz y otros no tan cerca y otros muy lejos, pero en todo caso en la casa del Padre, como allí ya no hay ni envidias, ni celos, ni nada, entonces cada uno se conformará plenamente con el lugar que les tocó.

Piensen ustedes, que en general en los países del Tercer Mundo nadie llega, en general, a tener una normalidad para usar bien su libertad, digamos un sesenta por ciento, entonces todos esos seres para recibir condena por algo ¿quién sería tan maldito como para condenarlos?, si no han tenido ninguna posibilidad de nada, de nada ¿mmm?. Por supuesto que mucho depende de todos aquellos que tienen conciencia de la condición humana y vos no lo viste pero anoche, cuando llegó ese hombre, que está catalogado por todos como un verdadero peligro y vos lo hiciste pasar y le hablaste normalmente como se habla con… con un hermano, él seguramente no tiene idea quién es Jesús, no tiene ninguna idea de Mí, pero habrá pensado: con todos estos Santos que hay colgados acá, éste es un hombre que pertenece a ellos; y como un deber de gratitud, aunque sin entender, te dijo: ¿no me da unos de esos collares que usted tiene ahí?, entonces vos le dijiste: querido, este collar se llama Rosario; ¡ah!, se llama Rosario, dijo, bueno entonces yo quiero un Rosario para colgarme en mi cuello. Y por suerte encontraste uno de color oscuro, porque quien se pone por primera vez un Rosario en el cuello no le gusta andar mostrándolo ¿no?, eso es lo que vos creías, pero él te dijo: la primera vez, en todos mis años, que me pongo uno de estos en el cuello, estos que se llaman Rosario.

Claro vos no viste nada, pero había un montón de Ángeles que se disputaban el lugar para ver cómo ese hombre, a quien nadie abre la puerta porque le tiene miedo, se fue muy contento, a pesar de que estaba un poco borracho, se fue muy contento con un collar. ¿Será posible, digo Yo, que hayan tenido que pasar más de cuarenta años para que ese hombre tuviera un Rosario en su cuello?.

Mis queridos ¿qué pasa dentro de la sociedad?, ¿qué es lo que ocurre?, Yo vine para todos, pero especialmente vine para ellos, o ¿acaso no me dicen siempre ustedes: que los sanos no necesitan médicos y los enfermos sí?. Ya sé que para él es nada más que un collar negro, pero como Yo digo siempre: Mi Misericordia alcanza para todo y un Rosario representa tantas, pero tantas, pero tantas cosas que llevó colgado en su cuello.

Yo no estoy contando esto para que te tomen como ejemplo, no, como decís vos: lo estoy contando para decir como te va, en el mundo y en la vida, pero aunque vos no los viste pero había un montón de Ángeles que entonaban cánticos maravillosos, porque ese hombre, después de tantos años tenía un Rosario en su cuello.

¿Verdad que no merece ya esto ninguna aclaración?, porque está todo demasiado claro, qué fácil es abrir la puerta a alguien que uno quiere y que no le tiene miedo, no lo es tanto para aquél que tiene muertes en su haber y cárcel, ¿será por que nunca nadie le habló de Mi?, pero no hace falta hablarle de Mi, hay que mostrarse como hijo Mío, porque a nadie le gusta que le refrieguen en la cara ciertas cosas, pero aquí se da aquello de que: ”por las obras los conoceréis”.
Qué importante es saber que vos no le ofreciste un Rosario, porque tal vez humanamente pensaste que nunca se lo pondría, lo importante es que él te lo pidió; en primera y última instancia, detrás de lo que acabo de contar se está moviendo toda la humanidad ¿mmm?. ¿Por qué los hombres no confían en los hombres?, aunque después le muerdan la mano que les dio de comer, aunque pase cualquier cosa, es necesario pensar que Yo he muerto en la cruz por cada uno y sobre todo por aquellos que nunca nada tuvieron, nada tienen y nada tendrán; como él dijo: ¿cómo quiere don que no me emborrache? si en mi casa no hay ni agua, ni luz, ni comida ni nada y tengo que mirar bien al entrar porque puede caerse la pared, el vino me sirve de consuelo, por qué todos me tienen miedo y nadie me quiere.

¿Está ese hombre dentro del sesenta por ciento de personas que no tienen todas las luces?, por supuesto, claro que sí, pero: “bienaventurados aquellos que le dan un poco de Luz a aquellos que no tienen todas las luces”. Les repito: los sanos no necesitan médicos, los enfermos sí; por eso Yo he muerto en la cruz por todos y por cada uno.

No lo olviden ¿eh?, si esto no se entiende así Mis queridos no digan por ahí: yo soy de Jesús, porque no son Míos, no, lo que hacen con el más débil, el más pequeño y el más enfermo, me lo hacen a Mí, no se olviden de eso. El mundo cambiará cuando todos tengan conciencia de esto que estoy diciendo.

¿Cómo seguirá todo esto mañana?, el mañana déjenmelo a Mí, porque a cada día le basta su propio afán, de mañana Yo me encargo, pero para que Yo me encargue ustedes tienen que confiar en que Yo me encargo, sino no ¿mmm?, Yo no puedo vulnerar vuestra libertad, hago aquello que me dejan hacer, no más, porque no quiero Yo que sean títeres Míos, sino qué mérito habría en las buenas obras, serían siempre una obra Mía y no de ustedes, por supuesto que Yo los inspiro, ¿pero a quiénes Yo inspiro?, a quienes están disponibles para servirme. Si ustedes no están disponibles es inútil que Yo insista.

Santa Maravilla de Jesús quisiera hablar hoy pero lo deja para otro día, lo deja para otro día, está pensando que con lo que Yo dije, ya hoy tienen suficiente.

Piensen siempre cuánto los amo y estoy deseando vivamente estar siempre delante y detrás, arriba y abajo, a derecha e izquierda de ustedes, pero sobre todo quiero que me dejen un lugar en vuestros corazones. Tengo tanta necesidad de amarlos.

Amén.