Mensaje del 23 de Abril de 2003

Habla Artemio:

23 de Abril de 2003.

Yo pensaba decir algunas palabras pero parece que vos no querés…

Dice Jesús:

"Yo soy la Misericordia infinita".

La Misericordia del Señor, la Misericordia de Mí todo lo puede, pero ocurre que nadie repara en ella y a veces ni vos; si, Yo entiendo, entiendo todo, tanto que por lo mismo tengo que obrar de una forma.

Hay algo que todos deben aprender, todos los hombres no hablan el mismo idioma, son contados los que hablan el mismo idioma y hay que buscarlo a veces uno en mil, entonces todas las personas no encuentran fácilmente interlocutores válidos, no, porque el sentido de las palabras en uno y en otro es distinto y como todo lo humano pesa tanto entonces el hombre cae siempre en lo exclusivamente humano, demasiado humano, entonces… no es difícil darse cuenta que quien me sigue a Mi no le va tan bien, es que siendo un signo de contradicción dentro de una sociedad ¿puede irle a uno tan bien? ¿mmm?

Hay que partir de algo que está muy clara en la Sagrada Escritura: "pobre en el hombre que confía en el hombre", la confianza en los otros es posible que de algunos resultados después de unos cuantos peros, todos se manejan con ciertos esquemas donde, que nadie se atreva a tocar un poquitito de lo que él tiene elaborado ya como esquema, porque le va muy mal, no se le cree, se tergiversan sus palabras, se piensa mal sin motivos. Es decir Mis queridos, hay que partir de una base y que sea dicho para siempre, a medida que mayor conversión hay, a medida que el hombre crece más en su acercamiento a Dios, en apariencias, objetivamente, cada vez le va peor, sí, depende siempre de las expectativas de cada uno. Si alguien tiene plena confianza en Mi nunca puede pasar esto, porque va de progreso en progreso, pero como dije antes: siempre se tiende a los vuelos rasantes ¿no?, entonces no se puede pedir otra cosa que la incomprensión ¿no?

Ahora bien, Yo creo que es tan obvio decir: que cada uno se mueve por sus intereses, sí, hay otros que por allí aparece en consideración de su mente y de su corazón el semejante, pero cómo cuesta y después de una serie de litigios, del ser con sí mismo, llegarán los tiempos en que las cosas sean más fáciles. A ustedes Mis queridos, les ha tocado vivir en este tiempo, entonces pidan solamente todo aquello que éste tiempo puede darles, el resto... trabajen en forma individual y asciendan todo lo que puedan, pero no esperen la comprensión de nadie, ni la aprobación, ni una palabra de aliento aunque no se entienda que es lo que pasa, no esperen nada.

Ahora todo se basa en lo que decían en el canto, si ustedes creen que han construido la casa sobre Mi, entonces tendrán que tener en cuenta Mis palabras sino van a sufrir mucho. Lo que tantas veces para los hombres son los antihéroes, para el concepto común después serán los elegidos en la casa del Padre, pero lo que pasa es que el hombre tiene una cantidad de años de vida y tiene que pasar esa cantidad de años de vida frecuentando y conviviendo con aquellos que la mayoría de las veces no comprenden, no entienden, no están dispuestos a nada que no sea sus propios intereses, habrá santas excepciones pero en general la mayoría obra de esa manera.

Claro, el problema está en que teóricamente los seres humanos muchas veces saben lo que está bien, lo que es grato a los ojos Míos, pero queda allí nomás, nada más; nadie diga por sí mismo: yo no entro dentro de esas, aún no analice su vida, sus cosas, su disponibilidad, en qué, cómo, para qué, etc., y después conteste porqué tantísimas veces dijimos que están instalados dentro de una estructura que les sirve como una especie de coraza protectora que los vuelve impermeables a todo lo que es totalmente humano. Pero esto no es cuestión para desalentarse, nooo, sino para pensar en dedicar cosas, hacer sacrificios, es decir todo aquello que sea una pequeña represión en el ser humano ¿no?, eso de alguna forma sirve para edificar.

Claro, el problema es simple porque… falta tiempo, faltan vivencias, experiencias de vida, ¡uy! pero faltan tantas cosas, ¿tantas?, si. Recién decían en el canto: cielo nuevo y tierra nueva donde iremos a vivir, ¿en dónde la encuentran esa tierra nueva? ¿mmm?, bueno habrá que crearla ¿no? Todo esto empezó haciendo una consideración de Mi Misericordia y como tantas veces dijimos: de ese hombre que tiene un tesoro en la parte interior de la casa, pero está allí tapadito, no sea cosa que destapándolo ese tesoro puede traerle consecuencias, entonces el hombre se conforma con una vida así de chiquita, mediocre, simple en el mal sentido, el hombre se queda con eso. Cualquiera diría: lo que dijo el Señor es par desanimarse, noo, en todo caso hice un análisis de la realidad, a pesar de todo lo que digo nunca estuvimos tan bien como ahora ¿no? en cuanto a la media vueltita que dicen en el canto, eso de girar ciento ochenta grados en la conversión, pero..., claro el drama existe entre aquellos que esperan dentro de la sociedad interlocutores válidos, y de esa forma edificar, pero a veces los interlocutores válidos no son los miembros de la familia, entonces uno por enésima vez se da cuenta que está solo y como alguien dijo: solo y a la intemperie.

Por eso Mis queridos, todos los días se producen milagros, bueno muy bien, confiar en la posibilidad de un milagro permanente con tantas personas, ¿saben cuando se dan los milagros?, cuando uno tiene delante de los ojos una evidencia muy contundente.

Bueno, dentro de Mis expectativas está que cuando Mis palabras estén delante de muchas personas, pero muchas personas, ahí ¿no? se va a notar claramente como cada uno va asumiendo los roles que debería tener, pero... tan a contramano, tan a destiempo, es como hacer una maldad hoy y después esperar mil años para pedir disculpas ¿y todo el daño que ocasionó esa maldad?, ¿quién paga con todas las deudas de tanto tiempo?, si la Providencia no se mostrara generosa con tanto y con tantos habría tan poquitos alabando al Padre por una eternidad.

Amén.