Mensaje del 22 de Abril de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 22 de Abril, quinto día de la novena al Jesús de la Misericordia.

El Señor me pide que lea del icono de la Misericordia de Sor Faustina Kowalska, esto que me acaba de señalar…

Así le dice Jesús a Santa Faustina:

“Hija Mía no temas, no estás sola; lucha con coraje; exhorta a las almas a tener confianza en Mi Misericordia, esa es tu misión en la Tierra y en el cielo; quiero que seas Mi reflejo vivo, Mi corazón refleja su amor en el tuyo, para anunciar al mundo Mi Misericordia tú misma debes estar colmada por ella; debes ser misericordiosa como lo soy Yo; ama a tu hermanos por Mi, por amor a Mi, incluso a tus enemigos más encarnizados a fin de que Mi Misericordia se refleje en tu corazón; dame almas; Yo soy Santo y el más mínimo pecado me produce horror pero cuando los pecadores se arrepienten Mi Misericordia no tiene límites; los acoso con Mi Misericordia en los caminos de la vida, cuando regresan a Mi olvido toda amargura y me alegro de su regreso; diles que no dejo de esperarlos, estoy atento a sus corazones para captar el menor latido dirigido a Mi; los persigo con remordimientos y pruebas, tempestades y rayos por la voz de la Iglesia, pero si rechazan todas Mis gracias los dejo librados a sí mismo y les doy lo que desean; los pecadores más grandes podrían convertirse en los más grandes santos si se fiaran de Mi Misericordia; Mi corazón desborda de amor por todo lo que he creado; encuentro Mis delicias en justificar a las almas; Mi Reino aquí abajo es Mi vida en las almas; castigo cuando me obligan, antes del día de la justicia ofrezco la era de la Misericordia; uno puede beber Misericordia únicamente con la copa de la confianza, cuándo más confianza haya más se obtendrá; me gusta que me pidan mucho pues deseo dar mucho y cada vez más; los corazones avaros que piden poco me entristecen; debes decir Hija Mía que soy todo amor y Misericordia; cualquiera que se me acerque con confianza recibe Mi gracia con tanta superabundancia que no puede contenerla y reboza sobre los otros; para castigar dispongo de Mi eternidad, ahora prolongo el tiempo de Misericordia; antes de llegar como juez abro las puertas de Mi Misericordia de par en par; los mayores pecadores tienen derechos muy particulares a Mi Misericordia; es una alegría para Mi cuando recurren a Mi Misericordia, los colmo más allá de su esperanza, no puedo castigar a aquél que se fía de Mi Misericordia.

Administradores de la Misericordia Divina. Los sacerdotes son los que deben dispensarla con real munificencia; los frutos de su apostolado serán multiplicados por diez si la predican y la glorifican; otorgaré a sus palabras una unción y una virtud irresistible y alcanzaré todos los corazones a los que se dirijan”.

Dice Jesús:

Hasta ahí lo que te pedí que leyeras del icono de Santa Faustina, la verdad que hay algunas palabras que me gustaría aclarar ahí porque por la traducción y por muchas cosas, no sé por qué aparecen.

Yo no uso mayormente la palabra castigo, es decir quien tiene la voz de la Misericordia no debe usar nunca la palabra castigo. Pero hay algo que debemos aclarar un poquito, dicho con muy buena intención, sin deseo de hacerle daño a nadie ni cuestionar nada de nadie, esto que valga para todas las Revelaciones, no solamente para ésta, no es Mi deseo molestar a nadie, pero también piensen que si la Providencia es creativa y los años pasan y hay necesidad de ir acomodando las palabras al tiempo, como lo digo tan claro a través del Espíritu Santo en la Gaudium et Spes, es decir la Iglesia en el mundo contemporáneo del Concilio Vaticano II.

Qué lástima que eso no se haya leído tanto como debiera leerse.

Ocurre que es cierto… hay que impregnar todo con un lenguaje eclesiástico, o dicho de otra forma, hay que decir lo que dice el Espíritu Santo y a veces el lenguaje eclesiástico hace filtrar sus propias apreciaciones sobre muchos temas, Yo no digo que esté mal así tan rotundamente pero hay algo que destacar. Es decir, algunos por muchos celos, dentro de una teología demasiado tradicional ¿no?, cometen, o hacen, o dicen algunas palabras tal vez con excesivo celo, es decir queriéndome gratificar a Mí porque no se pasan de una línea, de un lenguaje que ya es conocido, pero Mis queridos si no sé tocar la esencia en ninguna cosa, ¿no les parece que hay que decirlas con la forma de hablar que tienen los hombres de cada tiempo?, ¿por qué ese empecinamiento de hacer que prevalezca, no digo la ley, pero demasiado la letra?, más allá de lo que puede importar el hombre en sí mismo.

Es decir también pienso que Mi Misericordia alcance para aquellos que por excesivo celo, por hacer demasiado fieles a Mi palabra se quedan un poco así enganchados en el pasado; y Mis queridos que Yo sepa el hombre entiende el lenguaje que él habla, entonces cuando ve que el lenguaje eclesiástico se vuelve demasiado…, no retorcido pero dirían en buen romance: vueltero, entonces allí trae un problema, que el que se entera por la lectura o por escuchar, etc, ve como si su espíritu se secara un poco ante la imposibilidad de dar cabida en su alma las palabras que le están diciendo.

Mis queridos hay algo que hay que entender y entenderlo para siempre, el verdadero lenguaje que debemos usar para hablar con los hombres es el lenguaje que nos inspira un profundo amor por la persona, por su mundo, por sus circunstancias, donde le toca vivir, es decir un ser humano situado en un lugar y fechado en un tiempo, ¿eh?.

Entonces si Yo hago que Mi palabra llegue a los demás de esta manera entonces diría Yo, que uno coincide con el que tienen delante, para que esa persona convencida ¿mmm?, termine por vivir de acuerdo a esas vivencias que las palabras pueden provocar en su alma.

Ustedes dirán: el Señor está diciendo cosas sabidas, pues bien Mis queridos, claro que esto es ya sabido desde los primeros tiempos, pero ¿por qué lo repito?, porque nadie me hace caso, salvo excepciones ¿mmm?.

¿Se acuerdan cuando les dije Yo que me gustaba dar los mensajes a alguien que tuviera plena libertad y que los mensajes fueran directos de Mi boca, de Mi voz, hacia el hombre tal cual Yo la digo?. Entonces si ese mensaje no ha sido revisado por alguien, ¿verdad?, que en el caso de un religioso es superior, a su vez este superior tiene otro superior, y el otro tiene otro superior ¿verdad?, y cuando Mis palabras pasan por tantas mentes cada uno le va agregando algo de lo personal y entonces al terminar ¿mmm?, al terminar… ya el mensaje está desvirtuado.

¿Saben que oí una vez? en uno de los pasillos de un lugar muy grande donde se traducen a diversos idiomas las palabras de Su Santidad, he oído esto Mis queridos, con mucho dolor: que Su Santidad diga lo que quiera, después nosotros traducimos como nos parece.

Es cierto aquello que dice el proverbio que el traductor es siempre un poco traidor, pero Mis queridos en las cosas del Señor nooo.

Si hay alguna pequeña modificación porque hay vocabularios y lenguajes e idiomas más ricos que otros en términos y palabras, de acuerdo, eso lo entiendo, pero porque a mi me parezca algo traducirlo agregándole mi parecer… no me parece bien ehh, ¿mmm?.

Ya sé que Mi Papá y Yo y el Espíritu Santo siempre escribimos derecho en renglones torcidos, pero todos los hombres, ocupen el cargo que ocupen, estén donde estén, no compliquen la tarea, no compliquen las cosas.

Es decir, aquí se nota con muchísima claridad que hay la no presencia del Espíritu Santo en estas cosas que acabo de decir, porque según la persona tenga en sus manos lo que tenga, sobre todo si son cosas que se refieren a ideas o se refieren al Señor tiene que estar siempre pidiendo la presencia del Espíritu Santo para obrar muy bien, si eso ocurre así aunque se cometa tal vez algún error; como dije antes, porque hay idiomas más ricos que otros en palabras ¿no? aunque se cometa un error, no hay daño que ese error conlleva, ¿mmm?.

Valga para esto repito y valgan para todas las Revelaciones dadas en este lugar por Mi, Mi Madre, los Santos, etc. ¿mmm?, nunca fue ni es Mi intención de decir cosas que pueden ser tomadas con doble intención o que se aparten de la verdad, noo, nunca.Entonces Mis queridos, Yo les ruego en forma… (se dio
vuelta la cinta) ..., les ruego en forma casi dramática: no tomen nada a mal, en todas estas Revelaciones, no hay nada que oculte un error o una mala interpretación, convénzase, convénzase de ello para no demorar estas palabras sobre la Misericordia, y todos los mensajes dados aquí, para no demorarlos en su camino hacia los destinatarios que son todos los hombres.

Les dije: aquellos que son responsables de esto… se los pido en forma dramática, no demoren Mis palabras, no las demoren. Si bien es cierto que en otras oportunidades se demoraron tantos años en llegar, por ejemplo los primeros mensajes sobre la Misericordia dados a Santa Faustina, pues bien no habrá que cometer el mismo error esta vez ¿eh?.

Es decir, Yo les propongo que tengan la suficiente apertura como para que realmente el Espíritu Santo hable en vuestras conciencias y entonces Él les dirá hasta que punto todo esto está revelado por el Señor, por su Madre y por los Santos que no hacen más que decir lo que el Señor quiere y que ellos están convencidos.

Por favor, si es que me permiten la expresión, no demoren Mis palabras, los hombres están sedientos de Mis palabras y nadie puede darse el lujo de demorarlas, porque en realidad compromete seriamente, seriamente su persona y su futuro, porque siempre lo supimos y siempre lo sabremos: nada hay tan negativo y tremendo como demorar una verdad para que esa verdad llegue a sus destinatarios.

Que estas cosas queden claras, forman también parte de Mi Misericordia y forman también parte de la Misericordia que Yo les pido a todos que tengan ¿eh?. Ustedes saben muy bien cuánto los amo, en consecuencia nunca diría nada para hacerles daño, ¿verdad?.

Amén.