Mensaje del 17 de Abril de 2003

Habla Artemio:

Y como hace siempre los jueves santos, Jesús viene solo, está totalmente desnudo, con todo su cuerpo lleno de moretones y de sangre, se sienta aquí en el suelo y apoya la cabeza acá.

Nosotros te adoramos Señor porque por todo lo que pasó en la cruz Señor, vos redimiste la especie humana, pagaste Señor todas las deudas y las seguís pagando hasta el fin de los tiempos y vos estás vivo Señor, porque has resucitado una vez y ya estas vivo para siempre pero nosotros recordamos todo esos momentos y vos también parece que los recordaras porque estás hecho un desastre Señor.

No sé Señor si vos querés decir algo…

Dice Jesús:

Todo esto ya estaba previsto cuando Mi Padre expulsa o saca del paraíso a los primeros padres, les dice que algún día les va a enviar un redentor y entonces ya los profetas vienen anunciando que Yo iba a nacer de una Virgen y que iba a vivir hasta los treinta y tres años, según dice la Escritura pero no vamos a ponernos hablar de eso ahora, son algunos años más según como se cuente, pero no viene al caso. Y ya tantos Siglos antes el Santo Profeta David decía: "han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos", es decir Yo tengo el compromiso con Mi Papá de sellar la Alianza con los hombres y abrir las puertas del paraíso.

Esto es lo que conmemora Mi Semana Santa y hoy la Institución de la Eucaristía, además del sacerdocio y como bien dijiste antes que les di ese mandamiento nuevo: "ámense unos a otros como Yo los he amado", mientras el mundo no entienda esto seguirá sufriendo dolores de parto, pero cuando Yo digo que se amen unos a otros no me estoy refiriendo solamente a los que ya por naturaleza se aman, los familiares, los amigos, digo todos, absolutamente todos, incluso aquellos que clavan un cuchillo en nuestra espalda, aquellos que muerden la mano que les da de comer, a todos, esa es la gran paradoja de Mi amor. Es decir… nada del cristianismo se entiende si no se entiende la causa, es decir el que Yo haya dado allí Mi vida por los hombres, si no se entiende esto no se entiende nada. Alguno se preguntará tal vez: ¿por qué tuvo que ser así, no había otra forma de redimir a los hombres?, Yo en el calvario y a antes en el huerto de Getsemaní, derramé mucha sangre, la sangre es el símbolo de la vida, es decir di gota a gota Mi vida para la Redención de los hombres, entonces allí pueden ver la prueba de amor más grande, más grande que hay en la historia de todos los tiempos, que el Hijo de Dios y Dios mismo muera para la salvación de todos, ¿en dónde encuentran algo igual?.

Repito entonces, no se entiende el cristianismo si no es a través de la cruz, con todo lo que ello simboliza, Yo estoy vivo porque he resucitado, pero Mis heridas y Mis golpes siguen tanto como el primer día y seguirá hasta el fin de los tiempos. ¿Parar qué?, para pagar las deudas, tantas cosas malas hay, tantas… que alguien tiene que pagar, ¿y por qué?, porque el hombre ha roto el orden que Mi Papá imprimió en la naturaleza y el mundo tendrá vigencia hasta que se restablezca otra vez ese orden y falta mucho tiempo aún, pero Mi presencia aquí es para iniciar el Tercer Milenio, para que el hombre pueda vivir un tiempo largo bien. Yo no quiero que se repitan las cosas del primer y segundo milenio, son demasiado horribles.

Por eso, a pesar de todo lo que está pasando tengan una confianza total y absoluta de que todo será hecho nuevo en la Tierra y en los cielos, esa es la base del mensaje que aquí traigo y está mucho más pronto de lo que ustedes creen, porque aquellos que parecen dominar la Tierra tienen los pies en la barro y para ellos ya empezó la cuenta regresiva, no porque nadie los va a castigar, no piensen que Yo puedo castigar a nadie sino que los seres humanos se castigan solos cuando no viven de una manera.

Mis queridos quiero que participen ustedes de esto, piensen que el único lugar en el mundo que en este momento estoy presente con todo Mi cuerpo lleno de sangre es acá y ustedes Mis queridos están respirando el mismo aire que Yo respiro. Cuando sean viejitos, cuéntenle a vuestros hijos y nietos y bisnietos y más todavía, cuéntenle de éste jueves santo, o de otros o de los que vendrán, no sé, pero hoy hablemos de hoy, cuéntenle que en este día me han visto a Mi todo desnudo, para mostrar todas Mis llagas y Mis golpes, todos Mis moretones y todo y como ves toda la sangre que sale de las heridas de las espinas tienen Mis ojos casi cubiertos.

Mi querido, vos te sentís mal por todo Mi sufrimiento, sí, es cierto, pero pensá en que cuando tus manos estén totalmente taladradas y tus pies y tu costado… también vas a sufrir mucho, si ahora te parece que sufrís, para entonces éste es un cuento de hadas en comparación.

Entonces repito, cuéntenle a vuestros descendentes: yo he respirado el mismo aire que respiró Jesús en aquél Jueves Santo del 2003, y el que ve cuéntenle también de Mis heridas que siguen sangrando como siempre, porque es una forma de manifestar Mi amor; como decía la Madre Teresa: el amor no es tal si no duele, por eso hay que amar hasta que duela, que duela. Y si ustedes piensan un poquito y piensan en aquellos que aman, dicen: que me importa que me duele, no me importa el dolor porque los amo. Así me pasa a Mi, todo el dolor que tengo… bueno lo llevo muy bien porque los amo.

Tengan esperanza, tengan mucha fe, he oído atentamente todas las palabras que se dijeron hoy y todas son correctas y expresan lo que deben expresar.

Toda esta sangre que ves en Mi cuerpo, gran parte también está dedicada a los Ministros de la palabra, para que realmente estén a la altura de su ministerio y ustedes perdónenle sus defectos y sus palabras fuera de lugar porque no saben, o están enfermos, o no tienen vocación, pero de alguna forma llega Mi cuerpo y Mi sangre a ustedes a través de ellos, más allá de todos sus defectos y sus cosas que no les gusta.

Cuéntenle a vuestra familia y a vuestros hijos y cuéntenle a quienes quieran cuánto los amo y que toda esta sangre, que toda esta saliva que hay en Mi cabeza, éstas espinas que Artemio está sintiendo en sus manos ¿mmm?. Díganle de todo esto, que aunque parezca a lo mejor que no los escuchan pero, Yo me encargaré de que estas palabras queden grabadas para siempre. Piensen que es el único lugar en el mundo en que estoy presente con Mi cuerpo llagado. Ustedes dirán: pero ¿se merece esto Artemio?, Yo les digo que sí, ¿saben por qué?, porque él toda su vida se hizo nada, entonces como él se hizo nada Yo pude poner todo, pero él sigue creyéndose absolutamente nada y pasa sus días muy tristemente porque aunque vea que a través de él hago todos los milagros… él sigue considerándose lo último, lo peor, menos que un gusanito como Yo lo llamo.

Y ahora Mis queridos… me voy físicamente pero me quedo con ustedes para siempre. Cuando Yo me vaya signá a cada uno de los presentes y que ellos realmente piensen que es mandato Mío y que Yo los estoy signando. No me dejen solo, porque acuérdense que al caer el sol Yo siempre estoy diciendo lo mismo: "que las aves del campo tienen sus nidos, las fieras sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza".

Por eso, abran vuestros corazones para que Yo entre y permanezca siempre en él para siempre, por toda una eternidad.

Amén.