Mensaje del 12 de Abril de 2003

Habla Artemio:

12 de Abril de 2003.

Como siempre están todos.

Dice Jesús:

Parece que todavía muchos hombres están ignorando que “Yo soy el camino, la verdad y la vida y quien me sigue no anda en tinieblas”.

Si, es así, pero para decir: yo soy de Jesús y para no andar en tinieblas… hay que amarle mucho, tanto al Padre, como a Mi, como al Espíritu Santo. Es decir, tener claro que así como se ama a un padre que nos da la vida y una madre, así también es bueno amar al Señor, porque el Señor es padre y madre, el Señor tiene un rostro paterno y un rostro materno, porque allí esta la solución de todos los problemas.

Todos aquellos que a lo largo de la historia entendieron esto… vieron que estaban en el buen camino y que nada en adelante podía torcerles la vida; y uno no puede decirle al hombre que transita por la vida como en un valle de rosas, la vida se muestra dura a veces, difícil, donde hay que ganar el pan con el sudor de la frente, donde hay que enfrentarse a enfermedades, a dolores, angustias, tribulaciones, la pérdida de aquellos que uno ama, porque ustedes vieron que uno todos los días pierde algo y va encontrando cosas nuevas, pero pierde algo; y todos siguen peregrinando hacia la Jerusalén celestial; es decir hasta poder ver al Señor cara a cara y para siempre.

Pero mientras tanto hay que pedirme que siempre Mi mano esté disponible para ayudarte, Mis ojos para mirarte, Mi aliento para darte ánimo; sí, y en los momentos más hermosos o más tristes, más feos o más lindos, siempre entender que Yo estoy ahí y quien tiene esto comprendido tiene todos los problemas resueltos.

Aquél que por la mañana se levanta mal por… por cincuenta cosas diferentes y tiene un poco de aliento para decir lo que vos dijiste antes, que se desprende de lo que se vio en la Sagrada Escritura, entonces sus días serán diferentes: Jesús ten compasión de mi y Yo tendré compasión porque cada ser es Mi hijo, creado a imagen y semejanza, Yo soy su padre y nunca le abandonaré.

Jesús ten compasión de mi.

Así como un niño que necesita algo de su madre, le dice simplemente: me duele mamá; entonces a Mí me dicen: Señor ten compasión de mí, y van a sentir en ese momento que una nueva fuerza nace en vuestra vida, que aquello que parecía hasta desgano y pocas ganas de… de todo, de repente uno se enciende con energías nuevas para seguir luchando; ¿seguir luchando?, sí, con uno mismo, pero sobre todo para aquellos que ama.

Jesús ten compasión de mí.

Y hoy agregaríamos Jesús ten compasión de todos los hombres que en este momento están sufriendo tanto, Jesús ten compasión.

Díganlo con fuerza, no gritando sino con la fuerza que sale del corazón y van a ver que… hasta cuando sea invierno pueden aparecer flores y aunque no sea verano frutos maduros en vuestra vida.

Que sea como el grito, o la palabra, o la frase de salvación total:

Jesús ten compasión de mi.

Amén.