Mensaje del 08 de Abril de 2003

Habla Artemio:

Martes 08 de Abril de 2003.

Dice Jesús:

Había una vez un hombre rico, es decir tenía muchas haciendas, tenía muchas propiedades y también una familia grande sin ser numerosa, entonces un buen día dijo: todo esto que edifiqué con tanto esfuerzo va a ser la herencia que le doy a mis hijos. Bueno, los hijos eran todos trabajadores, cumplían con su padre, eran buenos hijos y un día el padre murió, todos estuvieron muy compungidos mientras velaban sus restos y luego llevaron a su padre al cementerio, por supuesto que en el cementerio había un lujoso panteón mausoleo, donde depositaron a su padre. Por supuesto que dentro de ese edificio había muchos bronces lustrados, muchos candelabros, velas ardiendo, es decir un buen recibimiento para el descanso del cuerpo de su padre, sin contar las innumerables flores que había, bien, todos se despidieron de su padre y marcharon a la casa. Ahora bien, todos habían sido muy buenos hijos, pero ni bien llegaron a la casa… el mayor de ellos, dijo a la madre: mamá, es necesario que llames a una reunión de todos, para ver cómo vamos a revertir la herencia que nos dejó nuestro padre. La madre dijo: pero… hay tiempo suficiente, porqué tanta prisa y los demás dijeron lo mismo: sí, conviene que nos reunamos para repartir nuestros bienes, por supuesto la parte que nos toca a nosotros porque la mitad es para vos mamá, entonces la madre sin pensar demasiado dijo: y bueno, reunámonos mañana para analizar el tema y así fue al día siguiente, los hijos llegaron todos, pero se les notaba en el rostro que ya no eran los mismos que el día anterior, el día antes tenían un rostro pero hoy parecía que sus rostros habían cambiado.

La madre se percató de todo eso y les dijo: hijos queridos… no veo en vuestro rostro tranquilidad y paz como siempre ustedes han tenido ¿qué es lo que está pasando?, todos dijeron al unísono: nada mamá, y por supuesto que todos habían llevado sus esposas y sus esposos, llegado un momento la madre dijo: bueno, hagamos un inventario de todos los bienes y luego repartamos; pero como entre los bienes había distintos tipos de propiedades: terrenos, casas, comercios, es decir propios de los que tienen mucho dinero e inmediatamente cada uno tenía sus pretensiones respecto a lo que querían de lo que había dejado el padre. Bueno dijo la madre, si todas las cosas se hacen así, parece que no están pensando en la parte que a mi me toca, nadie respondió y después cada vez más fueron subiendo el tono, más, más, y más y lamentablemente todos querían lo que el otro quería y llegaron a discutir e incluso entraron en la discusión las nueras y los yernos, entonces todos hablaban al mismo tiempo.

La madre dio un pequeño golpecito sobre la mesa que no se oyó, golpeó más fuerte y se oyó y todos le miraron y les habló así: hijos, mientras vivió vuestro padre ustedes todos trabajaban normalmente, nadie tenía reparos en nada, aceptaban que papá les diera a cada uno lo que le correspondía en cuanto al trabajo que hacían y desaparece la piedra angular y ustedes, a ustedes no les falta mucho para tomarse por los pelos para ver con qué se queda cada uno, me siento mal dijo la madre, porque vuestro padre aún el cuerpo todavía no se ha enfriado del todo y ustedes ya están peleando o discutiendo muy fuerte por lo que él les dejó. Entonces todos medio nerviosos, dijeron: estamos haciendo nada más que lo que nos corresponde, la madre dijo: si, les corresponde dividir las cosas pero no hacerlo en la forma en lo que están haciendo, de la forma en que lo están haciendo, entonces la madre dijo: vuestro padre ha dejado… muchos papeles pero entre ellos un sobre cerrado donde ni yo mismo sé que es lo que está escrito, hubo entre todos un poco de asombro y luego dijeron: ¿y a dónde está ese sobre?, no costó mucho encontrarlo, entonces la madre dijo: ustedes respetaban la palabra de vuestro padre, sí, dijeron todos, ustedes amaron mucho a vuestro padre, sí, dijeron todos, bueno después de estas dos expresiones y afirmaciones leamos la voluntad de vuestro padre.

Abrieron el sobre y la madre leyó en voz alta mientras dos hijos miraban: mis queridos, decía el papel escrito, toda nuestra vida se caracterizó por nuestra normalidad y nuestra forma de ser tan… nuestra forma de ser tan equilibrada y tan llena de afecto en nuestras relaciones, por eso ahora les digo que si ustedes esperaban mi muerte para repartir las cosas, les digo que más allá de lo que pueden decir las leyes o no, nadie repartirá nada hasta que vuestra madre esté con vida. Quedaron todos llenos de… (se dio vuelta la cinta ) … como si hubieran recibido sobre la cabeza un martillazo, el padre era clarísimo, no repartirán nada y además vuestra madre dirigirá todo como lo hice yo hasta este momento. Los hijos empezaron a gritar, empezaron a discutir, decían todas las cosas que dicen las personas que están muy enojadas, y la madre los miraba en silencio y se preguntaba para sus adentros ¿cuáles son mis hijos?, ¿los que hasta el día de hoy he conocido ó éstos que hoy han reaccionado de esta forma?

La historia pueden imaginar como continúa, ustedes vieron que perros y gatos nunca se han llevado bien bueno, desde ese día todos fueron perros y gatos, ¿qué pasó en este hogar?, ¿cuál fue la conducta verdadera, la anterior o la presente? La madre se preguntaba en qué había fallado ella a su esposo, sin embargo había tomado, habían tomado todos los recaudos para que todo estuviese bien y de repente era el pandemonium.

Les dejo a ustedes sacar las conclusiones de esta comparación, porque el hombre en todos los ordenes de la vida procede de la misma forma, hay excepciones por supuesto, pero justamente son eso, excepciones. Delante de un hombre uno se pregunta: ésta conducta que tiene ¿es real o hay otra detrás?

Todo esto es aplicable a todos los órdenes de la vida y también esto es aplicable a la relación con la Trinidad, cada uno saque sus propias conclusiones y después piense hasta que punto se puede confiar. ¿Qué pasa en el hombre Mis queridos?, ¿qué es lo que ocurre?, porque una cosa es la tentación que pueden sufrir las personas por el maligno y otra, reacciones normales ante situaciones bastante comunes.

Por eso hoy los llamo a pensar ¿qué hay en vuestro corazón?, ¿qué se oculta en él?, detrás de esa fachada de un rostro equis ¿qué se oculta?, ¿qué se esconde?, ¿o no se esconde nada? El problema va muy lejos en cuánto a esto, las reacciones de los seres humanos cuando cambian algunas circunstancias, por supuesto que no necesariamente todos reaccionan de la misma forma cuando cambian las circunstancias, pero en cosas fundamentales se supone que sí, deberían reaccionar de la misma forma. Si ustedes encuentran muchos ejemplos en los cuales las personas no proceden así… díganmelo, porque en general el hombre actúa de esa forma y si llevamos esto a otros niveles podríamos también llevarlo al nivel de la pareja, donde es posible que durante muchos años hubo un amor genuino y de repente ya no importa nada y lo genuino desaparece.

Bueno llévenlo a todo tipo de situaciones, pero hay veces en que el corazón del hombre se vuelve incluso hasta incomprensible para uno mismo, en cuanto a sus formas de reaccionar.

El problema no es de esta familia, solamente hice una comparación, el problema lo trasplanto a el corazón de cada uno, hoy todo, mañana no sé, entonces los principios sobre los cuales hemos edificado una vida, ¿realmente edificamos la vida sobre esos principios? ó ¿qué ha pasado?, ó ¿hubo una invasión cultural, ideológica sobre las formas de pensar?

Yo les propongo pensar largamente, cuando Yo digo que… Mi, que Yo no tengo dónde reclinar Mi cabeza no estoy hablando porque sí, Yo supongo que sí, que tengo donde reclinarla pero ¿qué pasa en el corazón del hombre?, desde siempre pero agudizado en los últimos tiempos, ¿qué pasa en vuestros corazones Mis queridos?, que cambian los afectos con una rapidez pasmosa, que hoy dicen blanco, mañana dicen negro, pasado dicen azul y así todos los días diferente. Entonces ¿cuál es vuestro patrimonio para edificar el futuro?, ¿cuál?; si todo es un campo de arenas movedizas ¿qué puede pasar mañana?

Todo esto lleva a una serie de conclusiones donde el hombre tendrá que volver a mirar todo los caminos por donde anduvo, en todos los órdenes y revisar todas las cosas, porque es posible que haya montones de ellas que no les sirvan para nada. Si pensando en la familia que les dije, toda la educación familiar cayó de un momento para otro por unos cuántos bienes entonces, ¿qué pasará cuando haya otras cosas más profundas y tremendas?, donde hay hijos de por medio, donde… donde todo es posible.

Mis queridos habrá que analizar todo esto, tal vez los desconcierte un poco pero más me desconcierta a Mi ver lo voluble que son vuestros afectos y vuestra forma de pensar, tan volubles que nadie puede decir que esos pies sobre la tierra están pisando un lugar seguro, porque si lo dicen no es así. Ustedes me dirán: pero siempre el hombre tendrá…, si, si, el hombre tendrá muchas cosas pero, hay principios básicos a los cuales uno no puede faltar porque, no solo le hace daño a los demás sino que termina por desintegrarlo a uno mismo.

Pensar en esto, pensar, por supuesto pensarlo con el corazón también.

Amén.