Mensaje del 01 de Abril de 2003

Habla Artemio:

… voces en la mía y la de Jesús, o de la Virgen o los Santos que me dictan ¿mmm?.

Hoy es 01 de Abril de 2003.

Dice Jesús:

"Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas", también soy la Luz del mundo, dichosos aquellos que siguen esa Luz siempre y a pesar de todo.

Es muy importante la visita de este día, piensen que veo en cada uno de ustedes todo lo que pasa en este momento por vuestra alma y si hay algo en lo que quiero dejarles una total seguridad es que los amo, los amo tiernamente, comprendo la alegría enorme de algunos y también las tristezas de otros y tengan la plena seguridad que Yo sonrío con vuestras alegrías y lloro por vuestras tristezas porque mitad de Mi naturaleza es humana ¿mmm? y acuérdense de aquello que delante de la tumba de Lázaro, Yo sabía que a Lázaro lo iba a resucitar, sin embargo él era mi amigo y Yo lloré delante de su tumba y al ser el Hijo de Dios y Dios mismo estoy con cada uno de ustedes acompañándolos siempre en vuestras alegrías y en vuestras tristezas.

Acuérdense siempre Yo delante, Yo detrás, Yo a derecha, Yo a izquierda, Yo arriba, Yo abajo, y sobre todo dentro de vuestro corazón.

Y ustedes sé que me aman y también quiero que sepan, una vez más, que quiero entrar en vuestros corazones porque quiero amarlos mucho, porque los comprendo, sé todas vuestras cosas y quiero estar en todo lo de ustedes, porque desde el comienzo de los tiempos en el seno de Mi Padre ya los amaba, los seguí amando siempre y el día que fueron engendrados en la cero hora, como decimos, ya en ese momento los miré a los ojos y los llamé con el nombre que cada uno tiene. Y los seguí amando a través del tiempo y seguiré así por toda una eternidad, nunca tuve otro oficio que el de amar, tanto es así que el amor entre el Padre y Yo también es Dios y se llama Espíritu Santo, el que les envío siempre para que hable en vuestra conciencia, porque vuestra conciencia es la voz de Dios y allí está Mi Espíritu hablándoles siempre, me escuchen o no me escuchen, estén disgustados o no, Yo trato de hablar siempre y de llevar para cada uno la palabra que necesita, ¿a cambio de qué?, a cambio de nada, porque ese es Mi oficio, amarlos.

No se olviden nunca de esto, cuando vuestra alma transite por momentos lindos o feos, tristes o alegres, piensen: Jesús está conmigo siempre; y desde esa cero hora Yo les coloqué a cada uno un Ángel para que estuviera siempre con ustedes, el mismo Ángel que los acompaña cuando vienen a Mi presencia. Tengan una seguridad Mis queridos, total, absoluta y definitiva que Mi amor es infinito para cada uno de ustedes, para todos los hombres y Mi Misericordia, que es el amor obrando, alcanza para todo.

Los amo tiernamente, no lo olviden.

Amén.