Mensaje del 23 de Febrero de 2002

Dice Jesús:

Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mi no anda en la oscuridad sino en la luz. Con esto ya sería suficiente para un mensaje ¿cuántas veces lo dije ya en siete años, y cuántas veces se pensó realmente en serio que soy el camino, la verdad y la vida?, me refiero a los hombres de todas las latitudes, pero sobre todo me refiero a todos aquellos que tienen responsabilidad sobre la transmisión de Mi palabra, sobre todo los que tienen más responsabilidad.

Yo no me explico como es posible que se silencie a todos aquellos que quieren saber más sobre Mi, Yo diría que es un deber saber sobre Mí, uno siempre quiere saber muchas cosas de quien ama, por ejemplo ¿por qué no sacan a la luz los veinte años que no están en la Sagrada Escritura?, es cierto que no hay mucho, pero al menos lo que hay tendrían que decirlo.

Espero que todo lo que Yo diga aquí algún día se sepa, hay como una especie de celo para conmigo respecto a decir Mis cosas, alguno consideraría una imprudencia hablar de Mi mal aliento a la mañana, otros considerarían una imprudencia hablar de Mis heridas además de las cinco convencionales, otros tratan de disimular lo más posible todos Mis aspectos humanos, ¿saben que ocurre?, que más humano se me ve, más metido entre los hombres se me ve, más fácil es acceder a Mí, entonces no tienen que recurrir tanto en la antigüedad como ahora a los maestros de la palabra para que les digan si Yo soy un ser simple que todos pueden saber sobre Mi, porque el Espíritu sopla donde quiere, entonces parecería que el trabajo específico de algunos se volvería relativo, pero eso es lo que ando buscando, ¿por qué alguien quiere tener siempre todas las verdades sobre Mí como cosidas en pequeños paquetitos para repartir?, ¿qué pasa si Yo, por ejemplo, doy algún mensaje en lunfardo?, o en algún dialecto Italiano, o en algún dialecto de la India o del Africa, hay muchos que rasgarían vestiduras por eso, pero Yo hablo el idioma que hablan las personas en todos los lugares, ¿por qué me quieren cerrar en una torre de cristal donde todos o algunos puedan mirarme de lejos?, ¿no les parece que desentonaría si hablara con los hombres del puerto un lenguaje muy elevado?.

Entonces, no les parece que puedo sentirme a veces un poco cansado después de dos mil años que solamente tenga acceso a algunos, todo eso por miedo a que la doctrina sufra, entonces la resguarda en un cofre y no sirve para nadie.

Déjenme hablar el mismo idioma que hablan los hombres, que en gran parte es el idioma que hablaron aquí los Santos, Mi Madre y Yo.

Vos mismo tenés un poco de temor sobre el lenguaje de la Madre Teresa que pegue demasiado fuerte pero Yo sé que es porque andás caminando siempre en un tembladeral, por eso te preocupan un poco las expresiones fuertes de la Madre Teresa, pero Yo quiero expresarme con la voz de todos los hombres, Yo quiero que se conozcan más cosas de Mí. No tengan miedo que las personas me invadan... .

La grabación del mensaje se interrumpe aquí....